La respuesta de Venezuela a la oferta de Bukele de intercambiar venezolanos deportados a El Salvador por “prisioneros políticos”

“Cínica”. Así ha tachado Venezuela la oferta que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, le hizo el domingo a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro.
BBC.- Bukele le propuso repatriar a los 252 venezolanos que fueron enviados por Estados Unidos al país centroamericano en marzo y permanecen encarcelados en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) a cambio de la libertad de la misma cantidad presos que se encuentran en prisiones venezolanas, entre ellos muchos cercanos a la oposición.
En un comunicado publicado por el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, el ministerio público volvió a solicitar la “inmediata liberación” de los migrantes que El Salvador mantiene en la prisión de máxima seguridad, objetivo por el que Caracas ya presentó un habeas corpus en marzo ante la Corte Suprema de El Salvador.
En su declaración, Saab describió el Cecot como “un lugar de desaparición forzada de inocentes de nacionalidad venezolana (según se acuerde con sus socios imperiales) a quienes Bukele utiliza como experto en traficar con seres humanos para recibir a cambio sumas millonarias de dinero”.
Y en esa línea, tildó a Bukele de ser “el más fiel exponente del neofascismo del presente siglo XXI” y de estar cometiendo, junto a EE.UU., “una grave violación del derecho internacional, de los derechos humanos y constituye un crimen de lesa humanidad que imita las repugnantes prácticas nazis de la mitad del siglo XX”.
Además, el Ministerio Público venezolano le pidió al gobierno de El Salvador que le envíe “la lista completa con la identificación de todos los secuestrados y su estatus judicial, así también como la fe de vida y el informe médico de cada uno”.
Saab también afirmó que le comunicó su preocupación por la situación de sus connacionales presos en El Salvador al alto comisionado de Naciones Unidas Volker Türk, quien por otra parte ha solicitado en repetidas ocasiones a Caracas que libere a sus “presos políticos”.
A cambio de “presos políticos”
“A diferencia de nuestros detenidos, muchos de los cuales han asesinado, otros han cometido violaciones, y algunos incluso habían sido arrestados en múltiples ocasiones antes de ser deportados, sus presos políticos no han cometido ningún delito”, afirmaba Bukele el domingo, cuando le hizo la oferta a Maduro a través de la red social X.
Así, el presidente salvadoreño le pidió a su homólogo “la liberación y entrega de un número idéntico (252) de los miles de presos políticos”.
Entre ellos, el mandatario nombró a Rafael Tudares, yerno del opositor Edmundo González y a quien las autoridades venezolanas acusan de estar vinculado con redes de narcotráfico, a “la señora Corina Parisca de Machado, madre de María Corina Machado, a quien amedrentan a diario y le sabotean el acceso a servicios básicos como la luz y el agua”.
Bukele también mencionó al periodista y dirigente del partido Voluntad Popular Roland Carreño y la abogada y activista Rocío San Miguel, señalada de participar en un presunto intento de magnicidio en contra de Maduro, “así como los cuatro dirigentes políticos asilados en la embajada de Argentina y otros venezolanos presos políticos”.
El número de presos se multiplicó en Venezuela tras las protestas que siguieron a las elecciones presidenciales del 28 de julio del año pasado, en las que Maduro se proclamó vencedor. De acuerdo con las actas publicadas por la oposición, su candidato, Edmundo González, obtuvo casi el 70% de los votos frente al 30% de Nicolás Maduro.
Una pelea en EE.UU.
Los 252 ciudadanos venezolanos actualmente en el Cecot fueron deportados de EE.UU. y enviados a El Salvador por el gobierno del presidente Donald Trump, quien los acusa de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua sin ofrecer evidencia alguna que lo respalde.
Washington le paga a El Salvador para mantener a los deportados en su notoria cárcel de máxima seguridad.
Desde que asumió el cargo en enero, las políticas migratorias de línea dura de Trump se han topado con varios obstáculos legales.
El último de ellos el sábado pasado, cuando la Corte Suprema de EE.UU. ordenó a Washington que suspendiera la deportación de otro grupo de presuntos pandilleros venezolanos.
La Casa Blanca ha calificado las impugnaciones al uso de la ley para deportaciones masivas como “litigios sin fundamento”.
Trump ha deportado a presuntos pandilleros venezolanos bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que otorga al presidente la facultad de detener y deportar a nativos o ciudadanos de naciones “enemigas” sin los procesos habituales.
Esta ley solo se había utilizado anteriormente en tres ocasiones, todas en época de guerra.