Los precios de los zapatos rondan entre los 49 y los 149 pesos, precios de saldo con los que la empresa busca darle salida a esta mercancía que está fuera de temporada, una estrategia de diversas marcas para aminorar las pérdidas en inventarios.
La zapatería, que gozaba de gran popularidad en épocas de alta demanda como el regreso a clases, ahora luce vitrinas de madera desgastadas y con poca iluminación al interior, un contraste en comparación de otras tiendas de la empresa que se ubican en algún centro comercial, como Forum Buenavista, a solo unas calles.
Cerca de ambas tiendas, está una zona de zapaterías que abarca casi tres calles, muy cerca del metro San Cosme. Aunque en el lugar también hay outlets de marcas como Vans, hay algunos locales abandonados, con las cortinas abajo y los aparadores vacíos.
Una señora que vende dulces en la zona dice que las tiendas comenzaron a cerrar tras la pandemia. “Entre los cierres y los que venden tenis clon en los puestos de aquí y el mercado, ya no fue negocio”, declara con total seguridad.
Lo que ocurre en esta zona del centro de la Ciudad de México es un pequeño reflejo de lo que ocurre en la industria zapatera del país, conocida por la calidad y precio de determinadas zonas, como León, en Guanajuato, destino al que se viaja para comprar zapatos y bolsas de piel.
La pandemia, un punto de inflexión
La Cámara Nacional de la Industria del Calzado (Canaical), en un comunicado, detalló que en 2020, la industria tuvo un desplome en su producción de 50%, causado por los cierres de tiendas durante el confinamiento, Y la recuperación se esperaba, a paso lento, hasta 2024.
En 2023, se prevé que los ingresos en el mercado del calzado de México alcancen los 5,700 millones de euros (6,085.98 millones de dólares) este año, con un crecimiento anual compuesto de 3.9%, con un impulso por la venta de zapatos deportivos, estima Statista.
En términos de ingresos por persona, la consultora estima que se generen 42.92 euros (45.83 dólares) durante este año, y para 2028, se prevé que el volumen del mercado aumentará a 221.40 millones de pares.
Renovarse después de la crisis
La pandemia llevó a empresas de diferentes sectores a analizar las ubicaciones de tiendas que eran o no rentables, como una manera de mantener los ingresos y aminorar los costos fijos.
En tiempo donde se buscaban ahorros para mitigar el impacto por la falta de ingresos por la pausa económica, hubo algunas cadenas que invirtieron en sus e-commerce y su comunicación a través de los canales digitales con los compradores, pero hay otras que también se quedaron atrás.
Otras marcas, como Flexy o Bubble Gummers, tienen sus propias tiendas en marketplaces o se venden en otras cadenas, autoservicio, departamentales y hasta catálogos.
Para hacer frente a la crisis, la cadena Coyote y Olivia, que tiene tiendas en algunos centros comerciales de Ciudad de México y el Estado de México, redujo su numero de tiendas y apostó por lo digital, aunque es un canal que aún no tiene peso relevante en el consolidado de sus ventas, de acuerdo con Víctor Barajas, administrador del negocio.
El administrador comenta que ya hay un regreso total de las personas a los centros comerciales y otros puntos de venta, lo que da un empuje a las ventas en sus unidades físicas, pues las personas prefieren probarse los zapatos y ver los materiales para animarse a comprar. Aunque los retos son distintos.
“Ahora se compite con el zapato chino, con tiendas como Shein que ofrecen zapatos clones de marcas de lujo a precios muy bajos. Y luego, la recuperación de la economía familiar, pero sí hay que mantenerse al día, con modelos y lo que buscan los clientes más jóvenes, que ahora compran más tenis que otros zapatos”, comenta.