La soledad existencial es el entendimiento de que hay experiencias que a cada uno nos toca vivir solamente como las sentimos de manera particular, es decir, el cómo nos sentimos no es algo compartido por otra persona.
Nuestro terapeuta, Carlos Ávila Pizzuto, nos dijo que esta situación resulta solitaria, sobre todo cuando encontramos otras personas cuya experiencia es diferente a la nuestra y eso nos lleva a sentirnos solos.
En entrevista para Arriba San Luis con Jesús Aguilar, explicó que esa experiencia “solitaria” es algo con lo que corresponde aprender a lidiar, “no nos corresponde superarla, cuando comunico, cuando quiero poner en común lo privado, yo trato de poner en palabras un poco de mi experiencia para que tú conozcas cómo es que yo la experimiento en mí y ahí trato de crear un puente contigo, sin embargo solamente es un intento, ya que jamás voy a poder hacerte saber cómo se siente lo que yo siento”.
Señaló que en el caso de los conflictos es importante entender que cada quien tiene una experiencia única y que así corresponde que sea.
Por otra parte indicó que en nuestro tiempo y en nuestra cultura, a diferencia de la soledad existencial, se tiene una invitación a aislarse, con un constante señalamiento a las personas de hacer todo por sí solas.
“Trata de poder por ti mismo, no te dejes afectar por lo que los demás piensen o digan, cuida tu energía, que los demás no te la quiten, mantén una vibración personal que no sea afectada por el resto”.
Todas estas, afirmó, son invitaciones narcisitas al tratar de que la persona tenga un impacto en el mundo, sin que el mundo tenga un impacto en la persona.
Es decir, tratar de que no nos importe la vida de otros, la soledad de otros o la experiencia de otros, y ese asilamiento, añadió, lo que provoca es un exceso de estrés, de desgaste, el no tener espacios dónde compartir las decepciones propias.
“Puedo ser una persona muy alegre, pero no todo el tiempo voy a estar muy alegre y si yo trato de sostener mi alegría aislandome, cuando me sienta triste, solo o asustado, no voy a poder compartirlo porque estoy tratando de hacer ver a otros que a mí no me pasa nada, de que soy invulnerable y estoy generando una islamiento que está detrás de las mayores complicaciones de lo que llamamos enfermedad mental”, apuntó.
Ávila Pizzuto precisó que al tratar de resolverlo todo de manera aislada pueden surgir ideas torpes sobre como lidiar con el sufrimiento, con la angustia, con la ansiedad, cuando en realidad necesitamos una comunidad para estar bien, un círculo con quien compartir y dejar esta idea de que las personas pueden solas.
Aclaró que la “soledad existencial” es algo que se espera tener y no hay nada de malo en el sentir que “hay una diferencia entre tú y el otro, un no poder estar plenamente cercano al otro en cuanto a cómo es mi experiencia, esto no es patológico, no es enfermo, pero puede ser que al tratar de imponerme al otro porque no soporto, no tolero la soledad existencial, sí me puede llevar a ser violento, a ser impositivo y a dañar mis relaciones”.
Mientras que el aislamiento es un elemento de complicación, pues si la persona se deprime por la causa que sea, el que se aisle “por culpa, por vergüenza, por creer que debe poder por sí misma o porque piensa que lo que le pasa no debería de sentirse tan mal, ese aislamiento puede empeorar el cuadro”.
Finalmente añadió que en el caso de la soledad y de la angustia, las personas pueden exigirse de más, abrumarse de más por lo que hace falta sentarse con alguien, para darse cuenta que los demás no tienen todo resuelto y que, el hacer comunidad nos hace más llevadero lo que estamos transitando en la vida.
Carlos Ávila Pizzuto tendrá un taller en línea gratuito sobre Narcisismo, si quieres participar puedes registrarte aquí
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Carlos Ávila Pizzuto tiene más de 20 años dedicado el desarrollo del potencial humano de diversas formas: Psicoterapia, Terapia existencial, Terapia Psicosomática, Coaching de Vida, de resolución de conflictos y Ejecutivo; Capacitando a profesionales de ayuda en su profesionalización como clínicos, en su autocuidado y en resolución pacífica de conflictos.
