La ridícula batalla por el tres por ciento. AUDIO

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Música para el Apocalipsis

Este contenido editorial se difunde originalmente en el noticiero MG Noticias, con Jesús Aguilar, en el 96.1 FM en San Luis Potosí, México

Blakely Morales

Fe de erratas. Minuto 2:43, Mister Peanut Butter, es el personaje de un Showman en el cuerpo de un perro humanizado de la serie de Netflix Bojack Horseman; minuto 3:55, Adrián Esper es alcalde con licencia, no interino. 

Desde la década de los 50, el economista estadounidense Kenneth Arrow, desmontó ficciones sobre la democracia.

Planteó el teorema de la imposibilidad, con el que demostró que es estadística y matemáticamente imposible diseñar un método de elección colectiva que, en los casos donde haya tres o más opciones a elegir (cof cof San Luis Potosí), el resultado sea una expresión social basada en el raciocinio.

Tras las demostraciones, se formuló lo que conocemos como la paradoja de Arrow, una aportación de la matemática a las ciencias sociales, que nos explica por qué, aún cuando en una boleta haya hasta nueve candidatos y candidatas, esto no garantizará una elección plural, y mucho menos una representación genuina

Basta voltear a ver el escenario: entre las y los candidatos al gobierno del estado, no hay una sola persona de origen indígena, o representante de la comunidad LGBT+, o con capacidades diferentes.

Tan solo entre ellos (los contendientes varones) son todos masculinos hegemónicos y estereotípicos; solo dos, están en el privilegio de abandonar un poquito la norma y con esa “estrategia” buscan meterse y meterle color a la contienda.

Hablamos de José Luis Romero Calzada y Adrián Esper Cárdenas, candidatos de Redes Sociales Progresitas y de Encuentro Solidario, respectivamente, dedicados al turismo estatal, enfrascados en una ridícula batalla por el tres por ciento.

Ambos chavorrucos, punketos de la transmisión en vivo, juniors progresistas vestidos para la ocasión, buscan el voto rebelde, intransigente y radical, que los ayude no a obtener el triunfo, no; eso está muy complicado con preferencias que no superan el dos por ciento, en cualquier encuesta seria.

No, lo que buscan es de mínimo el tres por ciento que les permita acceder al Poder Legislativo y de ahí, agarrarse para vivir la vida entera como estudiante el día de la primavera, como dijera Andrés Calamaro, aunque la potencial llegada de esas dos fuerzas políticas al Congreso Local, no augure ningún avance en materia de Derechos.

Uno es dizque ciclista, a donde quiera que va, llega con dos camionetas tipo van, se baja unos kilómetros antes del lugar, y simula tener conciencia ecológica pedaleando como si deveras, pero la huella de carbón que busca ahorrar, no alcanza para compensar la contaminación que ya generaron los vehículos donde se transportan los colaboradores que lo siguen de cerca, para el montaje y la transmisión.

El otro, como un auténtico ajolote nada en la Huasteca y es capaz de tirarse de un puente en un paraje para incrementar sus likes.

Ambos me recuerdan al personaje de la serie Bojack Horseman, Mister Peanut Butter, un showman ególatra incapaz de experimentar la compasión, carismático pero misógino, y el zacahuil de todas las fiestas; en uno de los capítulos, Mister Pinabutter, frustrado por la crisis de mediana edad, ingresa a la política para retar al gobernador de California, a una competencia de esquí de montaña, para definir la sucesión.

Suena gracioso, porque es verdad, la democracia, está sobrevalorada.

A estas alturas, se me ocurre que, para evitar pronunciamientos risibles y campañas presuntamente outsiders, deberían dirimir sus diferencias, y definir al mejor, al más merecedor del tres por ciento de la elección, con una competencia entre ellos; a ver, si aceptan ideas: a mí se me ocurren varias: una competencia para ver quien se come más rápido una olla de tamales; o para ver quién sube más rápido el cerro de la cruz en Tamazunchale, o un duelo de breakdance en la plaza del Carmen.

No sé, opciones hay y debe haberlas; manera más dignas que lucrar, por ejemplo, como lo hace Romero Calzada, con la imagen y las lágrimas de gente que vive en techos de cartón.

O tratando de arreglar lo que dejaron pendiente, como en el caso del líder de los mirreyes huastecos, que, ahora en campaña, cada tanto se olvida de que sigue siendo alcalde con licencia de Ciudad Valles, pero la nota roja se lo recuerda.

Cuando hay tres o más opciones en una boleta de sufragio, según la paradoja de Arrow, es muy improbable que se cumplan los criterios básicos de una democracia: no dictadura y no imposición.

Es decir que, con nueve candidatos y candidatas a la gubernatura de San Luis Potosí, el rey en este ajedrez llamado el Gran Tunal, ya sabe o tiene mucha seguridad sobre quién va ser el o la ganadora.

Para culminar, precisar que en ajedrez, aún cuando el Rey forzado decline, o la partida termine con su captura en un Jaque Mate, el Rey es la única pieza que nunca, nunca, pero nunca, abandona el tablero.

Así que, sálvese quien pueda.

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