Opinión. Influencias que pesan

Hay influencias que pesan, otras que corrigen, pero unas muy específicas, que nos hunden. No se junte con los lobos, o terminará aullando como ellos. Un gobernador puede ser la persona mejor informada de la entidad, o la más influenciable.
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Música para el Apocalipsis.

Blakely Morales

El gobernador del estado debe estar preparado para lo que sea. Para los vítores que engrandecen el ego, para los abucheos que lo nublan.

Uno como el actual de San Luis Potosí, ya debería estar acostumbrado a la hyper politización ciudadana: aquí nació el INE, aquí transitó la República, y para acabar pronto, aquí se gestó la Revolución Mexicana.

Tampoco debe ignorar, el titular del Ejecutivo, que ninguna victoria es eterna. La suya, bien puede durar menos de lo espera.

Nadie desdeña sus transmisiones en vivo con música de fondo, de los éxitos más recientes del género regional; pero acaso, su visión de las cosas, esté limitada a la perspectiva de mundo que tienen Julión, o Carín, o Edén Muñoz. O el gordo, su chofer.

Nada contra ellos, al contrario, todo mi respeto para sus trabajos. Pero el gobernador del estado debe ser una persona, ¿Como dicen por ahí? Con altura de miras. 

A nueve meses del actual gobierno, y con el primer informe soplándole la nuca, llegó el momento de preguntar: ¿A quién escucha Ricardo Gallardo? 

¿Cuál es la visión que privilegia el gobernador de las y los potosinos? ¿Quién influye en sus decisiones más importantes? 

Tan humano como la contradicción, Gallardo ha caído ya en la trampa de sus propias palabras —alguien debería recomendarle qué decir y qué no—; al vomitó el anuncio de que Himno Nacional pasaría a ser una avenida más amplia sin camellón, sin ciclovía y sin vegetación; sí, lo dijo él. No una, ni dos; lo dijo al menos tres veces en una misma semana.

Al escuchar expertos que hablaron por todos lados, incluidos los espacios de MG, y al presenciar la primera manifestación de su mandato, Gallardo Cardona rectificó, pero ahora resultó que quienes creímos que ciclovía, camellón y árboles se iban a retirar (porque así lo dijo él), estábamos desinformados.

Al menos sus dos gobernadores antecesores, vivieron nuevas modalidades de la política, en la que apareció una nueva figura que acaparó la toma de desiciones, la del vicegobernador. El de Toranzo fue Cándido Ochoa, el de Carreras, Alejandro Leal.

¿Tendrá Gallardo también su propio vicegobernador?

Tan sorprendente fue la decisión (ya corregida) que tomó el titular del Ejecutivo de eliminar ciclovía, camellón, y árboles de Himno Nacional, como intempestiva e inesperada fue la participación, la semana pasada, en la presentación de los proyectos de movilidad del club de tobi, al que denominaron Consejo Consultivo Potosí, del empresario Carlos Gerardo El Chato López.

No recuerdo, al menos en los dos sexenios recientes, que algún mandatario estatal le haya cedido la palabra en un evento público a uno de los empresarios más controvertidos de la ciudad. 

López reclamó que hace años en SLP NO se construye un carril extra, a pesar del crecimiento del parque vehicular privado, ha sido exponencial. 280 mil en menos de cinco años.

¿Casualidad? No lo creo.

¿A quién está escuchando Ricardo Gallardo? ¿qué voces está privilegiando? ¿Acaso el gobernador que llegó al puesto con el voto de las clases medias y bajas, ya se olvidó de la imagen recurrente de la ciudad? ¿la de obreros en bicicleta por las calles rumbo a sus trabajos con una mochilita color verde en sus espaldas?

El mismo gobernador que se apostó contra los mismos de siempre, ahora se alía con los mismos empresarios de siempre para invertir 4 mil millones de pesos, en las calles que la herencia maldita olvidó durante 30 años. Bien, ojalá que las nuevas calles nos duren otros treinta años. Pero sin ciclovías no vamos a llegar a ninguna parte, viviremos otra vez un círculo vicioso, dígale eso al señor Carlos López, Gobernador, por favor, de mi parte.

No olvide que su voto duro no tiene coche particular y usa primordialmente el transporte público.

Hay influencias que pesan, otras que corrigen, pero unas muy específicas, que nos hunden. No se junte con los lobos, o terminará aullando como ellos. Un gobernador puede ser la persona mejor informada de la entidad, o la más influenciable. No se deje.

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