En los tres primeros meses, las bancadas de Morena en el Congreso han avalado 12 reformas constitucionales y secundarias, varias de las cuáles se aprobaron de manera exprés y aprovechando su mayoría.
Expansión.- Con el control de Morena en el Poder Ejecutivo y Legislativo, el oficialismo ha logrado aprobar y publicar reformas constitucionales y secundarias en tiempo récord: siete días.
La mayor parte de estas modificaciones se han avalado de madrugada, con prisa, sin escuchar a la oposición y hasta con errores que incluso han eliminado otras leyes. Mismas que ha su vez, han sido aprobadas en la Cámara revisora y luego en los congresos de los estados, minutos u horas después, sin pasar por una revisión o discusión. Esto es contrario a otras modificaciones que, en el pasado, han llevado más de un año ser aprobadas.
La fórmula es clara: Morena cuenta con dos terceras partes de los legisladores en la Cámara de Diputados y en el Senado, es decir, con la mayoría calificada, y además, también tiene mayoría en 27 de los 32 congresos locales, con lo que se puede aprobar cualquier reforma secundaria o constitucional que quieran y sin apoyo ni negociación con la oposición.
Esta situación la ha aprovechado Morena y aliados, Partido Verde y del Trabajo para que, en los tres primeros meses de la actual legislatura del Congreso de la Unión se hayan avalado y publicado 12 reformas constitucionales y secundarias, de las cuales solo cuatro fueron por unanimidad. Mientras otras cinco ya se encuentran en el Poder Ejecutivo en espeta de su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Leyes secundarias al Poder Judicial
Ante esta “aplanadora” de Morena, las reformas de Andrés Manuel López Obrador o Claudia Sheinbuam han salido en “fast track”. Por ejemplo, el primer paquete de leyes secundarias a la Reforma Judicial, que envió la presidenta Claudia Sheinbaum, es la que en menos días tardó en ser avalada y publicada, con sólo siete días.
Estas propuestas – que modifican la Ley de Carrera Judicial, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y la reforma a la Ley General de Responsabilidad Administrativa- establecen los cómos y cuándos para la elección de jueces, magistrados y ministros en junio de 2025.
El 8 de octubre fueron avaladas por las comisiones del Senado, que es el primer paso del proceso legislativo para su entrada en vigor, y seis días después fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Al ser una reforma secundaría no requirió la aprobación de los congresos estatales, lo que agilizó su entrada en vigor.
Supremacía constitucional
Otras de las reformas que se han resuelto de manera ‘exprés’ tanto en su aprobación como en su publicación es la de “ supremacía constitucional “, la cual impide al Poder Judicial controvertir cualquier cambio constitucional. Para esta los legisladores federales y estatales morenistas se llevaron nueve días para aprobarla y para que el gobierno de Claudia Sheinbaum la publicara en el DOF.
El 30 de octubre a las 22:35 fue aprobada por la Cámara de Diputados; inmediatamente, ese día fue enviada a los congresos estatales, pues al ser una reforma constitucional, debe ser avalada por 17 entidades. Tres minutos después y sin discusión, los legisladores de Morena de Zacatecas la avalaron con 18 votos a favor y 10 en contra.
Todavía no pasaban ni 24 horas y la reforma de “supremacía constitucional” ya había sido aprobada por los 17 congresos estatales, por lo que el 31 de octubre tanto la Cámara de Diputados y el Senado –las cuales sesionaron una en la mañana y otra en la tarde- emitieron la declaratoria de constitucionalidad. Por la noche de eses mismo día, la Secretaría de Gobernación publicó el decreto en el Diario Oficial para su entrada en vigor.
Este cambio constitucional fue presentado por los coordinadores de Morena en el Senado y en la Cámara de Diputados, Adán Augusto López y Ricardo Monreal, respectivamente a fin de atajar, que jueces de Distrito otorgaran amparos para detener la reforma al Poder Judicial.
Las prisas y los errores
La premura para sacar los encargos del expresidente Andrés Manuel López Obrador y de la actual mandataria Claudia Sheinbaum también ha llevado a que se cometan errores, pues al avalar la desaparición de órganos autónomos — entre ellos el INAI, el Coneval, Mejoredu, entre otros otros — Morena y aliados eliminaron parte de la reforma de “supremacía constitucional” sin darse cuenta.
Legisladores del PAN y PRI fueron los que alentaron que morenistas habían eliminaron tres párrafos relacionados con la “supremacía constitucional”, por lo que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, instruyó hacer una corrección para agregar lo eliminado.
“Eso lo eliminaron. Es de risa loca. O sea, lo que habían dicho que habían puesto, lo eliminaron, y eliminaron otro párrafo: ‘Son improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a esta Constitución'”, alertó el priista, Rubén Moreira.
Reforma al Poder Judicial
La reforma al Poder Judicial —una de las de mayor calado de los últimos años y la cual ordena que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por voto popular y directo— es otras de las reformas que diputados y senadores morenistas avalaron con rapidez, en la madrugada y fuera de las sedes originales de ambas cámaras.
Si bien tardaron 20 días en sacar esta modificación constitucional, se debió, en parte, a que juzgadores se manifestaron afuera de la Cámara de Diputados y del Senado para evitar el aval de esta propuesta, lo que provocó que legisladores retrasaran el debate.
