MC desplaza al PAN y al PRI, según encuesta; Morena se consolida para 2027

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El Universal.-

Luego de la elección presidencial del año pasado y a poco más de dos años para la próxima elección intermedia, Morena continúa consolidándose como la principal fuerza política del país.

De acuerdo con la más reciente encuesta nacional en vivienda de Buendía & Márquez, realizada en exclusiva para EL UNIVERSAL, el partido en el poder mantiene una ventaja significativa en la intención de voto, mientras que la oposición se encuentra electoralmente fragmentada.

Los datos muestran que Morena encabeza las preferencias electorales para la Cámara de Diputados con un margen considerable sobre sus adversarios. Ante la pregunta sobre intención de voto para diputados federales, 46% de los encuestados prefieren al partido guinda, mientras que 21% no ofrecen respuesta.

Por primera vez desde que se tiene registro, ni el PAN ni el PRI ocupan la segunda posición en las preferencias electorales. En esta ocasión, el segundo lugar corresponde a Movimiento Ciudadano, que alcanza 10% de las preferencias, aunque sigue estando muy por detrás de Morena.

Mientras tanto, el PAN y el PRI, otrora partidos dominantes, se encuentran prácticamente empatados con apenas 7% y 8% de apoyo, respectivamente.

Este cambio en la arena política refleja un declive sostenido de los partidos tradicionales y una reconfiguración del mapa electoral mexicano a partir de 2018.

De mantenerse esta tendencia, significaría no sólo el desplazamiento de los partidos que gobernaron el país en las últimas décadas, sino también la consolidación de nuevas fuerzas políticas.

La predilección por Morena y el rezago de los partidos tradicionales pueden explicarse, en gran medida, por el amplio triunfo de Morena en las pasadas elecciones presidenciales y el pobre desempeño de la coalición opositora.

El partido en el poder goza del denominado efecto de “irse con el ganador” o bandwagon effect. Este fenómeno puede observarse claramente en la evolución de la identificación partidista.

Tras la elección presidencial, el porcentaje de personas que se identifican como morenistas pasó de 27% en mayo de 2024 a 47% en noviembre del mismo año. Actualmente, la cifra se mantiene prácticamente igual (45%).

Por el contrario, PAN y PRI han experimentado el efecto de “alejarse del perdedor”. Tras la elección presidencial de 2018 ambos partidos vieron reducido el porcentaje de ciudadanos que se identificaban con ellos. Sin embargo, la elección de junio del año pasado redujo aún más esa cifra: en mayo de 2024, 10% de los encuestados se identificaban con PAN o PRI; hoy, menos de 5% lo hacen.

Otros indicadores refuerzan esta lectura. El análisis de la opinión sobre los partidos políticos revela que Morena sigue gozando de una imagen predominantemente favorable (70%). En contraste, PRI y PAN son percibidos negativamente por más de 60% del electorado, lo que podría representar un obstáculo para su capacidad de reconectar con los votantes. Es importante señalar que el deterioro en la imagen del PAN y del PRI no ocurrió después de la elección, sino durante la campaña presidencial del año pasado.

Uno de los aspectos más relevantes del estudio es la falta de una figura sólida que encabece la oposición. Cuando se preguntó a los ciudadanos a quién consideran el mejor representante opositor, las respuestas fueron dispersas, lo que refleja la fragmentación del bloque contrario a Morena: 31% respondió que nadie y 57% no pudo mencionar un nombre.

Además del proceso legislativo, la encuesta evaluó el nivel de conocimiento sobre la elección del Poder Judicial programada para junio de este año.

Los resultados muestran que este proceso sigue siendo poco conocido por la ciudadanía: sólo 13% de los encuestados saben la fecha exacta en que se llevará a cabo, mientras que otro 5% únicamente pudieron precisar que ocurrirá este año.

Para fines comparativos, antes de la elección presidencial del año pasado 56% de los ciudadanos conocían la fecha de la votación. La escasa atención prestada a la elección judicial podría traducirse en una baja participación electoral.

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