En México, se estima que para el 2050 la cantidad anual de fracturas de cadera llegue a 110 mil 55, más de cinco veces la cifra de 20 mil 725 registrada en 2005, por eso se llama a combatir la osteoporosis.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi 3 millones de personas sufren fractura de cadera cada año, de las cuales hasta 200 mil mueren a consecuencia de la misma. Una de cada cuatro de esas fracturas se registra en América Latina y Asia.
Mientras que en San Luis Potosí para este 2021, no se han registrado casos de fracturas por esta causa (en el 2020, solo hubo uno), en la actualidad existen 29 mil 732 fracturas de cadera al año en todo el país, y los costos directos e indirectos de la discapacidad debido a la osteoporosis resaltan la importancia de priorizar la asignación de recursos para tratar y prevenir esta enfermedad.
La osteoporosis es una enfermedad en la que la disminución de la masa ósea hace que nuestros huesos se vuelvan frágiles, haciendo que se rompan con facilidad, incluso como resultado de una caída leve, un golpe, un estornudo o un movimiento repentino. Estas fracturas causadas por la osteoporosis pueden poner en peligro la vida y ser una de las principales causas de dolor y discapacidad a largo plazo.
Hoy, el riesgo de sufrir una fractura de cadera a los 50 años es de 8.5 por ciento en mujeres y 3.8 por ciento en hombres, es decir, una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres mayores de 50 años tendrán una fractura de cadera en la edad adulta.
Existen formas eficaces y seguras de atender la osteoporosis. Todo paciente diagnosticado debe recibir tratamiento durante 3 años como mínimo, por lo que el seguimiento al mismo es muy importante, pues sólo así se puede evitar el extremo de presentar fracturas.
La mejor manera de prevenirla consiste en adoptar un estilo de vida saludable, con una nutrición adecuada rica en calcio, vitamina D y proteínas, en combinación con un programa de ejercicio acorde y el conocimiento de los riesgos. Para detectar la enfermedad, se recomienda consultar a su médico, quien de acuerdo a los factores de riesgo de manera individual podrá indicar los estudios pertinentes para llegar al diagnóstico; dentro de estos estudios se encuentra la determinación de una densitometría mineral ósea a fin de comenzar a recibir atención cuanto antes.
