Marcha de las Luciérnagas: Protestas por las vías del tren que atravesarán un área natural protegida en Sonora

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Sopitas.- El pasado miércoles 29 de noviembre se llevó a cabo una protesta en Hermosillo, Sonora, que fue llamada la Marcha de las Luciérnagas. Piden que se detenga el proyecto para poner vías de tren en un área de conservación.

El proyecto marca que la construcción pasará por los municipios de Ímuris y Santa Cruz, dándole en la torre al área de conservación del Río Cocóspera.

Las protestas contra el proyecto Nogales-Ímuris

Hablar de este proyecto es rascarle a lo que hay porque digamos que las autoridades han omitido hablar de muchas cosas. Se trata de un proyecto, en manos del Ejército, que quiere aumentar la capacidad ferroviaria hacia el puerto de Guaymas.

Como podemos ver en el mapa que aparece abajo, la idea es que la nueva línea ferroviaria atraviese las afueras de la ciudad de Ímuris y divida en dos el corredor Sierra Azul-El Pinito, que tiene un área natural protegida a lo largo del valle del río Cocóspera, en el rancho El Aribabi.

La justificación es que están nueva ruta de carga traerá desarrollo económico para la zona y que es algo que la población había pedido desde hace mucho. La cosa es que ya tiene rato que los trabajos de construcción iniciaron y no hay Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA).

Los colectivos ambientalistas, empezando por los Caminantes del Desierto, explican que este proyecto atravesará el único santuario de luciérnagas (de ahí el nombre de la marcha) y la zona donde viven osos negros, ocelotes y jaguares. Cabe recordar que los jaguares están en peligro de extinción.

Y no es todo, el río Cocóspera es uno de los pocos ríos que tiene agua en la zona durante todo el año.

El investigador Alfonso Gardea Béjar, del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), afirma que esta obra además de afectar a la flora y fauna del lugar, también tendrá efectos negativos sobre la calidad y cantidad de agua.

Afirma que el Río Cocóspera contribuye de manera importante con agua en esta zona desértica. Ahora, como en toda obra, los estudios de impacto ambiental se debieron hacer mucho antes de comenzar, lo que no ha pasado.

¿Y qué tan grave es la sequía? Pues ustedes dirán: hasta el 31 de octubre pasado 71 de los 72 municipios de Sonora tenían algún nivel de sequía. Es decir, estamos hablando de estado que ocupa el lugar 9 con más afectación en México.

En la marcha los activistas denunciaron que las obras comenzaron en febrero de 2023 pero a la comunidad nomás le avisaron que iban a arrancar con la construcción pero no se apareció un proyecto ejecutivo, el Manifiesto de Impacto Ambiental o algo.

La marcha de las luciérnagas en Sonora y la respuesta de las autoridades

Ante las muchas dudas que hay en torno al proyecto (incluso lo llegaron a conocer como el Tren Fantasma), el titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SIDUR) de Sonora, Omar del Valle Colosio, afirmó que todo está en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y que si hay un plan de remediación para las zonas afectadas.

¿Dónde? Quien sabe… El funcionario afirmó que ya hubo negociaciones con los dueños de los predios que serán afectados y que a algunos ya hasta les pagaron, pero el proceso no ha terminado. Dijo que no es un proyecto secreto pero que hay que “tener confianza” en quienes lo están llevando a cabo.

El gobernador Alfonso Durazo afirmó que hay hasta un año de chance para la presentación del manifiesto de impacto ambiental pero que ya “hay avances importantes”.

De acuerdo con medios locales, después de la marcha los colectivos tuvieron una reunión con autoridades del gobierno de Sonora y acordaron mesas de trabajo para hablar de las mejores opciones del proyecto.

Les prometieron que les mandarán el proyecto completo del trazo pero que primero tienen que pedir esos datos a la SEDENA porque es un proyecto federal. Bonito el chiste.

 

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