ONU denuncia que 14 mil bebés podrían morir en Gaza; Israel seguirá ofensiva

0
47

Israel reactiva su ofensiva “Carros de Gedeón” en Gaza; la ONU alerta de 14 mil bebés muertos con desnutrición aguda; Londres, París y Ottawa amenazan sanciones inéditas.

Excelsior.- Tras 53 mil 475 muertes confirmadas por el Ministerio de Salud de Gaza y un bloqueo de once semanas que ha asfixiado a dos millones de personas, Israel ha lanzado la ofensiva terrestre “Carros de Gedeón” con la promesa de ocupar “todas las zonas de la Franja”.

“Estamos librando combates a gran escala —intensos y sustanciales— y hay avances. Vamos a tomar el control de todas las zonas de la Franja, eso es lo que vamos a hacer”, declaró el primer ministro Benjamín Netanyahu en un video difundido el lunes.
Posteriormente, en una conferencia de prensa, Netanyahu dijo que su objetivo es que todas las zonas de la Franja de Gaza estén bajo control de seguridad israelí y que Hamás sea finalmente derrotado.

En su declaración, se refirió a las relaciones entre Estados Unidos e Israel respecto a la amenaza iraní y las conversaciones nucleares que han tenido lugar en las últimas semanas bajo la mediación de Omán: “Hemos atacado infraestructura vital en Irán, lo que sigue siendo una amenaza muy seria para Israel. Estamos en plena coordinación con Estados Unidos y mantenemos un diálogo continuo. Esperamos alcanzar un acuerdo”.

Funcionario de la ONU teme que mueran 14 mil niños

El mismo día, el subsecretario humanitario de la ONU, Tom Fletcher, lanzó una advertencia en la BBC: “Hay 14 mil bebés que morirán en las próximas 48 horas a menos que podamos llegar hasta ellos”. Preguntado sobre el origen del dato, Fletcher apuntó a “equipos fuertes sobre el terreno” en clínicas y escuelas.

Su frase recorrió titulares y redes sociales hasta que la propia cadena solicitó precisiones: la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) respondió que los 14 mil casos se basan en la proyección del consorcio IPC de “desnutrición aguda grave entre niños de seis a 59 meses entre abril de 2025 y marzo de 2026”.

“Necesitamos que los suministros lleguen lo antes posible, idealmente en las próximas 48 horas”, aclaró la agencia, sin afirmar que las muertes ocurrirían en ese lapso.

El portavoz de OCHA, Jens Laerke, defendió la gravedad de la crisis: “Sabemos con certeza que hay bebés que necesitan urgentemente estos suplementos para salvar sus vidas porque sus madres no pueden alimentarse por sí mismas… Y si no los consiguen, estarán en peligro mortal”.

La confusión alrededor de los “14 mil bebés” refleja la dificultad de traducir proyecciones nutricionales en titulares. El informe IPC, base de la alerta, calcula 14 mil 100 casos de desnutrición aguda grave “en el transcurso de aproximadamente un año” si no se garantiza un flujo constante de alimentos y suplementos. La BBC rectificó el marco temporal, pero mantuvo el cálculo de riesgo vital si no se actúa de inmediato.

Netanyahu, Smotrich y el plan de “subyugación”

El relato oficial insiste en que la operación busca destruir a Hamás y liberar a 58 rehenes, 23 de los cuales seguirían vivos. No obstante, las declaraciones de figuras ultranacionalistas alimentan el temor a un proyecto de limpieza étnica.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, prometió que Gaza será “totalmente destruida” y ha defendido desde 2017 un “Plan de Subyugación” que contempla anexar territorios palestinos y expulsar a quienes se resistan. El diputado opositor Ofer Cassim advierte en The Guardian que tal programa “se traduce en limpieza étnica, traslados forzosos, anexión ilegal y asesinatos”.

Netanyahu no disimula su coincidencia con esa lógica: ante la comisión parlamentaria de Defensa dijo que la campaña ya provoca la expulsión irreversible de la población. “Estamos destruyendo cada vez más hogares, y los gazatíes no tienen ningún lugar al que regresar… El único resultado inevitable será el deseo de los gazatíes de emigrar fuera de la Franja de Gaza”, apuntó, según The Jerusalem Post.

En Beit Lahia, el doctor Ibrahim al Ashi describió al programa Today de la BBC una evacuación bajo fuego de artillería: “Muchos de ellos aún sangrando”, sostuvo. Los refugios improvisados en escuelas derruidas carecen de agua potable y electricidad. La OMS prevé un brote “explosivo” de enfermedades diarreicas que amenaza con elevar la mortalidad infantil.

La situación ha generado fisuras internas en Israel. Yael Noy, de la ONG Road to Recovery, lamentó: “Mis impuestos se están gastando en una guerra que ha matado a miles de niños. Estamos llevando a cabo un genocidio. Y no puedo hablar de ello en Israel”. El exgeneral Yair Golan se sumó: “Un país sensato no mata bebés como pasatiempo y no se fija como objetivo expulsar a una población”.

Aliados plantan cara

El domingo Israel accedió a permitir “una cantidad básica de alimentos” y, el martes, 93 camiones atravesaron Kerem Shalom con harina, fórmula infantil y medicinas. Sin embargo, “un equipo esperó varias horas” a que las fuerzas israelíes autorizaran el traslado interno y “desafortunadamente, no pudieron llevar esos suministros a nuestro almacén”, denunció el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.

Dujarric calificó la medida de “un avance positivo”, pero “una gota en el océano de lo que se necesita”, recordando que las agencias humanitarias requieren 600 camiones diarios para evitar la hambruna.

Sin embargo, la dureza de la ofensiva llevó a Reino Unido, Francia y Canadá a emitir una amenaza coordinada de “represalias” si Israel no impone un alto el fuego.

Como parte del anuncio del miércoles, Londres impuso sanciones a colonos extremistas; Ottawa evalúa restricciones de defensa; y París amenaza con un embargo parcial de ventas de armas. Washington, en cambio, celebró la entrada de los camiones: el secretario de Estado Marco Rubio declaró ante el Senado que “nos complace ver que la ayuda está empezando a fluir nuevamente”, aunque admitió que las cantidades son insuficientes.

¿Hacia dónde se inclina la balanza?

Cada hora que pasa sin un corredor seguro empuja a Gaza hacia el hambre masiva y a Israel hacia el aislamiento diplomático. El reto inmediato es logístico: persuadir a las FDI para que permitan que los 93 camiones —y centenares más— lleguen a los almacenes de la ONU y, de allí, a los centros de distribución. Sin esa apertura, la aclaración de la BBC sobre el horizonte de un año se convertirá en un cruel juego semántico ante muertes prevenibles.

Mientras tanto, Netanyahu enfrenta un dilema: prolongar una campaña que puede capturar territorio pero dilapida el apoyo de Occidente, o aceptar un cese al fuego que contradice las ambiciones de sus socios ultranacionalistas. Para los 14 mil niños en estado crítico —sea una ventana de dos días o de doce meses— la diferencia se mide en la llegada de la próxima carga de leche terapéutica, no en los matices de la geopolítica.

“No debemos llegar a la situación de hambruna, desde un punto de vista práctico como diplomático”, reconoció Netanyahu, justificando la entrada mínima de ayuda para evitar “imágenes de hambruna masiva” que erosionen el respaldo de “países amigos”.

Compartir en:

Leave a reply