Los lentes de Facebook para grabar a escondidas

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Las lentes reproducen música y sirven para contestar llamadas con las manos libres

“¿Hay una luz en tus gafas?”, “¿eso de ahí son cámaras?”, “¿sirven para espiar?”. Son algunas de las preguntas que las Ray-Ban Stories generan entre quienes nunca han oído hablar de ellas y las ven por primera vez. Estas gafas inteligentes, lanzadas por Meta (la matriz de Facebook) y Ray-Ban, sirven para hacer fotos, grabar vídeos, contestar llamadas e incluso reproducir música. Más allá del efecto sorpresa que provocan en un primer momento, también han suscitado algunas preocupaciones relacionadas con la privacidad.

De momento, están disponibles en tres modelos y varios colores. A simple vista parecen unas gafas tradicionales. Pese a que están equipadas con múltiples sensores, son cómodas y bastante discretas. Resulta llamativo que, mientras que el logotipo de RayBan está grabado tanto en una de las lentes como en las patillas y la funda de las gafas, en ellas no hay ni rastro de que Meta haya participado en su desarrollo.

Configurar las Ray-Ban Stories apenas lleva unos minutos y resulta bastante sencillo. Basta con descargar en el móvil la aplicación Facebook View, disponible tanto en la Play Store como en la App Store, y seguir las instrucciones que aparecen en pantalla. Eso sí, para hacerlo, es imprescindible tener una cuenta de Facebook. En este proceso, el usuario puede escoger en qué idioma quiere que hable el asistente de Facebook —de momento solo se puede elegir entre inglés de Estados Unidos, Reino Unido o Australia— y cómo quiere que sea su voz —cálida, objetiva, firme, monótona, musical, alegre o estable—.

¿Unas gafas espía?

Uno de los principales atractivos de estas gafas es que cuentan, en los laterales de su frontal, con dos cámaras de cinco megapíxeles. Si uno no se fija detalladamente, estos sensores pueden pasar desapercibidos como si fueran accesorios meramente decorativos. Sacar fotos y grabar vídeos con ellas puestas resulta muy sencillo. Basta con pulsar un botón físico en la parte superior de la patilla derecha. También es posible hacerlo sin usar las manos, al pedírselo al asistente de Facebook. Aunque hasta ahora las grabaciones han estado limitadas a un máximo de 30 segundos, Meta asegura que se podrán hacer vídeos de hasta un minuto.

Al capturar una foto o un vídeo, se enciende una pequeña luz LED blanca situada en el frontal junto a una de las cámaras.

Al capturar una foto o un vídeo, se enciende una pequeña luz LED blanca situada en el frontal junto a una de las cámaras. Esta es la forma que sus creadores han escogido para intentar avisar a otras personas de que están siendo grabadas. Esta medida no ha estado exenta de críticas entre quienes la consideran insuficiente. Pero Facebook cree que sirve para salvaguardar la privacidad de otros usuarios. “Es más de lo que los smartphones hacen”, ha afirmado el CEO de Meta, Marck Zuckerberg.

Al estar cerca de una persona, cara a cara, la luz LED no pasa desapercibida. Pero sí lo hace cuando se pasea en sitios concurridos o al no estar muy próximo a los sujetos frente a las cámaras. Hay que tener en cuenta que muchas personas ni siquiera han oído hablar de este tipo de gafas, que además resultan prácticamente indistinguibles de las tradicionales.

Meta ha anunciado que en abril desarrollará una campaña en varios países de la Unión Europea para educar sobre las gafas inteligentes y explicar su funcionamiento. Además, ha creado una página con consejos en inglés para sus propietarios. “No todo el mundo ama las sesiones de fotos. Deje de grabar si alguien expresa que preferiría no estar en una foto o vídeo y tenga cuidado de sacar fotos con menores”, se indica en la web. La tecnológica también recomienda mostrar a otras personas cómo funciona la luz LED, no manipularla, no usar las gafas mientras se conduce y apagarlas cuando se acude al médico, un vestuario, un baño público o un lugar de culto.

El material capturado con las lentes puede descargarse después en la aplicación Facebook View. El proceso para importar todo al teléfono a través de bluetooth suele funcionar bien y apenas lleva unos segundos. La calidad de las imágenes y de los vídeos es bastante buena, aunque queda algo lejos de los resultados de los móviles más potentes del mercado. Todo el contenido puede editarse dentro de la aplicación y compartirse rápidamente en redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter. La edición de imágenes resulta bastante limitada en comparación con las aplicaciones de fotografía más populares del mercado. Además de permitir recortes, sirve para fijar el brillo, la nitidez, la saturación y la calidez.

Las Ray-Ban que suenan

Entre los puntos fuertes de estas gafas, está que pueden reproducir sonido y realizar llamadas, ya que incorporan un sistema de altavoces en sus patillas y tres micrófonos. Se pueden usar para escuchar música, podcasts o, por ejemplo, audios de WhatsApp. Esta opción es ideal para los detractores de los auriculares intraurales (los que se insertan dentro de los oídos) o quienes deseen escuchar música sin aislarse del entorno. Pero, cuidado, si el sonido se pone alto, cualquiera puede escuchar el contenido de las llamadas o la música.

En general, el audio es de buena calidad. Aunque los graves son mejorables, las frecuencias medias y altas suenan bastante bien. La patilla derecha cuenta con un control de volumen táctil, que permite pausar o reproducir la música con un toque. También es posible pasar de canción, con dos pulsaciones, o ir hacia atrás, con tres. Para subir o bajar el volumen, se puede arrastrar el dedo por la patilla.

Como si se tratara de unos auriculares inalámbricos, las gafas vienen acompañadas de un estuche de carga. Ray-Ban asegura que la batería dura hasta seis horas con un uso moderado y hasta tres horas si se reproduce continuamente audio y se usa el asistente de Facebook. En teoría, las lentes pueden capturar y sincronizar hasta 30 vídeos o hasta 500 fotos antes de quedarse sin batería. El estuche proporciona tres cargas adicionales, que sirven para llenar las gafas al 100% en algo más de una hora.

FUENTE: EL PAÍS
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