La tecnología tiene el potencial de reducir considerablemente las emisiones del potente gas de efecto invernadero, pero requiere una gran inversión
The Guardian.- Las bacterias que consumen metano, un gas de efecto invernadero, podrían reducir la tasa de calentamiento global, según un estudio publicado esta semana.
El metano es un potente gas de efecto invernadero emitido por la energía (sistemas de gas natural y petróleo), la industria, la agricultura, el uso de la tierra y las actividades de gestión de residuos.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Washington está proponiendo un método para eliminar el metano mediante el uso de un grupo de bacterias conocidas como metanótrofos para convertir el metano de forma natural en dióxido de carbono y biomasa. Todas las bacterias de este grupo “’comen’ metano, lo eliminan del aire y convierten parte de él en células como fuente de proteína sostenible”, según la investigadora principal, Mary E Lidstrom.
El equipo de Lidstrom ha encontrado una cepa de bacterias dentro de este grupo llamada methylotuvimicrobium buryatense 5GB1C que puede eliminar el metano de manera eficiente incluso cuando está presente en cantidades más bajas. Si se generaliza, la tecnología tiene el potencial de ayudar a frenar el calentamiento global, dijeron los investigadores.
Las bacterias que consumen metano, un gas de efecto invernadero, podrían reducir la tasa de calentamiento global, según un estudio publicado esta semana.
El metano es un potente gas de efecto invernadero emitido por la energía (sistemas de gas natural y petróleo), la industria, la agricultura, el uso de la tierra y las actividades de gestión de residuos.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Washington está proponiendo un método para eliminar el metano mediante el uso de un grupo de bacterias conocidas como metanótrofos para convertir el metano de forma natural en dióxido de carbono y biomasa. Todas las bacterias de este grupo “’comen’ metano, lo eliminan del aire y convierten parte de él en células como fuente de proteína sostenible”, según la investigadora principal, Mary E Lidstrom.
El equipo de Lidstrom ha encontrado una cepa de bacterias dentro de este grupo llamada methylotuvimicrobium buryatense 5GB1C que puede eliminar el metano de manera eficiente incluso cuando está presente en cantidades más bajas. Si se generaliza, la tecnología tiene el potencial de ayudar a frenar el calentamiento global, dijeron los investigadores.