Aristegui.- Escuchar música con bocinas en la arena, orinar en el mar o guardarte esa concha que encontraste en la orilla podrían hacer de un tranquilo día de playa un mal recuerdo de las vacaciones que tanto esperabas.
Preservar las playas, en especial en la temperada de verano -cuando millones de turistas abarrotan las costas- es el objetivo de las regulaciones, y las sanciones, que imponen las distintas administraciones.
Terminar las vacaciones con una multa puede ser más fácil de lo que parece dado que en algunos países no existe una regulación nacional sino que diferentes reglamentos o bandos municipales y es difícil conocerlos todas.
Orinar en la playa es una de las sanciones más comunes, con un importe de hasta 1,500 euros (30,800 pesos mexicanos) en destinos como Marbella, uno de los principales atractivos españoles para el turismo extranjero en la costa mediterránea, el tema ha saltado a medios internacionales.
La ordenanza que regula el uso de las playas es extensa, pero lo que ha generado esta atención mediática es que la multa se aplicará por “la evacuación fisiológica en el mar y la playa”.
En algunas zonas costeras del sur de España se prohíbe el uso de bocinas en las playas, por lo que los bañistas deben escuchar la canción del verano con auriculares si no quieren pagar multas de hasta 700 euros (14,400 pesos mexicanos).
En la costa gallega de Nigrán (noroeste) las multas pueden llegar hasta los 200,000 euros (más de 4 millones de pesos) para quienes se salten la prohibición de hacer agujeros en la arena y la policía utiliza drones para asegurarse de que se cumplen las normas.
En las islas españolas de Canarias y Baleares los turistas deben saber que guardarse en el bolsillo una concha para llevárselo a casa puede costarles hasta 3,000 euros (61 mil pesos). Elegir un imán como recuerdo es quizá mejor idea.
Esto también sucede en México, donde la arena de las playas es un reclamo turístico por sus tonalidades y la ley obliga a pagar por su extracción, aunque a precios más que razonables para comprar un recuerdo de las vacaciones.
Si optas por organizar un torneo de voley playa o demostrar tus habilidades con las palas prepárate para una multa de hasta 700 euros (14,400 pesos). Tal vez sea más sensato llevar un buen libro, al menos no te cobrarán por leer.
En España cada vez son más las mujeres que quieren tomar el sol sin la parte superior del bikini, una práctica conocida como ‘topless’, pero en América del Sur no es lo más común.
Uruguay y Cuba son los únicos países donde el ‘topless’ está aceptado. En Cuba, es un pasatiempo playero aceptado en toda la isla, y en Uruguay, aunque no hay una ley específica al respecto, está permitido.
En Brasil, hacer ‘topless’ podría acabar llevándote de vacaciones a la cárcel por hasta un año o con una multa que te hará pensar dos veces antes de quitarse el bikini.
En Argentina, el ‘topless’ ni se menciona en las leyes, y en Perú, podrías encontrarte con un mal comentario de la policía si decides hacerte el bronceado completo.
En Chile, hacer ‘topless’ no es delito, pero podría vaciarte la cartera con una multa. Lo mismo ocurre en Colombia y en algunas zonas de México.
(Con información de EFE)