Las tasas de desnutrición en Afganistán llegaron a niveles récord
“Hay siete millones de niños (menores de 5 años) y madres que están desnutridas”, dijo Phillipe Kropf, portavoz de la agencia de alimentos de la ONU en Kabul.
Infobae.- Las tasas de desnutrición en Afganistán están en niveles récord, ya que la mitad del país padece hambre severa durante todo el año, dijo el jueves un portavoz del Programa Mundial de Alimentos.
La llegada de los talibanes al poder en agosto de 2021 hizo que la ayuda exterior se detuviera casi de la noche a la mañana, llevando a millones de personas a la pobreza y el hambre. Las sanciones a los gobernantes talibanes, la interrupción de las transferencias bancarias y el congelamiento de miles de millones en las reservas de divisas de Afganistán restringieron el acceso a las instituciones globales y al dinero externo que apoyaba la economía afgana antes de la retirada de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN.
“La mitad de Afganistán sufre hambre severa durante todo el año, independientemente de la temporada, y las tasas de desnutrición están en un nivel récord para Afganistán”, dijo Phillipe Kropf, portavoz de la agencia de alimentos de la ONU en Kabul. “Hay siete millones de niños (menores de 5 años) y madres que están desnutridas, en un país con una población de 40 millones”.
Los afganos no se están muriendo de hambre, dijo, pero no les quedan recursos para evitar la crisis humanitaria.
Las agencias de ayuda han estado brindando alimentos, educación y atención médica a los afganos, lo que incluye calefacción, dinero en efectivo para combustible y ropa de abrigo. Pero la distribución se ha visto gravemente afectada por un edicto talibán que prohíbe a las mujeres trabajar en grupos no gubernamentales nacionales e internacionales. La prohibición ha visto la suspensión de 115 de las 437 clínicas de salud móviles, lo que afecta a 82.000 niños y mujeres embarazadas y lactantes.
Aumentan a 158 los muertos en la peor ola de frío
La cifra de fallecidos por las repentinas inundaciones y la ola de frío, la peor que ha vivido Afganistán en décadas y que azota al país en las últimas dos semanas, se elevó este jueves a 158.
“En 24 provincias afganas, 158 personas murieron y otras 22 resultaron heridas desde el 10 de enero de 2023″ a causa de las bajas temperaturas y las súbitas inundaciones, informó el director de mitigación de riesgos del Ministerio de Gestión de Desastres afgano, Mula Janan Sayeq.
La ola de frío afecta sobre todo al noreste del país, con mínimas que han rozado los 20 grados bajo cero y cubierto de nieve buena parte del país incluyendo la capital, además de haber provocado el fallecimiento de unas 70.000 cabezas de ganado.
Pese a que los talibanes han enviado equipos a las zonas más afectadas, en coordinación con diversas organizaciones no gubernamentales, la ayuda sigue siendo insuficiente en Afganistán, que carece de recursos para hacer frente a la grave crisis humanitaria que sufre desde la llegada al poder de los talibanes.
“Basándonos en las responsabilidades de la ONG internacional, les solicitamos que ayuden a las víctimas y familias pobres en Afganistán”, alertó Sayeq.
Afganistán ya se encontraba sumido en una profunda crisis humanitaria y económica antes de la llegada al poder de los talibanes, pero el aislamiento internacional y el bloqueo de los fondos de ayuda extranjera tras la caída del anterior Gobierno han exacerbado la situación de precariedad de millones de afganos.
A la crisis humanitaria se ha sumado un invierno particularmente frío, en un país que registra habitualmente muertes por las bajas temperaturas debido a la escasez de infraestructuras y servicios básicos, así como a la reducida calidad de las viviendas, a menudo simples tiendas de campaña en el caso de los más desfavorecidos.
Gran parte del territorio afgano está surcado por la enorme cordillera del Hindu Kush y registra temperaturas extremas durante el invierno.