Morena va por plan de “arquitectura electoral” para lograr mayoría del Senado

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La fórmula de Morena incluye una estrategia de separar su alianza con PT y Verde en 12 entidades para una contienda en la que se presten candidatos.

Expansión.- Morena puso en marcha una nueva estrategia para ampliar sus posibilidades de alcanzar la mayoría calificada en el Senado, en el que hasta ahora le ha sido imposible romper el bloque de contención opositor, con la esperanza de ganar no sólo la mayoría de los estados, sino arrasar y hacerse de los tres escaños en disputa en 12 entidades.

El acuerdo de la Coalición parcial Seguimos Haciendo Historia que une a Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde (PVEM) contempla ir juntos a disputar la Presidencia, un total de 260 diputados de mayoría relativa y senadores en 20 estados, pero en 12 entidades los tres partidos aliados jugarán por separado y serán adversarios en una arquitectura electoral que podría redituar en más escaños.

Sin embargo, expertos electorales desestiman las posibilidades de éxito de la estrategia y consideran que es numéricamente imposible que la “Cuarta Transformación” alcance la mayoría calificada con o sin plan.

“La preocupación de que el bloque oficialista alcance la mayoría calificada en el Senado para que pueda reformar la Constitución numéricamente no es factible, no hay forma, es imposible”, asegura Said Hernández, analista de Integralia y doctorante en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.

José Antonio Crespo, politólogo especializado en temas de democracia y elecciones coincide en que, para conseguir la mayoría calificada en el Senado, la Cuarta Transformación “necesitaría ganar todos los estados y 60% o más de la votación”, es decir, mucho más de lo que pudiera tener esa coalición en la elección presidencial, lo cual se antoja difícil.

“Es un umbral demasiado alto y no creo que Morena o su coalición vaya a sacar esa votación”, estima, pues “normalmente los presidentes sacan más votación que sus partidos en el Congreso, no a la inversa”.

Este es el Plan C de arquitectura electoral

En el Senado se elegirán 128 senadores, 96 de ellos de mayoría –tres por cada entidad federativa– además de 32 plurinominales. La mayoría calificada necesaria para reformar la Constitución requiere del voto de 86 legisladores en caso de que acudan todos.

En cada una de las 32 entidades al partido o coalición más votada tocan dos escaños (su fórmula 1 y 2), y al que quede en segundo lugar le corresponderá un senador de primera minoría.

Sin embargo, Morena, PT y PVEM decidieron ir a la elección al Senado en 20 entidades de forma coaligada y en 12 ir separados.

El plan consiste en que, en estados de fuerza morenista, se lleven las posiciones 1-2 en el Senado, y aspiran a quedarse también con el segundo lugar en votación, es decir, la primera minoría, misma que tocaría a la oposición o bien al PT o PVEM.

En algunos estados estos aliados competirían, incluso, con “morenistas disfrazados”, es decir, candidatos prestados para contender con el registro petista o verde.

Así, aunque para analistas es difícil que Morena pueda hacerse de mayoría calificada, pues requeriría arrasar en las senadurías, al menos en estados donde la oposición no pinta la 4T podría posicionarse en la Cámara de Senadores, misma que hasta ahora le ha sido imposible controlar y donde existe el llamado “bloque de contención” formado por la oposición.

El líder nacional de Morena, Mario Delgado, reconoció la separación de la alianza en una de sus conferencias:

“Para el Senado, vamos a ir en 20 entidades como coalición, unidos para ganar la primera fórmula. Pero vamos a ir también en 12 entidades, separados. No es porque no nos hayamos puesto de acuerdo, sino porque son entidades donde vamos a salir a buscar los tres senadores, es decir, ganar la primera mayoría y la primera minoría, ganar los dos: senador- senadora y la primera minoría”, indicó.

El morenista aseguró que se tenía todo medido: “Es un cálculo que se ha hecho de manera muy meticulosa, donde tenemos fortaleza para tener la mayoría en la Cámara de Senadores”, dijo y señaló que nadie puede decirse sorprendido.

“Es una estrategia del Plan C. Siempre lo dijimos: vamos por lograr la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados”.

Mario Delgado, líder nacional de Morena.

De acuerdo al Convenio en las 12 entidades, donde los tres partidos serán competidores entre sí son:

  • Baja California
  • Campeche
  • Chiapas
  • Hidalgo
  • Oaxaca
  • Querétaro
  • Tabasco
  • Tlaxcala
  • San Luis Potosí
  • Sinaloa
  • Sonora
  • Tamaulipas

En todas esas entidades, Morena, PT y PVEM ya registraron a sus propios abanderados y, de hecho, la estrategia les sirvió para postular a sus propios perfiles competitivos y evitar rompimientos internos.

