Osmar Olvera se convierte en el sexto multimedallista olímpico para México

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Milenio.-

Hoy, Osmar logró la medalla de bronce en la prueba del trampolín 3 metros, presea que se suma a la que consiguió la semana pasada cuando alcanzó la plata en la categoría de sincronizados junto a Juan Celaya. De esta manera se despide de París 2024 en todo lo alto y repitiendo la misma hazaña que desde hace 40 años no se lograba, cuando Raúl González conquistó oro y plata en Los Ángeles 1984 en la prueba de la marcha.

Los multimedallistas en una sola edición

El nombre de Humberto Mariles Cortés es uno de los más importantes en el olimpismo mexicano, al ser el responsable de traer a México los primeros títulos olímpicos de la historia, ya que ganó dos oros en Londres 1948, ambos con Arete, un caballo tuerto al que le sacó el máximo de su potencial para conseguir el éxito. El militar se subió a lo más alto del podio en la prueba del salto individual y también en el salto por equipos: sus compañeros fueron Rubén Uriza Castro (montando a Hatuey) y Alberto Valdés Ramos (montando a Chihuahua).

Además, el jinete de Hidalgo del Parral consiguió la presea de bronce en la prueba de los Tres Días por equipos, solo que lo hizo sobre el caballo Parral y con otros compañeros en el podio: Raúl Campero (montando a Tarahumara) y Joaquín Solano Chagoya (sobre Malinche).

México preparó a su conjunto de equitación por 12 años para buscar la gloria en Londres 1948 y lo consiguieron: además del oro en el salto por equipos, Uriza Castro se quedó con la medalla de plata en el salto individual, con Hatuey como su caballo y por detrás del teniente Mariles Cortés y Arete. Unos Olímpicos especiales para el de Huitzuco, Guerrero.

Ocho años después, en Melbourne 1956, Joaquín Capilla también cosechó más de una medalla en unos Juegos. El capitalino, que había inaugurado el medallero tricolor de los clavados en Londres 1948 con un bronce en la plataforma y que aumentó su legado en Helsinki 1952 con una plata en la misma prueba, tuvo una actuación espectacular en tierras australianas, al ser el único medallista de la delegación nacional en regresar al país con medallas: la tercera fue la vencida para él y conquistó el oro en la plataforma de tres metros, además de que tuvo un bronce en la plataforma individual.

Para Moscú 1980, la equitación volvió a responder de la mejor manera y se consiguieron tres bronces, dos de los cuales tuvo participación Joaquín Pérez de las Heras, jinete originario de Ameca (Jalisco) y que acabó tercero en la prueba de salto individual y en la de equipos, ambos con Alymony como su caballo y con sus compañeros Jesús Gómez Portugal (montando a Massacre), Gerardo Tazzer (sobre Caribe) y Alberto Valdés Lacarra (sobre Lady Mirka).

El último que logró más de una medalla en una edición de unos Juegos fue Raúl González Rodríguez, quien formó parte de la generación dorada de marchistas nacionales. El nuevoleonense inició su participación en Los Ángeles 1984 con una plata en la prueba de 20 kilómetros, por detrás de su compatriota Ernesto Canto; pero lo mejor le llegó en los 50 kilómetros, al colgarse la presea de oro.

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