Miles de nacionalistas israelíes corean “muerte a los árabes” durante procesión anual por Jerusalén

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Santa María Times.- Entre consignas de “muerte a los árabes” y “que tu aldea arda en llamas”, grupos de jóvenes judíos israelíes recorrieron el lunes los barrios musulmanes de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante una marcha anual para conmemorar la conquista israelí de la parte oriental de la ciudad.

Los comerciantes palestinos cerraron temprano sus negocios y la policía se desplegó a lo largo de los estrechos callejones antes de la marcha, la cual suele convertirse en una procesión ruidosa y a veces violenta de judíos ultranacionalistas. En un momento dado, un policía levantó los brazos en gesto de celebración al reconocer a un manifestante y acercarse para abrazarlo. Hacía un calor abrasador, con temperaturas que alcanzaron los 37 grados Celsius (98 Fahrenheit).

La policía mantuvo una estrecha vigilancia mientras los manifestantes saltaban, bailaban y cantaban.

Horas antes, un pequeño grupo de manifestantes, incluida una integrante del parlamento israelí, irrumpió en un complejo de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, conocida como UNRWA, en Jerusalén Este.

La marcha conmemora el Día de Jerusalén, que marca la captura israelí de Jerusalén Este, incluido el casco antiguo y sus sitios sagrados para judíos, cristianos y musulmanes, en la Guerra de los Seis Días de 1967. El evento amenazaba con recrudecer las tensiones en la ciudad después de casi 600 días de guerra en Gaza.

Jerusalén se encuentra en el corazón del conflicto entre israelíes y palestinos, quienes consideran a la ciudad como una parte clave de su identidad nacional y religiosa. Es uno de los problemas más delicados del conflicto y a menudo surge como un punto de fricción.

Israel considera a toda Jerusalén como su capital eterna e indivisible. Su anexión de Jerusalén Este no cuenta con reconocimiento internacional. Los palestinos quieren formar un Estado independiente con Jerusalén Este como su capital.

En la marcha del año pasado, que tuvo lugar durante el primer año de la guerra en Gaza, israelíes ultranacionalistas atacaron a un periodista palestino en el casco antiguo y llamaron a la violencia contra los palestinos. Hace cuatro años, la marcha contribuyó a desencadenar una guerra de 11 días en Gaza.

Autobuses turísticos que transportaban a jóvenes judíos ultranacionalistas se estacionaron cerca de las entradas a la Ciudad Vieja con cientos de personas procedentes de otras ciudades, incluidos asentamientos en la Cisjordania ocupada por Israel.

Al concluir la marcha de este año, los comerciantes árabes salieron rápidamente para comenzar a limpiar sus tiendas, las cuales quedaron cubiertas con calcomanías con la leyenda “Gaza es nuestra”.

La policía, que llamó a la procesión la “Danza de las Banderas”, informó que había detenido a varias personas y “actuó rápidamente para prevenir violencia, confrontaciones y provocaciones” .

Desde un parque arqueológico de Jerusalén Oriental ubicado en un barrio palestino, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu prometió “preservar una Jerusalén unida y completa, y la soberanía de Israel”. Añadió que el gobierno alienta a las embajadas extranjeras a reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, además de que estaba invirtiendo miles de millones de shekels en el desarrollo de la ciudad.

Voluntarios de las organizaciones propaz Standing Together y Free Jerusalem intentaron posicionarse entre manifestantes y residentes para evitar la violencia.

Un comerciante barría el suelo después de que manifestantes volcaron su fardo de hojas de laurel. Un grupo de jóvenes judíos israelíes siguió a una mujer palestina por las calles, llamándola “charmouta”, que en árabe significa “prostituta”.

” Este es nuestro hogar, este es nuestro Estado”, gritó un manifestante a una mujer palestina.

“¡Vete de aquí!” respondió ella en hebreo.

Aumento de visitas judías a un conflictivo sitio sagrado

El ministro ultraderechista de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, quien supervisa la fuerza policial del país, visitó un complejo en la cima de una colina sagrado para judíos y musulmanes, donde se encuentran hoy la Mezquita de Al Aqsa y la Cúpula de la Roca. Se pudo ver a un legislador israelí, Yitzhak Kroizer, rezando.

Los casos de lo que se percibe como intrusiones por parte de judíos en el lugar han desencadenado violencia generalizada en varias ocasiones durante décadas. Cuando lanzó su ataque del 7 de octubre de 2023, Hamás acusó a Israel de “profanar” el sitio.

“Estamos celebrando una festividad por Jerusalén”, dijo Ben-Gvir, acompañado por otros legisladores y un rabino. “Realmente hay muchos judíos inundando el Monte del Templo. Qué bonito es ver eso”.

Beyadenu, un grupo activista que fomenta las visitas judías al lugar, dijo que decenas de personas ascendieron el lunes al complejo envueltas en la bandera israelí y habían rezado allí.

Desde que Israel capturó el lugar en 1967, un entendimiento tenue entre las autoridades religiosas israelíes y musulmanas en el complejo ha permitido que los judíos —que veneran el sitio como el Monte del Templo, el lugar de los templos bíblicos— puedan visitar el lugar, pero no orar ahí.

Ben-Gvir señala que está cambiando ese statu quo. Los palestinos afirman que llevaba erosionándose durante mucho tiempo debido a un aumento en las visitas de judíos al lugar.

“Hoy, gracias a Dios, es posible rezar en el Monte del Templo”, dijo Ben-Gvir en el sitio, según un comunicado de su oficina.

La oficina del primer ministro señaló que no ha habido cambios en el statu quo. La policía dijo que la marcha del lunes no entraría en el sitio.

Para muchos en Israel, el Día de Jerusalén es una ocasión alegre que marca un momento de redención en la historia de su país, cuando se restauró el acceso al sitio sagrado judío clave del Muro Occidental y la ciudad se unificó. Pero en los últimos años, la marcha del Día de Jerusalén ha sido dominada por jóvenes israelíes nacionalistas y religiosos

Manifestantes irrumpen en complejo de la ONU en Jerusalén

El coordinador de UNRWA en Cisjordania, Roland Friedrich, dijo que alrededor de una decena de manifestantes israelíes, incluida Yulia Malinovsky, una de las legisladoras que impulsó una ley israelí que prohibió a UNRWA, entraron por la fuerza en el complejo, trepando su puerta principal a la vista de la policía israelí.

Los manifestantes sostuvieron una pancarta en la que pedían que el complejo se convierta en un asentamiento israelí. El ministro de Vivienda de Israel dijo el año pasado que había instruido al ministerio para “examinar cómo devolver la zona al Estado de Israel y utilizarla para vivienda”.

Israel ha acusado a la agencia, que es el mayor proveedor de ayuda en Gaza, de estar infiltrada por Hamás, acusaciones que la ONU rechaza.

La policía israelí no comentó de inmediato sobre el incidente.

El complejo ha permanecido mayormente vacío desde finales de enero, después de que UNRWA pidió a su personal que dejara de trabajar desde allí por motivos de seguridad. La ONU dice que no ha desocupado el complejo y que está protegido por el derecho internacional.

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