Hasta el momento, organismos operadores no han informado sobre cómo harán para cumplir la nueva NOM sobre arsénico y fluoruro en el agua que se abastece a la población, señaló el Dr. Cardona Benavides.
Durante el marco del 3er. Foro Estatal del Agua, organizado por la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) y el Grupo Universitario del Agua de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), el Dr. Antonio Cardona Benavides, catedrático e investigador de la Facultad de Ingeniería, ofreció la conferencia plenaria titulada, “Disponibilidad y calidad del agua para abastecimiento de la población: mitos y realidades”.
Señaló que actualmente está vigente una nueva Norma Oficial Mexicana (NOM), que establece los lineamientos en el agua que deben abastecer los organismos operadores, esa norma entró en vigor hace tres semanas, y en ella se establece, entre otras cosas, los límites permisibles para las concentraciones de fluoruro y de arsénico en el agua que se abastece a la población.
“Señalamos que el organismo operador, al menos el de San Luis (Interapas), sabe desde hace dos años sobre la entrada en vigor de la NOM, y hasta la fecha no se ha puesto a disposición de la sociedad, cuáles van a ser las estrategias del organismo operador para tener la posibilidad de abastecer agua que cumpla con esos límites permisibles a la población”.
El Dr. Cardona Benavides subrayó además que, tanto en México como en el resto del mundo, existen múltiples usos del agua, incluyendo el industrial, agrícola y el abastecimiento para la población, generando una competencia por este recurso vital. En regiones como San Luis Potosí, esta competencia se enfoca particularmente en el agua subterránea debido a la variabilidad de la disponibilidad del agua superficial, con años de lluvias torrenciales y otros de sequía.
“El contexto oficial que establece cuánta agua se puede repartir entre los diferentes grupos depende de la disponibilidad”, explicó el investigador. Sin embargo, enfatizó que es crucial considerar no sólo la cantidad, sino también la calidad del agua, especialmente porque los distintos usos no requieren la misma calidad.
Por ejemplo, en el uso agrícola, la calidad del agua depende del tipo de suelo y de cultivo, mientras que en el uso industrial la calidad inicial es irrelevante porque se trata el agua para cumplir con los requerimientos específicos. Esto deja al consumo humano como el más afectado por la calidad del agua.
El Dr. Cardona Benavides resaltó la necesidad
de prestar atención a la composición química del agua. Mencionó estudios que demuestran la presencia de sustancias dañinas en diversos depósitos de agua, lo que puede afectar gravemente la salud pública.