Migrantes enfrentan incertidumbre ante regreso de Trump al poder
En Tapachula, cientos de migrantes temen quedar atrapados mientras Trump promete eliminar CBP One y endurecer políticas migratorias tras su retorno a la presidencia.
Expansión.- Cientos de migrantes varados en la ciudad de Tapachula, Chiapas, viven entre la esperanza y la angustia a pocos días de que Donald Trump regrese a la presidencia de Estados Unidos.
En esta localidad fronteriza con Guatemala, las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) se han convertido en el epicentro de largas filas y desesperación, mientras los migrantes buscan obtener el salvoconducto necesario para avanzar hacia el norte.
Muchos de estos migrantes ya tienen cita para solicitar asilo a través de la aplicación CBP One, instaurada en 2023 por la administración Biden.
Sin embargo, Trump ha anunciado que eliminará esta herramienta tan pronto asuma el cargo el 20 de enero, alegando que fomenta la inmigración irregular. Esto ha convertido el tiempo en un enemigo para los migrantes que temen quedar atrapados en un limbo legal.
Dicha aplicación busca reducir la explotación de migrantes por traficantes y facilitar el acceso a permisos de trabajo temporales mientras se procesan las solicitudes de asilo. Aunque ha ayudado a ordenar el flujo migratorio, su eliminación podría agravar la crisis, dejando a miles sin opciones legales para ingresar a Estados Unidos
CBP One ha permitido a miles de solicitantes de asilo programar citas para su ingreso legal a Estados Unidos y acceder a permisos de trabajo temporales mientras se procesa su caso. Según datos oficiales, en el último año fiscal se registraron 2.1 millones de encuentros en la frontera sur, una disminución comparada con los casi 2.5 millones del periodo anterior.
Esperanza y frustración
Mientras tanto, las autoridades mexicanas enfrentan una creciente presión por agilizar los trámites. Las largas filas en Tapachula reflejan la desesperación de quienes ven acercarse el 20 de enero como un plazo fatal. Para muchos, la burocracia y la falta de recursos complican aún más su ya precaria situación.
Dayana Hernández, una venezolana de 36 años, tiene su cita para el 29 de enero, nueve días después de la toma de posesión de Trump. “Nos preocupa totalmente porque se dicen tantas cosas, y para nadie es un secreto que cuando Donald Trump dice esas cosas, las cumple”, comenta mientras espera el permiso de las autoridades mexicanas para evitar ser deportada.
El panorama es crítico para quienes intentan llegar a Estados Unidos antes del cambio de gobierno. Trump ha prometido implementar medidas drásticas, incluyendo el uso del ejército para llevar a cabo lo que ha calificado como la deportación más grande de la historia del país.
