Esta sensación sería más bien una ilusión de nuestro cerebro que un estímulo real.
SeguroQ.- Muchas veces nos ha pasado esa situación en la que nos sentamos encima de una silla mojada o esa sensación de cuando se te cuelan gotas de la lluvia por el cuello y sientes esa humedad que hace que tu cuerpo note percepciones distintas.
Dependiendo de la situación, estar mojado puede ser algo desagradable y molesto, al igual que cuando tenemos otra serie de sensaciones como puede ser tener frío o calor.
Los seres humanos no tenemos receptores en nuestra piel que detecten la humedad en sí (al contrario que el frio o el calor de los que si que tenemos receptores). Sería más bien una especie de ilusión que una percepción en nuestro cuerpo. Nuestro cerebro relaciona experiencias pasadas cuando nos mojábamos y las relacionan a una serie de estímulos vinculados.
Humedad: relación entre el frío y el calor
Los científicos de la Universidad de Loughborough opinaban que podría estar relacionado la forma en la que sentimos frío o calor, la presión o la textura, con la capacidad de percibir la humedad. Otro factor que juega un papel importante son los nervios sensoriales que son los encargados de pasar la información a nuestro cerebro acerca del tacto y la temperatura. Este estudio, publicado en la revista Journal of Neurophysiology, también arrojó que algunas zonas con más vello en nuestro cuerpo pudieran ser más sensibles a ciertos impulsos térmicos. También las palmas de las manos o las plantas de los pies serían zonas con un grado mayor de sensibilidad.
Se escogieron a 13 hombres universitarios, con una buena salud, que fueron expuestos a estímulos fríos, calientes y húmedos en los antebrazos y las yemas de los dedos, con y sin bloqueo nervioso. Se detectó que la percepción de humedad crecía cuando la temperatura disminuía. Con lo que se puede deducir que los sujetos expuestos eran más propensos a tener estímulos fríos que cálidos. Además la sensibilidad a la humedad era menor cuando se bloqueaba la actividad nerviosa. Gracias a este estudio podemos interpretar de un modo neurofisiológico como nuestro cuerpo tiene esta sensación.