En otros se dará juego a la posibilidad de que PVEM y PT alcancen sus propios escaños, con abanderados “prestados” por Morena, o incluso ese mismo plan permitió a esos partidos cumplir cuotas comprometidas con sus militantes que de otra forma pudieron haberse rebelado.

El cálculo de los expertos

Said Hernández, de la consultora Integralia explica que haber roto la coalición en entidades como Guerrero, Querétaro fue una estrategia calculada:

“Creo que tuvo que ver con garantizar la candidatura y el triunfo de figuras nacionales”, resalta los casos de Félix Salgado Macedonio, en Guerrero, o Santiago Nieto Castillo, en Querétaro.

Además, en el caso Guerrero, considera que influyó el contexto local, la catástrofe tras el huracán Otis y los escándalos de violencia que genera el narcotráfico.

La decisión de la Coalición se explica por contextos locales pero, insiste, es prácticamente imposible que el plan garantice a Morena mayoría calificada en el Senado.

“En la Cámara de Diputados, digamos que hay una probabilidad alta de que logre la mayoría, pero en el Senado es numéricamente imposible”, valora.

“Suponiendo que Morena puede ganar en todas las entidades, las 64 senadurías de mayoría -dos por entidad- y este escenario es totalmente extremo, o sea, es imposible que gane las 32 por más que sea una fuerza política hegemónica. Pero suponiendo que sí ganen las 32 debe de ganar 22 senadores de representación proporcional.

“¿Por qué? Porque la mayoría calificada son 86 senadores, entonces en este hipotético y muy lejano caso de que gane Morena y su coalición los senadores de las 32 entidades, tendría 64 senadores”, detalla.

Además, tendrían que ganar por la vía plurinominal 22 senadores de la lista nacional.

“Para eso, por lo menos necesitaría 65 o 66% de la votación. Esto nunca lo ha ganado un partido o una coalición, ni en el 2018 que fue el fenómeno del tsunami morenista. Ni siquiera en ese año lograron esa votación”, detalla.

Morena “presta” candidatos al PT y al Verde

En Oaxaca, el partido a cargo de Mario Delgado registró para competir por un espacio en el Senado al hombre de todas las confianzas del gobernador Salomón Jara: Antonino Morales, su exsecretario de Administración, y en segunda fórmula la diputada local con licencia Luisa Cortés.

El PT apostó por el hoy diputado con licencia Benjamín Robles Montoya, pero el PVEM postuló a Laura Estrada Mauro, figura “prestada” por Morena, pues es diputada local con licencia por ese partido; en segunda fórmula, los verdes registraron a Roberto Camerino Pérez, presidente con licencia del municipio de San Pedro Ixtlahuaca.

Un préstamo similar ocurrió en Tlaxcala, pues fue el PVEM el que registró como propio a Sergio González Hernández, hasta hace unas semanas secretario de Gobierno en la administración estatal a cargo de la mandataria morenista Lorena Cuéllar y ahora el candidato de primera fórmula al Senado por el Verde; en la segunda va Isela Rojas Amador, quien fuera funcionaria del Bienestar federal.

En este caso el morenismo “prestó” también a varios suplentes, pues el de González es el actual diputado federal por Morena, Steve del Razo Montiel, y la de Rojas es la morenista Karime Abascal Castro.

Sin embargo, Morena va oficialmente con sus propias cartas: el senador actual José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera. El PT abanderó a Rodrigo Cuahutle y a la expanista Oralia López.

Compiten “de a mentis”

Otras entidades en donde los dirigentes decidieron no ir en coalición, pero intentarán hacer el 1-2 con el “plan reforzado” son las siguientes:

Baja California, actualmente gobernada por Morena, y en donde los tres partidos van separados. Dada la fuerza de la llamada “4T” en el estado, los aliados “competirán” por el primer lugar en votos y por el segundo lugar.

De tener la mayoría, corresponderá a Morena, al PT o al PVEM los escaños uno y dos del Senado por el principio de mayoría relativa. Al segundo lugar en votos (que podría corresponder a la oposición o un aliado de Morena) le tocaría el tercer escaño senatorial que le toca a esa entidad.

Ahí Morena apostó por postular a Andrea Ramírez, actual diputada del ala dura morenista y también a Armando Ayala Robles.

El PVEM no tiene fuerza en esa entidad y su abanderada renunció, así que está pendiente la designación. Pero con un perfil nada menor, Morena apuesta a alcanzar el tercer escaño senatorial de ese estado con Jaime Bonilla Valdez, quien ya fue gobernador en la entidad, es actual senador, pero no va por la Coalición sino que fue registrado por el PT.

Y buscará no sólo repetir en el cargo sino captar a la disidencia, pues en la entidad es Bonilla quien ha encabezado a la oposición al gobierno de la gobernadora morenista Marina del Pilar Ávila Olmeda.

El mismo caso se repite en Chiapas, estado que ya fue gobernado por el PVEM. Va postulado por ese partido a la primera fórmula Luis Armando Melgar Bravo, quien hasta 2015 ya fue senador pero por el PRI, fue directivo de Proyecto 40, presidente de Fundación Azteca Chiapas y titular de Banco Azteca.

En la segunda fórmula verde va la empresaria María Eugenia Culebro, gerente general del grupo Hoteles María Eugenia, con presencia en Chiapas y Guerrero.

Pero con la idea de que PVEM o Morena queden en segundo lugar en la entidad, con lo que la “4T” tendría los dos escaños senatoriales de mayoría, más el escaño de la primera minoría, el partido guinda postuló a Sasil de León, actual senadora.

A diferencia de Baja California, en esta entidad el PT no pinta y aún no ha definido quién encabezará la primera fórmula, aunque la reservó para una mujer de origen indígena. En la segunda registró a Edwin Rolando Herrera, exdirector en Secretaría del Trabajo y Previsión Social de la Universidad Autónoma de Chiapas.

Ejemplos en las entidades

En Hidalgo, también se apostará por tener también los tres espacios del Senado aunque con figuras muy cercanas al PRI y antes cuestionadas por el morenismo.

Morena postuló a la actual diputada con licencia Simey Olvera, quien sí milita en Morena, pero en segunda fórmula anotó a Cuauhtémoc Ochoa expriísta, exmiembro del Consejo de Pemex con Emilio Lozoya.

El PVEM postuló a Yareli Melo Rodríguez, quien hasta hace unos meses era exsecretaria general del PRI en el estado.

Y el PT va con Oscar Damián Sosa Castelán, hermano de Gerardo Sosa, líder del Grupo Universidad conocido como “La Sosa Nostra”, ambos acusados como parte de la triangulación de recursos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) a empresas fantasma. De hecho el abanderado petista admitió estar amparado para evitar cualquier aprehensión.

En San Luis Potosí, que gobierna Ricardo Gallardo, del PVEM, también cada partido va por su lado. El PVEM dio su primera fórmula al Senado a Ruth Gonzáles Silva, esposa del mandatario estatal y en segunda fórmula al diputado federal con licencia Gilberto Hernández, exalcalde de Soledad de Graciano Sánchez, cuna del gallardismo.

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Disputará el escaño por Morena, Rita Ozalia Rodríguez, hermana de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, y en segunda fórmula Juan Ignacio Segura Morquecho, extitular de Desarrollo Social local.

El PT registró a Teresa de Jesús Mendoza, exaspirante a diputada local petista y expriista, además del diputado local René Oyarvide.

Otro ejemplo de la estrategia es Tabasco, donde la 4T aún es mayoritaria. Morena lanzó al Senado a Rosalinda López –exdiputada federal y esposa del gobernador de Chiapas, –y a Oscar Cantón.

Pero el PT anotó a Juan Carlos Ortiz y a Gladys López. El PVEM el líder verde estatal Miguel Armando Vélez y la exrepresentante de belleza “Mexicana Universal” Bárbara Paola Aranguren.

También van separados en Guerrero. Ahí Morena impulsó a Beatriz Mojica Morga, quien fue candidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a gobernadora y en segunda fórmula a Félix Salgado Macedonio –padre de la gobernadora Evelyn Salgado–, por lo que podrían hacer el 1-2 en la entidad.

De mantener la actual presencia de la 4T en el estado, PT o PVEM podrían quedar en segundo lugar y por ende retener el tercer escaño.

Sin embargo, a diferencia de otras entidades los abanderados que lanzaron ambos aliados son prácticamente desconocidos: Yuridia Guerrero, el PT y el PVEM lanzó a María Luisa Vargas Mejía, diputada local y exdirectora de la paraestatal Agroindustrias del Sur.

En el caso de Querétaro, entidad gobernada por el PAN, la “Cuarta Transformación” también va sola y aspira a ser al menos la primera minoría con los perfiles de Morena: la exdiputada federal Beatriz Silvia Robles y el extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo.

El PT y el PVEM van también solos, pero con abanderados desconocidos.

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