Ambos fabricantes han generado expectativas sobre plantas en México, pero su concreción podría tardar más de lo esperado, posponiéndose hacia después de 2026.
Expansión.- Desde que Tesla y BYD anunciaron la posibilidad de instalar plantas en México, la expectación ha crecido. Estas compañías, líderes en la electrificación a nivel mundial, han generado una ola de cobertura mediática, pero el panorama actual sugiere que la promesa de su llegada podría tardar más de lo esperado, o incluso no concretarse antes de 2026.
En marzo de 2023, Tesla anunció la construcción de una planta de ensamblaje en Nuevo León, con la meta de iniciar la producción de vehículos en 2026. Sin embargo, la realidad es que, desde entonces, no ha habido avances concretos. Las promesas de inversión masiva, que rondan los 10,000 millones de dólares, no se han traducido en acciones concretas.
Elon Musk ha dicho que se tomaría con calma la construcción de la planta en México citando como razón principal las altas tasas de interés, que complican grandes inversiones en la actualidad. Además, Musk mencionó las posibles políticas arancelarias que podría implementar Donald Trump, en caso de ganar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, lo que representaría una barrera adicional para los vehículos eléctricos fabricados en México.
Según una fuente cercana al tema en China, donde Tesla tiene una gigafábrica y relaciones con varios proveedores clave, varios de estos proveedores que habían mostrado interés en integrarse a la cadena de valor del complejo en Nuevo León han decidido poner en pausa sus planes.
Al igual que Tesla, BYD declaró el lo pasado su interés por instalar una planta en México. Sin embargo, fuentes dijeron a Bloomberg en septiembre que era poco probable que BYD instale una planta en México antes de las elecciones en Estados Unidos, programadas para noviembre de 2024.
Aunque la empresa ha desmentido estas afirmaciones, otra fuentes dijo a Expansión que el proyecto no se concretará en el corto plazo y podría incluso postergarse hasta después de la revisión del T-MEC en 2026.
Mayor reconocimiento de marca
Una de las razones clave detrás de la demora de Tesla y BYD en sus proyectos en México es que ambas compañías están usando el anuncio de una posible planta en el país como una herramienta estratégica para incrementar su posicionamiento de marca.
En los últimos 12 meses, las búsquedas en Google de BYD y Tesla han mostrado un aumento sostenido, impulsado por los anuncios de ambas empresas sobre sus planes de abrir plantas en México.
Durante la semana en que BYD confirmó su interés de construir una planta en México, se observó un pico en el interés por la marca, y desde entonces la tendencia ha continuado al alza, con BYD acercándose cada vez más a Tesla en términos de búsquedas online.
Si bien Tesla sigue registrando un mayor volumen total de búsquedas, la diferencia entre ambas marcas se ha reducido significativamente en los últimos meses.
Negociar mejores condiciones
Además, una fuente en México, con conocimiento de las negociaciones, lo explica de forma directa: “Anunciar que vienen a México les ayuda a negociar mejores condiciones en otros lugares”.
“¿Qué empresa seria, global, se pasa año y medio diciendo ‘voy a invertir’, pero no lo hace? Las empresas, cuando van a invertir, lo anuncian y ejecutan el plan”, añade.
Kia, por ejemplo, confirmó en 2015 la instalación de una planta en Pesquería, Nuevo León, y en un año ya estaba operativa, iniciando la producción en 2016. Este anuncio generó gran expectativa y, al concretarse rápidamente, permitió a Kia consolidar su imagen en el mercado mexicano e incluso superar en ventas a Hyundai, su empresa matriz, que había llegado un año antes a México sin una planta local.
Incluso BYD ha estado en una agresiva expansión internacional, anunciando y concretando rápidamente inversiones en otros mercados estratégicos. A principios de 2023, el fabricante chino anunció una nueva planta en Tailandia, donde la compañía tiene planes de fabricar hasta 150,000 vehículos eléctricos al año. Este proyecto avanzó con rapidez, se construyó en 16 meses y BYD la inauguró en julio pasado, consolidando su presencia en el sudeste asiático, una región clave para su expansión debido a la creciente demanda de vehículos eléctricos en países como Tailandia, Malasia e Indonesia.
De manera similar, en Turquía, BYD ha firmado un acuerdo formal con el gobierno para construir una planta de producción de coches eléctricos e híbridos enchufables. Esta planta tendrá la capacidad de producir 150,000 vehículos anualmente y está destinada a abastecer tanto al mercado local turco como a otros países de Europa y Medio Oriente. Se espera que las operaciones inicien a finales de 2026.
Además, Brasil ha sido otro punto focal en la expansión de BYD. A mediados de 2023, la compañía china firmó acuerdos con el gobierno brasileño para la construcción de una planta destinada a la producción de vehículos eléctricos y sistemas de baterías. Esta instalación comenzará operaciones en 2025 y estará enfocada en abastecer principalmente el mercado brasileño, así como otros países de América Latina.
La rapidez con la que estos proyectos han avanzado en comparación con las largas negociaciones en México refuerza la percepción de que el enfoque inmediato parece estar en otros países donde ya han obtenido mayores facilidades para operar y expandirse.
Elecciones en EU y revisión del T-MEC
Las reglas de origen para la exportación de vehículos a Estados Unidos y las tensiones comerciales con China complican aún más la situación. Una de las dos fuentes consultadas, opina que, incluso si BYD estableciera una planta en México, las probabilidades de que puedan exportar sus vehículos eléctricos a Estados Unidos son bajas, dado el clima proteccionista del país vecino.
El contexto de la revisión de las reglas comerciales en 2026 es otro factor que juega en contra de la instalación de plantas en México. “No creo que lleguen antes de 2026 porque se van a esperar a esa revisión. Además, las empresas chinas que lleguen no van a exportar a Estados Unidos, sino a México y América Latina. Saben que, aunque estén en México, Estados Unidos no las va a dejar pasar”, comentó la fuente.