Le Scouarnec, otro macrojuicio por un caso atroz en Francia

El juicio contra un cirujano pediátrico acusado de violación y agresión sexual a 299 pacientes, mayormente menores, le sigue y recuerda a otro que conmocionó al mundo: el de las violaciones en serie a Gisèle Pelicot.
DW.- Un antiguo cirujano comparecerá ante la justicia a finales de febrero en Vannes, en el oeste de Francia, por violar o agredir sexualmente durante un cuarto de siglo a casi 300 pacientes, la mayoría menores de edad y muchos de ellos cuando estaban anestesiados.
Un acusado frente 299 víctimas
Los cuatro meses de juicio contra Joël Le Scouarnec, de 74 años, comenzarán el 24 de febrero, dos meses después del final de otro proceso que conmocionó a Francia y al mundo: el de las violaciones en serie a Gisèle Pelicot, que se desarrolló del 2 de septiembre al 20 de diciembre de 2024.
Pero a diferencia de ese juicio, en el que fueron condenados 51 hombres, entre ellos el exmarido de la víctima Dominique Pelicot, el tribunal de Vannes tendrá un único acusado frente a 299 víctimas. La justicia consideró ambos casos como algo “fuera de lo común”.
Una pena máxima de 20 años
El cirujano está acusado de violencia sexual entre 1989 y 2014, período durante el que ejerció en una decena de establecimientos del oeste de Francia. Según la investigación, las agresiones se producían cuando las víctimas estaban dormidas o despertándose.
“De forma bastante general, Le Scouarnec ha reconocido su implicación en muchos de los actos”, así como sus “estrategias de ocultación”, declaró el fiscal de Lorient, Stéphane Kellenberger, tras el cierre de la instrucción.
En total, enfrenta 111 acusaciones de violación y 189 de agresión sexual, agravadas por el hecho de que abusó de su posición de médico y de que las víctimas eran a menudo menores de 15 años (256 de las 299).
La edad media de las víctimas era de 11 años, pero entre la multitud de hechos que se le atribuyen al médico figura la violación de un bebé de un año y una agresión sexual a un paciente de 70 años. Joël Le Scouarnec, que ya está en prisión por delitos similares, se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel, ya que la ley en Francia no permite la acumulación de penas.
“Pedófilo”, sin patología psiquiática
El hombre, que en sus escritos se considera a sí mismo como un “pedófilo” perseguido por la sociedad, documentó todas sus prácticas, incluidas la escatofilia, la zoofilia, el uso de peluca y pañal, y el de muñecas infantiles como juguetes sexuales. Sin embargo, los expertos no detectaron ninguna patología psiquiátrica.
El cirujano también anotaba escrupulosamente los nombres de sus víctimas en cuadernos, junto con los relatos de los abusos que les infligía subrepticiamente, a veces incluso en la mesa de operaciones. Esta costumbre permitió que los investigadores pudieran rastrear su historial de agresiones.
Varias denuncias y condenas
Sin embargo, fue necesaria la denuncia en 2017 de una vecina suya de 6 años, a la que había agredido y violado en Jonzac, en el oeste de Francia, para que salieran a la luz sus crímenes. En su domicilio de Jonzac, donde vivía como un ermitaño con sus decenas de muñecas, los gendarmes se incautaron de más de 300.000 imágenes pedófilas, así como miles de páginas de listados y diarios en su ordenador.
La investigación sobre la violación de su vecina pequeña también permitió descubrir la violación de una de sus sobrinas, así como casos de violencia sexual contra otra sobrina y una joven paciente en los años 1990. Por estos hechos, fue condenado a 15 años de prisión en diciembre de 2020.
Pero no era su primera condena. El médico había sido condenado a finales de 2005 a cuatro meses de prisión, con suspensión de pena, por descargar pornografía infantil de internet, gracias a un aviso del FBI a Francia.
Ejercicio de la medicina pese a denuncias y condenas
Esto no le impidió seguir ejerciendo la medicina en varios hospitales, pese a que alguno de sus jefes y el Colegio de Médicos habían sido informados de la condena. La fiscalía de la ciudad de Lorient abrió una investigación “contra X” por no haber impedido crímenes contra la integridad de las personas.
En cuanto a la asociación de protección de la infancia La Voix de l’Enfant, parte civil en el proceso, presentó una denuncia en 2023 contra las autoridades judiciales y el ministerio de Salud por “poner en peligro la vida de otras personas”.
Durante los cuatro meses de juicio, se han programado siete días a puerta cerrada, a lo que tienen derecho las víctimas que eran menores en el momento de los hechos si así lo solicitan. Muchas quedaron traumatizadas al conocer los hechos, a veces décadas después. No todas estarán presentes, pero muchas dicen que esperan que el juicio explique la violencia que les infligió el profesional.
Sumisión química y agresiones sexuales
Como en el caso Pelicot, la cuestión de la sumisión química y de las agresiones cuando la víctima o las víctimas estaban “inconscientes” estarán en el corazón de las discusiones.
En el caso de Joël Le Scouarnec, “se trata de un hombre que es un pervertido y un cirujano pediátrico”, por lo que las víctimas se encuentran “sedadas por la anestesia”, señala Cécile de Oliveira, abogada de víctimas.
Registro documental de delitos atroces
Según Francesca Satta, otra de las abogadas de las víctimas del cirujano, estos casos son además “totalmente únicos”.
Otro punto en común es que los principales acusados dejaron rastros de los hechos: Pelicot registró en video las agresiones, mientras que Le Scouarnec las anotó en cuadernos, elementos claves de la investigación.
Atención mediática
Con 264 periodistas acreditados, de 62 medios, y casi 300 víctimas, el nuevo juicio debería recibir una cobertura mediática similar al del caso de Gisèle Pelicot, que acabó convirtiéndose en un icono feminista mundial.
“Creo que tendrá una repercusión aún mayor, dado que Le Scouarnec es el primer pedófilo internacional que ha causado tantas víctimas”, prevé Francesca Satta. Rodolphe Costantino, abogado de la asociación de protección de la infancia Enfance et Partage, tiene en cambio “la impresión de que no va a ser un tsunami mediático”.