Latinus.-
El Real Madrid impuso su mayor experiencia internacional y calidad para ganar y ser Campeón de la Copa Intercontinental con una goleada 3-0 sobre el Pachuca mexicano, que hizo su mejor esfuerzo, pero no le alcanzó para competir ante el plantel repleto de figuras.
Kylian Mbappé, en su regreso a la titularidad tras una leve lesión muscular, al aprovechar un pase del brasileño Vinícius Junior en el minuto 37, le dio la ventaja al Real Madrid ante el Pachuca.
Rodrygo Goes, en el 53, y Vinícius Junior, de penalti, en el 84, redondearon la goleada del Real Madrid ante un impetuoso Pachuca.
Para el Real Madrid es su cuarta Copa Intercontinental (1960, 1998, 2002 y 2024), en un partido en el que abrió el marcador la conexión entre Vinícius Júnior, celebrando su premio ‘The Best’ que recibió el martes, y la vuelta de Mbappé tras acortar plazos de una leve lesión muscular.
DISPAREJO
En un partido sin mucho ritmo, el Real Madrid impuso su calidad individual para ganar su cuarta Copa Intercontinental, primer club del mundo en conseguirlo, exhibiendo la fortaleza ofensiva de su tridente, con la inspiración de Vinícius como factor desequilibrante ante la lucha del Pachuca, el día que Carlo Ancelotti se convirtió en el técnico más laureado de la historia del club blanco.
Sin necesidad de exhibir un futbol brillante, casi sin tener que apretar el acelerador, el Real Madrid impuso la lógica futbolística y despertó de su sueño a Pachuca ante la gran distancia de potencial entre los dos equipos.
CORAZÓN
El Pachuca saltó al partido de sus vidas sobrado de voluntad y corazón. Mordió arriba y logró desfigurar al Real Madrid en un arranque irregular. Repleto de imprecisiones en el pase, con dudas, pérdidas en campo propio y sin encontrar a sus jugadores de arriba. ‘Carletto’ fue con todo. Con su once más ofensivo. Mbappé tenía una cuenta pendiente con el Lusail Stadium y debía saldarla.
Ante la sorpresa de todos en un estadio mudo, las primeras acciones de peligro fueron del Pachuca. Courtois sacó una mano a un disparo lejano, con bote que lo complicó, de Luis Rodríguez, y sacó arriba un centro que se envenenó de Idrissi. Al Real Madrid le faltaba tensión.
A un ritmo mayor comenzó a palparse la diferencia de calidad, aunque tardó 22 minutos en generar una acción de peligro. Un disparo de Rodrygo que acabó en tiro de esquina ya era un aviso. El desgaste físico del Pachuca era mayor y con los minutos lo fue sufriendo. Aparecieron lo espacios.
Tras un pase al espacio de Bellingham, Vinícius regateó con clase la salida del portero Moreno y puso en bandeja el gol a Kylian. El decimotercero de la temporada. El segundo en la segunda final que disputa de blanco.
SENTENCIA
El respiro del descanso devolvió fuerzas para la batalla a Pachuca. Calcó el arranque del segundo acto. Intenso, presionando arriba. Buscó el empate con un disparo seco de Deossa pero sus esperanzas se desvanecieron en otra acción de calidad madridista. Mbappé descargó a la llegada de Rodrygo que le puso la firma a un golazo. Lanzó amagos al borde del área previos a un recorte seco, con el que se quitó a los rivales de encima, y un disparo a la escuadra.
Era la sentencia a la final. Las esperanzas del Pachuca, que pidió fuera de juego de Bellingham por interferir en la visión del portero, cayeron por tierra cuando el, colegiado revisó la jugada. Su misión ya era imposible pero mostró orgullo hasta el último suspiro. Volvió a probar la firmeza de Courtois con un disparo cruzado de Bryan González y una falta de Rondón pegada al poste que sacó con una estirada el portero belga. Siempre brillante en las finales.
Al Real Madrid, cargado de partidos, ya le servía el resultado. Se acomodó buscando hacer daño al contragolpe y Ancelotti no tardó en proteger a los jugadores que han vuelto de lesión como Mbappé y Camavinga. Solamente faltaba el gol de Vinícius y el brasileño, el mejor jugador sobre el campo, lo buscó hasta conseguirlo.
De disparo cruzado primero, con una acción de fantasía después, un regate en una baldosa que evitó se convirtiera en uno de los goles del año una gran parada Carlos Moreno, y lográndolo finalmente tras un penalti inocente sobre Lucas Vázquez. No fue bueno el golpeo, pero el balón acabó dentro tras meterse por debajo del cuerpo del portero para premiar a un jugador que siempre aparece los días grandes.
Con información de EFE