Uno de los mitos científicos más famosos es la supervivencia de las cucarachas en el caso de que se produjese una catástrofe nuclear. Sin embargo, esta afirmación está muy lejos de la realidad.
National Geographic.- Bien sea por su aspecto, por sus hábitos o porque son casi imposibles de erradicar, las cucarachas no figuran entre los animales favoritos de la gente. De hecho, su resistencia es la clave de su éxito evolutivo. Supervivientes natas, llevan en la Tierra unos 300 millones de años; perduraron a la extinción de los dinosaurios, llevan décadas sorteando todo tipo de insecticidas e incluso pueden vivir unas semanas sin cabeza. Parece que las cucarachas han venido para quedarse, ¿pero son realmente capaces de sobrevivir a un desastre nuclear?
Esta teoría surgió después de los bombardeos atómicos de 1945 en Hiroshima y Nagasaki, cuando empezaron a circular informes que afirmaban que los únicos signos de vida que quedaban en las ciudades japonesas eran cucarachas correteando entre las ruinas. El profesor Tilman Ruff, médico de salud pública especializado en consecuencias ambientales de ataques nucleares, subraya que, a pesar de que posiblemente algunos insectos fuera del punto de impacto sobrevivieran, se habrían visto perjudicados por las radiaciones emitidas por las bombas.
Las cucarachas pueden soportar una dosis de 10.000 rads de radiación, 10 veces superior a la que en un ser humano resulta letal.
La radiación ionizante liberada en la atmósfera tras una explosión nuclear se expande por el medio ambiente y afecta a los seres vivos en diferentes grados, según el tiempo de exposición y la dosis recibida, causando desde cáncer o enfermedades cardiovasculares hasta la muerte de las células. Para comprobar el nivel de tolerancia de las cucarachas a este tipo de radiación, un equipo del programa de televisión Mythbusters (Cazadores de mitos) de la cadena Discovery Channel realizó un experimento –emitido en un capítulo en 2008– en el que se expuso a varios insectos a diferentes grados de radiación. Los resultados mostraron que las cucarachas pueden soportar una dosis de 10.000 rads de radiación, 10 veces superior a la que en un ser humano resulta letal.
Un Experimento Incompleto
Sin embargo, algunos científicos puntualizan que el experimento era incompleto, ya que no se tuvo en cuenta cuánto tiempo sobrevivían las cucarachas tras la exposición ni tampoco cómo afecta la radiación a su capacidad de reproducción, que, dada la gran cantidad de huevos que ponen, es vital para su supervivencia. Asimismo existen casi 5.000 especies de cucarachas, lo que hace muy difícil generalizar los resultados.
Por otro lado, hay insectos que resisten mucho mejor la radiación. Por ejemplo, la mosca de la fruta puede tolerar unos 64.000 rads de radiación y las avispas de la familia de los bracónidos, hasta 180.000, y eso sin que disminuya su eficiencia reproductiva. Hay otros organismos, como los tardígrados o ciertas clases de bacterias, que son capaces de soportar la friolera de hasta tres millones de rads. Ante estas cifras, el mito de que las cucarachas pueden sobrevivir a una catástrofe nuclear parece que les queda un poco grande.