El mandatario potosino destaca que en un año de su gobierno ha hecho más que la administración pasada en todo el sexenio; vamos por más inversión, dice.
El Universal.- Destacando la recuperación de San Luis Potosí, con una inversión histórica en infraestructura, programas sociales y un proyecto de seguridad sólido, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona llega a la entrega de su primer informe de gobierno.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el mandatario estatal habla también de la buena relación que mantiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que le ha valido que, incluso, algunos lo incluyen como parte del movimiento que el mandatario federal morenista encabeza.
¿Cómo se sienten San Luis Potosí y Ricardo Gallardo tras este primer año de gobierno?
—Estamos muy contentos, fue un año muy productivo y de muchas enseñanzas para el equipo y la ciudadanía, y no por lo que hayamos hecho, sino más bien por lo que se había dejado de hacer durante más de 12 años. En este nuevo gobierno se demostró que sí se puede trabajar. Recuperamos muchos empleos perdidos tras la pandemia, más de 28 mil.
Se trajeron nuevas inversiones al estado, y en el tema de infraestructuras hay algo muy importante: se invirtieron más de 6 mil millones de pesos, cuando en el pasado gobierno, el último año hizo mil 200 millones. Prácticamente hicimos en un año lo que el sexenio pasado hizo en todo su mandato y eso la gente lo vio.
¿Cuáles fueron los cambios a la estrategia de seguridad?
—Cuando nosotros llegamos al estado había 4 mil elementos de la policía estatal, de los cuales sólo mil estaban en la calle, unos 2 mil 500 eran administrativos y 500 elementos estaban asignados a escoltas de políticos, empresarios y de gente poderosa.
Llegamos e hicimos una reforma estructural, pero sobre todo legislativa, con lo que logramos tener una Guardia Civil estatal, a la que dotamos de equipamiento, armamento de alto poder y además la hicimos una corporación de alta fiabilidad, que cuenta con certificaciones y donde a los elementos se les capacita tres veces al año. Además, sólo está quien pasó el examen de control de confianza, quien pasó los polígrafos.
Este año la incidencia delictiva bajó más de un 40% en todo el estado. Hoy tenemos 3 mil 500 policías en las calles y un buen equipamiento.
Hablando de la Federación, ¿cuál ha sido el apoyo que ha recibido del Presidente?
—Mucho. Han ayudado mucho a San Luis Potosí, agradezco al Presidente las atenciones que ha tenido con el estado, ha sido una parte fundamental para el crecimiento. Aquí lo queremos mucho y siempre va a ser muy bien recibido cuando venga.
La cercanía que ha mostrado con el presidente López Obrador ha dado lugar a voces que consideran que ya es parte de la Cuarta Transformación, ¿es así?
—No soy morenista, nunca lo he sido, pero sí he sido obradorista. Siempre he tenido un afecto al Presidente, venimos del PRD, fuimos compañeros de partido durante muchos años y creo que los ideales de los obradoristas van por encima de una Cuarta Transformación o de cualquier partido, eso es con lo que me puedo quedar.
En los años que siguen, ¿cuáles son los principales retos?
—Todavía falta mucho por hacer. Este año recuperamos prácticamente lo que no se hizo un sexenio completo, el próximo año vamos a recuperar otro: los 12 años que San Luis Potosí estuvo hundido y atrasado.
Vienen cosas muy importantes, vamos por un récord de 7 mil millones de inversión en el tema de infraestructura, y tenemos el reto de actualizar todos los hospitales del estado y ponerlos en un primer nivel, vamos a subir 25% de apoyos sociales y vamos a traer más inversionistas.
Recientemente se ha generado polémica con una propuesta de pena de muerte a los asesinos y feminicidas, y castración a los violadores, ¿se mantiene firme en ello?
—Sí. Desgraciadamente las leyes han sido muy vulneradas, y hablo de mi estado, de defenderlo. Por fortuna aquí sí vamos a poder llevar a cabo el tema de capar a los violadores.
En San Luis pasa que violan a jovencitas, las matan, y a los seis meses salen los delincuentes de prisión. Ha habido casos donde el mismo abuelito o padrastros han violado, incluso, a bebés de un año y no sucede nada. Yo creo que eso es porque no hay una ley que en verdad los detenga a hacer las cosas. Se necesita mano dura para que a veces una parte de la sociedad entienda que está enferma, que no se puede atentar contra los demás.
El tema de la castración y del capamiento es posible porque entra dentro del ámbito local. El tema de pena de muerte se va a ir a un nivel federal, los diputados tienen que meterla y es probable que allá la rechacen las bancadas conservadoras.