Los referéndums en Ucrania despiertan ecos de las acciones de Putin en Crimea
La decisión del Kremlin ha sido vista como un preludio a la anexión de esos cuatro territorios ocupados por Rusia y una posible escalada de la guerra.
The New York Times.- Después de la sorprendente retirada de Rusia del noreste de Ucrania, a principios de este mes, los funcionarios occidentales se preguntaron qué podría hacer el presidente Vladimir Putin, quien parecía estar en aprietos.
Pero en un periodo de 36 horas, entre el lunes y el martes, el Kremlin respondió con una estrategia cuidadosamente coreografiada en los medios de comunicación estatales: cuatro regiones ucranianas que están ocupadas, casi totalmente, por Rusia celebrarán referéndums para unirse a ese país. Esa decisión ha sido vista como un preludio a la anexión de esos territorios por parte del gobierno de Putin y una posible escalada de la guerra.
Durante meses, las autoridades de ocupación rusas en el este y sur de Ucrania han dicho que estaban haciendo planes para celebrar un referéndum que le pediría a Moscú que anexara esas regiones y las declarara como territorio ruso. Sin embargo, el Kremlin no había definido si se llevarían a cabo esas consultas, lo que se ha considerado como una estrategia para mantener activas todas sus opciones, mientras las fuerzas rusas luchan para lograr grandes avances en el frente.
Pero el sorpresivo éxito de Ucrania en el campo de batalla este mes forzaron a Putin, según dijeron los analistas. La anexión de algunas regiones de Ucrania por parte de Rusia, aunque no sea reconocida por la comunidad internacional, enviaría una señal de que el gobierno está preparado para defenderlas como si fueran territorio ruso, lo que podría implicar el uso de su arsenal de ojivas nucleares.
Dmitri Medvedev, expresidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Putin, publicó en Telegram que los referéndums tenían una “gran importancia” porque el Kremlin consideraría cualquier ataque contra ellos como un ataque al territorio ruso.
“Invadir el territorio de Rusia es un delito, cuya comisión permite usar todas las fuerzas de autodefensa”, escribió Medvedev.
Estas decisiones se produjeron mientras Putin lucha por recuperarse de los contratiempos que ha sufrido, no solo en el campo de batalla, sino también en el escenario internacional. En una cumbre regional celebrada en Uzbekistán la semana pasada, Putin reconoció por primera vez que tanto China como India, grandes partidarios de la economía rusa en medio de las sanciones occidentales, tenían “preocupaciones” sobre la guerra.
El lunes, el aparato de propaganda ruso lanzó lo que parecía ser una campaña destinada a mostrar que los próximos referéndums surgen del deseo de los residentes de cuatro regiones en el este y sur de Ucrania de unirse a Rusia. Putin ha calificado las regiones del este y sur de Ucrania como parte legítima de Rusia.
La campaña comenzó cuando los medios de comunicación estatales informaron que un organismo cívico asesor del gobierno de la “República Popular de Luhansk” había presentado “una iniciativa para celebrar inmediatamente un referéndum” y reconocer a la región “como una entidad constituyente de la Federación de Rusia”. Luhansk es una de las dos regiones separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania que Putin declaró independientes en febrero.
Más tarde, el mismo órgano asesor de la “República Popular de Donetsk” —la otra provincia disidente— también convocó a un referéndum. Luego, el líder de la república respaldada por Rusia publicó en las redes sociales un video en el que supuestamente hablaba por teléfono con su homólogo de Luhansk para discutir las convocatorias de los referéndums.
“Esto no es más que el reflejo de la opinión de nuestra gente, es algo que ha estado en el aire durante mucho tiempo”, dice en el video Denis Pushilin, el líder de Donetsk.
El martes, las autoridades de ocupación de otras dos regiones ucranianas, Jersón y Zaporizka, también anunciaron sus planes para celebrar consultas.