El joven era operador financiero de dicha facción, y enviaba información a personas cercanas al narcotraficante Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
ABC.- Fue asesinado Mario Alberto Jiménez Castro, alias “El Kastor”, presunto integrante de la facción criminal “Los Chapitos”, en la comunidad de San Andrés Ocotlán, en el municipio de Calimaya, Estado de México.
Los hechos ocurrieron la noche del pasado domingo 2 de febrero, luego de que se desatara un ataque armado en su contra.
De acuerdo a testigos, “El Kastor”, quien caminaba por la calle, fue interceptado por un sujeto que vestía sudadera y capucha, y quien de inmediato sacó un arma de fuego y la disparó contra él, provocándole la muerte de forma casi instantánea.
Al sitio arribaron elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y de la policía municipal, así como paramédicos, estos últimos, encargados de confirmar el fallecimiento de Jiménez Castro, cuyo cuerpo quedó sobre la carpeta asfáltica.
Del mismo modo, miembros de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) se movilizaron al punto e iniciaron con las investigaciones correspondientes, a fin de determinar el móvil del ataque y el autor, quien luego del ataque se dio a la fuga en un vehículo de características no precisadas.
‘El Kastor’ era buscado por autoridades estadounidenses
“El Kastor”, quien fungía específicamente como operador financiero de “Los Chapitos”, era un integrante de la célula especializado en el lavado de dinero relacionado con la venta de fentanilo en Estados Unidos.
De hecho, él y su co-conspirador lideraban una organización asentada en Estados Unidos, la cual utiliza criptomonedas para transferir las ganancias del narcotráfico hacia México, reportando, además, toda información de manera directa a un adjunto de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los líderes del Cártel.
En 2023, Mario Alberto Jiménez Castro fue acusado por un gran jurado federal en Nueva York de delitos relacionados con el tráfico de fentanilo, la posesión de armas de alto poder y el lavado de dinero.
Por ello, el Departamento de Estado de Estados Unidos estaba tras su huella, ofreciendo una recompensa de hasta un millón de dólares por información que llevara a su captura.
