México invierte cuatro veces menos en educación y becas no frenan rezago

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Entre los países de la OCDE, México reporta el gasto más bajo en educación y un aumento de estudiantes que, pese a estar en edad de cursar el bachillerato, no asisten a la escuela.

Expansión.- Al inicio del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a cumplir 100 acciones de gobierno. De esa cifra, al menos seis estaban encaminadas a fortalecer la educación, pero al termino de su gobierno el presupuesto destinado a sus estudiantes no presenta buenas cifras.

De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el monto que México destina por estudiante para primera infancia, primaria y secundaria es hasta cuatro veces menos en comparación con los otros países que integran el organismo.
Las acciones del presidente López Obrador se concentraron en la creación de más universidades públicas, la cancelación de la reforma educativa de su antecesor, Enrique Peña Nieto, y sobre todo, en la entrega de becascuyos resultados no se han visto reflejados durante el sexenio.

Especialistas coinciden que pese a que estos programas contribuyen a fortalecer la educación, han resultado insuficientes contra el abandono escolar, debido a que no se han acompañado con otras políticas que resuelvan los problemas del sistema educativo ni han ido acompañadas de un presupuesto adecuado.

Presupuesto educativo

Contrario a lo que se requiere, el gasto educativo ha disminuido durante esta administración y se mantiene como uno de los más bajos entre 38 países, de acuerdo con el informe Panorama de la Educación 2024 de la OCDE.

En 2015, la inversión en educación fue equivalente al 5.08% del Producto Interno Bruto (PIB) y bajó a 4.6% en 2018, el último año del gobierno anterior. Para 2021 se redujo más, a 4.16%, por detrás de la media de la OCDE, de 4.91%.

“Esta disminución posiblemente afecte en mayor medida a las comunidades con mayor rezago social”, ha advertido Mexicanos Primero, una organización dedicada a la educación respecto al informe de la OCDE.

En todos los niveles escolares, el país mantiene una inversión por debajo de otras naciones. Por ejemplo, el gasto por cada niño o niña en la educación desde la primera infancia es de 2,804 dólares en México. En contraste, el promedio de la OCDE alcanza los 11,735 dólares por estudiante, cuatro veces más.

México también se ubicó en el último sitio en cuanto a la inversión en educación primaria durante 2021. El país gasta 2,933 dólares por estudiante, cuando el promedio de la OCDE es de 11,902.

Además se posicionó al final en el gasto en secundaria y medio superior, con 3,130 dólares por alumno, muy por debajo de la media de 13,324. Y en el nivel superior, México destina 6,093 dólares por estudiante, mientras que el promedio de la OCDE alcanza los 20,499.

Impactos en el aprendizaje

Con una baja inversión en el sector, es difícil garantizar el acceso a educación de calidad y escuelas dignas para el alumnado del país, sobre todo en las comunidades más pobres, coinciden especialistas en educación.

Al no invertir lo suficiente por estudiante, las escuelas en áreas pobres tienen menos recursos y esto perpetúa las desigualdades en la calidad de la educación que reciben las y los niños”,

Mexicanos Primero

La baja inversión en educación se manifiesta en el aprendizaje del alumnado y su permanencia en la escuela. El mismo estudio documenta un aumento en México de estudiantes que, pese a estar en edad de cursar el bachillerato, no están inscritos en la escuela.

En 2013, la proporción de alumnos fuera del bachillerato fue de 35%; bajó a 26% en 2019, pero repuntó a 31% en 2022. En ese periodo, México fue el país evaluado con el mayor aumento en estudiantes fuera de la escuela, de cinco puntos porcentuales.

“Esto podría deberse en parte a las interrupciones escolares y la incertidumbre causadas por la pandemia de COVID-19, que podría haber ralentizado el progreso anterior logrado por este país en la reducción del número de jóvenes desescolarizados”, apunta el informe.

Es cierto que la emergencia sanitaria trastocó la educación y sus impactos negativos se resienten todavía, pero otros factores inciden también, como la situación de pobreza de muchos estudiantes y el rezago académico acumulado, explica Patricia Ganem, encargada del área de investigación de la asociación Educación con Rumbo.

Cuando algún alumno enfrenta problemas de aprendizaje desde preescolar y no logra subsanarlos conforme avanza en grados escolares, detalla, es muy probable que abandone la escuela en niveles adelantados, porque cada vez le será más difícil comprender los contenidos.

“Hay cifras que nos preocupan, tales como que 4.7% de la población de 15 años y más no sabe leer o escribir un recado. Este rezago se encuentra con mayor gravedad en Chiapas, Michoacán, Guanajuato y Oaxaca”, expone.

Becas insuficientes

La principal estrategia educativa de este Gobierno ha sido la entrega de becas, pero ha resultado insuficiente “para mantener a las y los estudiantes en la educación básica”, concluye un análisis del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) del 27 de agosto.

Tan solo en el último año, el Gobierno destinó 42,807.6 millones de pesos a estos apoyos, que beneficiaron a 6.6 millones de niñas, niños y adolescentes de educación básica; 37,767.4 millones de pesos a las becas de 4.2 millones de estudiantes de bachillerato, y 12,614.3 mdp en becas para 471,298 estudiantes de educación superior, según datos oficiales.

Estas becas han contribuido a reducir en el corto plazo el abandono escolar en las escuelas que tienen más beneficiarios, pero sus efectos positivos son mayores en las secundarias ubicadas en municipios de baja marginación, agrega la evaluación de Coneval.

“El Programa solo disminuye el abandono escolar durante el primer año de implementación. Es decir, que el Programa no tiene impactos perdurables sobre la población que atiende”, sostiene el organismo.

Para algunas familias, las becas sí representan una ayuda para cubrir las cuotas, uniformes y útiles escolares; sin embargo, estas transferencias llegan en menor medida a los más pobres. En 2024, del total de municipios con estudiantes becados, 32% se clasifican con grado de marginación alto y muy alto; 51% en grado de marginación bajo y muy bajo, y el 17% restante son municipios con marginación media.

Así que, incluso quienes ven beneficios con las becas, tampoco pueden comprar los materiales que tendrían más impacto en el aprendizaje, como servicio de internet y dispositivos electrónicos. Además, las familias que viven en zonas sin bachilleratos no pueden costear la mudanza de sus hijos e hijas a otros lugares con escuelas, por lo que en el nivel medio superior es donde hay más estudiantes fuera del sistema, como reporta la OCDE.

Urge más presupuesto educativo

Ante los resultados del programa de becas, especialistas en educación insisten en la urgencia de incrementar el presupuesto educativo.

Sin mayor inversión será difícil hacer frente a los factores que desembocan en rezago educativo, menciona Paulina Amozurrutia, coordinadora de Educación con Rumbo.

Los graves problemas que enfrenta el sistema educativo, tales como falta de infraestructura, capacitación docente, entre otros, detona en un rezago educativo grave en México. Éste es el problema más grave que hoy encontramos”,

Paulina Amozurrutia, coordinadora de Educación con Rumbo.

Un mayor gasto en educación sí podría atender las problemáticas del sistema escolar que no se pueden resolver únicamente con la entrega de becas.

A dos semanas de que inicie el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, una científica que ha prometido ser la presidenta de la educación, los especialistas esperan se reconsidere el gasto educativo y se incremente en las proporciones necesarias, de al menos 6% del PIB, como establecen las recomendaciones internacionales.

“Es necesario replantear la asignación de recursos financieros para acrecentar el porcentaje del Producto Interno Bruto que se destina a la educación”, subraya Mexicanos Primero.

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