El expresidente mexicano, investigado por la Fiscalía de su país, cuenta a EL PAÍS que compra otra casa y piensa en radicarse permanentemente en Madrid.
El País.- El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto seguirá siendo residente legal en España, al menos cinco años más. El exmandatario, que obtuvo en octubre de 2020 la llamada visa dorada, un permiso muy exclusivo reservado a grandes inversores, renovó sus papeles el pasado 5 de octubre, según han confirmado a este periódico fuentes conocedoras de su caso. La autorización expira en 2027. El mexicano no descarta instalarse definitivamente en España y se ha comprado la casa en la que vive en una urbanización a las afueras de Madrid. “Estoy muy agradecido a este país por el trato que me ha dispensado, me va gustando mi vida aquí. Me planteo residir en España de forma permanente y visitar ocasionalmente México, que es mi patria y amo entrañablemente”, ha afirmado el expresidente a EL PAÍS.
Peña Nieto, que gobernó México de 2012 a 2018, lleva ya tres años sin pisar su país y, de momento, no tiene pensado volver. Disfruta de una vida cómoda en Madrid, y dedica buena parte de sus mañanas a jugar al golf. No era el plan que esperaba cuando abandonó la presidencia mexicana, pero, tras su decisión de marcharse de su país, parece haberse acostumbrado a él.
El Gobierno de España sabe que el expresidente mexicano vive en Madrid desde al menos octubre de 2021. Se lo comunicó el propio Peña Nieto en una carta que envió a Pedro Sánchez. En esa misiva, el mexicano le informaba de que se había mudado por “motivos personales” y mostraba su disposición a encontrarse con el presidente español. Su carta, como ha podido comprobar EL PAÍS, fue respondida más de dos meses después. En la contestación se acusaba recibo y se le comunicaba que su petición de audiencia sería transmitida al Ministerio de Exteriores. Desde entonces, silencio. Fuentes gubernamentales mantienen que Sánchez no suele recibir expresidentes.
El expresidente se cita con EL PAÍS en una cafetería de La Moraleja (Alcobendas), una de las zonas más exclusivas de Madrid. Mantiene que decidió instalarse en la capital para “desvincularse de la vida política mexicana” y para ser “respetuoso con el tiempo” del actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y de su Gobierno.
Su mudanza a España le mantenía fuera del foco mediático, aunque no necesariamente del judicial. En agosto, dos meses después de que EL PAÍS revelase que Peña Nieto se había instalado en Madrid gracias a la compra de un inmueble de más de 500.000 euros, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que mantenía abiertas tres investigaciones contra él. Le investigan por lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, acusaciones que el expresidente niega. “Es un absurdo. No he querido dar una respuesta mediática, pero estoy invariablemente atento a responder sobre el origen legal de mi patrimonio”, asegura.
Peña Nieto empieza a frecuentar Madrid en 2019, pero se acaba instalando en la capital en enero de 2020, un par de meses antes de la pandemia, que acabó pasando metido en su chalet. Sus abogados, apostando por su condición de expresidente, intentaron primero conseguir sus papeles por una vía para la que no cumplía los requisitos: solicitar una autorización de residencia por supuestos excepcionales, una fórmula que permite a la Administración conceder autorizaciones de residencia de forma discrecional si existen circunstancias excepcionales de naturaleza económica, laboral o social que lo aconsejen. No era el caso y ni siquiera se aceptó a trámite. Ya en octubre de 2020, el despacho que lleva su caso le solicita la llamada visa oro, la fórmula, creada en 2013 por el Gobierno de Mariano Rajoy, con la que a lo largo de estos años se han instalado en España decenas de magnates rusos, chinos o empresarios venezolanos.
Un chalet de un millón en Valdelagua
La visa dorada exige algunos requisitos que Peña Nieto no cumplía, como invertir dos millones de euros en deuda pública, un millón de euros en acciones de empresas españolas o depósitos bancarios. La opción más viable para el exmandatario era invertir al menos 500.000 euros en inmuebles y así decidió comprar un local comercial en el centro de la capital por 570.000 euros, apenas unos días antes de solicitar su visa oro. La intención nunca fue vivir en él, así que lo reformó y lo convirtió en un apartamento de lujo que puso en venta. El anuncio de la inmobiliaria se publicó a principios de agosto, justo horas después del comunicado en el que la Fiscalía hacía públicas las investigaciones contra el exmandatario. “Fue pura coincidencia”, asegura el expresidente. El local comercial con terraza convertido en piso de lujo sigue aguardando un comprador por 650.0000 euros.
Mientras tanto, Peña Nieto, en su intención de echar raíces en España, ha decidido comprarse por casi un millón de euros el chalet de tres plantas en el que reside en la urbanización Valdelagua, a unos 40 kilómetros de Madrid. Es una casa construida en una parcela de 2.500 metros cuadrados y consta de dos plantas y un sótano, donde se encuentra el garaje y una bodega. El resto es jardín. Es un lugar seguro y discreto —”no tan lujoso como dicen”, apunta el expresidente—, donde también tienen una propiedad personajes como Penélope Cruz y Javier Bardem. “Esto no es una inversión, el propósito es vivir en ella. No pretendo tener más inversiones en España”, aclara el expresidente.
Tras estos dos años residiendo de forma legal en España, Peña Nieto cumple los requisitos para solicitar la nacionalidad española, pero, según las fuentes consultadas y confirma él mismo, no lo ha hecho, ni tiene pensado hacerlo. Otro expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Carlos Salinas de Gortari, sí adquirió el pasaporte español gracias a su ascendencia sefardí, como reveló EL PAÍS la semana pasada.