Sin embargo, una vez que la reforma fue avalada en el Congreso de la Unión y ésta pasó a los estados, el proceso fue ágil, ya que solo llevó dos días para que más de 17 congresos locales dieran su aval a este cambio constitucional. Sin discusión, el primero en aprobar esta modificación fue el Congreso de Oaxaca.
Guardia Nacional
Ha sido apresurado la aprobación de las reformas que tan solo la discusión y votación de algunas de éstas se han dado en la noche y madrugada. En este caso se encuentra la iniciativa del entonces presidente López Obrador que establece que la Guardia Nacional estará bajo el mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Esta modificación comenzó a ser discutida a las 21:30 horas el martes 24 de septiembre en el Senado; mientras, los congresos estatales ya estaban preparados para recibir en cualquier momento la reforma, por lo que iniciaban sus sesiones y se iban a receso en espera a que llegara.
A las 6:15 del 25 de septiembre, la Cámara alta aprobó este cambio constitucional y lo envió a los estados.En menos de una hora, el pleno Congreso de Tabasco ya estaba discutiendo esta modificación, y cerca de las 10:00 los legisladores, en su mayoría de Morena, la aprobaron.
Ese mismo día se sumaron a este proceso 16 entidades, por lo el 29 de septiembre tanto el Senado como la Cámara de Diputados emitieron la declaratoria de constitucionalidad y unos minutos antes de que López Obrador dejara la presidencia el 30 de septiembre, la pudo publicar en el DOF.
Esta reforma tardó 38 días es ser discutida y publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), debido a que la mayoría de las iniciativas que presentó López Obrador en febrero de 2024 —entre ellas la de la Guardia Nacional— fueron avaladas por la legislatura pasada del Congreso de la Unión. Sin embargo, los últimos pasos del proceso legislativo se realizaron en seis días.
Morena retoma prácticas del PRI
Para Gustavo López-Montiel, profesor en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, estas prácticas de aprobar reformas de manera rápida, son una herencia del priismo de los años 70, pero en ese tiempo se “cuidaban más” las modificaciones.
“Es un tema que ya habíamos superado. Eso se hacía en la época del PRI. Una ley podría pasar en un día, pero en realidad las leyes tenían un poco más de cuidado. Como se sabía que tenía mayoría, y esa mayoría no se negociaban al interior, sino que todos votaban como les indicaban. La ley se cuidaban y había menos errores”, menciona en entrevista.
El politólogo considera que ahora Morena aprueba de forma rápida las leyes, porque al haber diversos grupos internos en el partido, alguno de ellos puede ponerse en contra de alguna modificación y esto implicaría, que Adán Augusto López como Ricardo Monreal, coordinadores de las bancadas, tuvieran que negociar con los propios morenistas.
“Como Morena es un grupo más diverso. Para quienes coordinan Morena (en el Senado y en la Cámara de Diputados) encuentran muchos intereses y actores que se le pueden poner en contra; entonces, prefieren avanzar más rápido y eso hace que avancen las reformas, porque si se esperan, tendrían que entrar en negociar no solo con la oposición, sino con los grupos al interior”, declaró.
Mientras, Paulina Creuheras, subdirectora de la consultoría Integralia, considera que aprobar apresuradamente reformas puede tener un propósito electoral y discursivo, ya que los resultados, positivos o negativos, se verán en este sexenio; sin embargo, dice que esto puede traer consecuencias tanto para las autoridades que aplicarán la ley como para los jueces que la interpretan.
“Hacer las cosas a las prisas, hace que se evite ver el detalle, haya contradicciones y en la implementación, puede existir muchos obstáculos”. – Paulina Creuheras, subdirectora de Integralia.
“Esto le representa problemas a la autoridad que ejecuta la ley, a los jueces que las tiene que interpretar y a los particulares porque se ven ante mucha incertidumbre y tiene que acudir a la justicia para que les aclaren estos problemas. El beneficio es que los resultados, sean negativos o positivos, se verán de manera pronta”, comentó.
Por su parte, Juan Manuel Ureiro, también consultor en Integralia, dice que Morena al tener la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados para aprobar cualquier reforma secundaria o constitucional, evita las negociaciones con la oposición para aprobar las iniciativas y esto, genera generar que las reformas tengan “errores” o haya “ocurrencias” legislativas.
“El principal problema que notamos en una escenario donde el oficialismo se basta por sí mismo para aprobar reformas no solo a nivel secundario, sino constitucional. Esto puede llevar a errores en la media que al no haber necesidad de negociar las iniciativas del oficialismo, pues solamente se hablan entre ellos. Uno de los principales errores que notábamos es que al bastarse ellos, vamos a ver esta clase de errores (en las reformas) y en algunos casos, ocurrencias legislativas”, señala el experto.
Además, explica que desde 1997, cuando el PRI pierde la mayoría en la Cámara de Diputados, no se veían un escenario parecido al que se da actualmente, donde una bancada parlamentaria, junto con aliados, aprobara reformas sin negociación y de forma tan rápida.
“Sí estamos tomando unas reminiscencias del pasado, las estamos reviviendo”. – Juan Manuel Ureiro, consultor en Integralia.