Las empresas se apuntan al negocio del cannabis, pero los inversionistas no
Tan pronto avanzó la discusión en el Congreso mexicano, Sean Bovingdon, el recién nombrado director general de la firma canadiense The Green Organic Dutchman Holdings, adelantó que México está entre los países que tienen en la mira para crecer. “La compañía anticipa que una vez completada (la certificación EU-GMP), podría exportar a Australia y México, donde las regulaciones lo permiten”, dijo Bovingdon en su llamada telefónica con los inversionistas el 9 de marzo.
La empresa conoce del negocio, pues Canadá se convirtió en el segundo país en legalizar la marihuana, y ve un potencial en México pues sería el tercer país en el mundo en legalizarla y que con sus casi 130 millones de habitantes se convertiría en el mercado más grande para esta industria, en comparación con Canadá y Uruguay.
Pero para los inversionistas todo este furor no es tan atractivo a la hora de poner a trabajar el dinero en el mercado de capitales. Y en México faltaría volumen para detonar la compra de activos.
“Definitivamente sería improbable sacar un instrumento relacionado con la industria de la marihuana porque no tendría bursatilidad y los inversionistas mexicanos de riesgo, que les pareciera atractivo (tener exposición en esta industria), se van inmediatamente a invertirlo a Canadá o Estados Unidos sin pensarlo”, comenta Amin Vera, director de análisis económico de Black Wallstreet Capital, firma que se especializa en proveer servicios de inversión.
Para Vera es poco probable que un activo que tenga exposición a la marihuana pueda tener suficiente volumen de transacciones en México, observando -por ejemplo- la poca bursatilidad (compra y venta) que se tiene en instrumentos atractivos como los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces.