Murió Shuntaro Tanikawa, gigante de la poesía japonesa de la posguerra

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La Jornada.- El autor japonés Shuntaro Tanikawa, candidato al Premio Nobel de Literatura y uno de los principales poetas de la posguerra en ese país, falleció la tarde del 13 de noviembre a los 92 años por problemas derivados de su avanzada edad, difundió el diario japonés Nikkei.

El funeral del también traductor nacido en 1931 en Tokio se realizó en días pasados, con la presencia de familiares cercanos, encabezados por su hijo mayor, Kensaku Tanikawa.

En México se han editado el poemario Sin conocer el mundo (2007), el primero publicado en español traducido directamente del japonés; Dos mil millones de años luz de soledad (2014), y la antología Amor, jazz, desnudez, viajes, una cocina a media noche y poesía selecta (Dragón Rojo/Fundación Japón, 2024). Las versiones en español corrieron a cargo de la escritora Cristina Rascón Castro.

Sencillez y complejidad

La narradora, amiga de Tanikawa desde hace casi dos décadas, señaló a La Jornada que la obra del poeta le parece fascinante por la aparente sencillez del lenguaje, pero en el que se manifiesta la complejidad de la naturaleza humana. No te quedas indiferente ante sus poemas, y siempre hay algún giro que puede provocar ternura, sorpresa o te hace pensar.

Rascón añadió que el escritor experimentaba en la forma de sus textos. Cambia de versos mínimos al largo aliento, la prosa poética, que es musical, y juega con el lenguaje a partir de muchísima libertad y ritmo.

Según la traductora, Tanikawa enfatizaba que no era una persona académica, sino alguien muy experimental, y buscaba que la poesía se comunicara con las otras bellas artes, como la escultura, la pintura y la música, sobre las que escribió poemas.

En una entrevista con la agencia Ap en 2022, Tanikawa expresó: Para mí, la lengua japonesa es la tierra. Como una planta, echo mis raíces, bebo los nutrientes de la lengua japonesa, brotan hojas, flores y doy frutos.

Fue uno de los poetas japoneses más leídos y respetados, tanto en su país como en el extranjero. A los 18 años publicó sus primeros poemas en el diario Mundo Literario y en 1952 su primer libro: Dos mil millones de años luz de soledad.

Además de poesía escribió textos para niños, teatro, guiones para cine, televisión y radio. Tradujo al japonés la tira cómica Peanuts y los Cuentos de Mamá Ganso. También es responsable del tema de la serie Astro Boy.

En poesía, se alejó del tradicional haikú y experimentó con verso libre en la búsqueda de nuevas métricas y ritmos. El grupo DiVA interpreta sus poemas en un estilo parecido al jazz.

Escribió más de 60 libros y algunos fueron traducidos al inglés, francés y chino, entre otros idiomas. La versión de uno de sus poemarios recibió el American Book Award en 1988. Obtuvo los premios literarios más importantes de su país.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura consideró al poeta de traducción prioritaria por ser distintivo de Japón desde la década de los 70 del siglo pasado.

Muchos de sus poemas, como Relevo matinal, han sido adoptados para su uso en libros de texto de lengua japonesa y son apreciados por personas de todas las edades.

Nikkei consignó que Tanikawa expresaba su aguda sensibilidad en un lenguaje fácil de entender y publicaba poemas con profundo sentimiento poético e ideas de gran alcance. También se dedicaba a la lectura y daba conciertos en diversos lugares con su hijo mayor, el músico Kensaku.

El diario británico The Guardian difundió este martes que el autor japonés “era amable y sencillo, y solía leer en público con otros poetas. Nunca parecía tomarse demasiado en serio a sí mismo, pero solía confesar que lo único que lamentaba en la vida era no haber terminado nunca sus estudios, ya que los abandonó en medio del estrellato a una edad temprana.

Su relativo aislamiento de la escena poética de la posguerra japonesa, desoladoramente seria y erudita, probablemente le ayudó a adoptar su enfoque de verso libre que llegó a innovar y definir la poética contemporánea japonesa.

El diario refirió la postura de Tanikawa: Tengo más curiosidad por saber adónde iré cuando muera. Es un mundo diferente, ¿verdad? Por supuesto, no quiero dolor. No quiero morir después de una operación importante ni nada parecido. Sólo quiero morirme de repente.

Le sobreviven su hijo Kensaku, compositor; su hija Shino, y varios nietos. Los funerales se celebraron en privado con familiares y amigos. Se planea un acto de despedida en su honor, dijo Kensaku Tanikawa.

Poema de Shuntaro Tanikawa incluido en Sin conocer el mundo (Plan C Editores, 2007), publicado con el permiso de la traductora Cristina Rascón Castro.

El camino a Kurabuchi

El camino a Kurabuchi está lleno de curvas
al norte se despliegan montañas bajas
al sur parece oírse el murmullo del agua fluyendo en un río

poco a poco, las curvas de la senda atraviesan el campo que lleva hacia la montaña,
entre los arbustos, dispersas, se abren las flores
si se ven de lejos no son flores llamativas
pero cerca, cuando anhelas cortarlas, todas son particularmente bellas,

a mitad de camino a Kurabuchi mi mujer y yo recogimos un manojo de flores
eran pocos los nombres de flores que sabía
y tantos los nombres de ideas abstractas que conozco

hace sesenta años llevaba flores a la pequeña casa que construyó mi padre
y las arreglaba en un jarrón de porcelana blanca remendado con alambre
qué bueno sería recordar este día después de la muerte
una vez que olvide todas las palabras

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