Sopitas.- Y en historias de licenciado Valeriano les traemos esta, ¿joya? Bueno, ustedes decidan: en Canadá un juez dictaminó que enviar un emoji de pulgar arriba equivale a la firma de un contrato. ¿Neta?
Sí. Este caso ya roló en medios internacionales como el New York Times por lo increíble de la resolución del juez canadiense —quien explicó que su decisión se basó en la “nueva realidad de la sociedad” de Canadá.
Y en Canadá: Envió un emoji de pulgar arriba y ahora debe 80 mil dólares
Este caso tiene desde 2021, cuando un agricultor y un comerciante estaban por cerrar la venta de 87 toneladas métricas de linaza.
Y pues resulta que el negocio lo estaban haciendo por mensajes. De hecho, el comerciante —el comprador de la linaza— firmó el contrato por esta venta. Envió una foto al agricultor y este le respondió con el emoji de un pulgar arriba.
Ok. Pero, ¿a poco por eso una persona está firmando un contrato o algo serio? El comerciante alegó que junto con la foto, le escribió al agricultor: “Por favor, confirme el contrato de la linaza”.
Y, zas: el agricultor terminó respondiendo con un emoji de pulgar arriba. La bronca es que el comerciante lo tomó como una confirmación del negocio y ahí se hizo el despapaye o dilema que le tocó resolver al juez juez T. J. Keene, del Tribunal del Rey en Saskatchewan
¿Qué dijo el juez sobre el contrato y el emoji del pulgar arriba?
Claro que el agricultor se defendió diciendo que sólo estaba confirmando que había recibido el contrato de la linaza, mas no que estaba de acuerdo y que equivalía a darle luz verde.
Sin embargo, para el juez Keene no había duda de que, en esos mensajes, tanto agricultor como comerciante entendían que estaban hablando de la confirmación del contrato.
Y no de un acuse de recibo o algo por el estilo. De esta manera, en junio de 2023 el juez dictaminó que ese emoji de pulgar hacia arriba daba —como dicen en la tele— fe de legalidad.
¿Qué pasó después? El agricultor se metió en un problemón porque —aquí la raíz del caso— nunca entregó la linaza. Entonces, ahora tendrá que indemnizar al comprador con 82 mil 200 dólares canadienses, por daños y perjuicios.
Ouch. En su resolución escrita —la pueden consultar acá—, el juez Keene explicó que el Tribunal reconocía que el emoji de pulgar arriba (?) era una manera no tradicional de “firmar” un documento.
¿Ustedes qué opinan? En Canadá lo ven como un caso ideal para exponerlo en las escuelas de Derecho, mientras que la defensa del agricultor acusó que esta resolución solo abrirá las puertas para que otro tipo de casos —relacionados con el uso de los emojis— lleguen a los tribunales.
Y pues… desde los tribunales se deberá de definir qué rayos significa el puñito cerrado, por ejemplo.