¿Por qué dormir mucho nos hace estar más cansados?

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El estado de cansancio después de dormir muchas horas produce dolor de cabeza, extremidades pesadas y ojos irritados

La Vanguardia.- En ocasiones, después de una noche larguísima de sueño, te encuentras aún más abatido. A veces sucede los fines de semana: vas de la cama al sofá y del sofá a la cama, en un estado de pereza y cansancio al que no le encuentras explicación.

¿Por qué sucede esto? Los expertos llaman a este estado ‘la resaca del sueño’ porque cuando despiertas tienes una sensación parecida a la que causa una borrachera después de una noche entre amigos: un débil dolor de cabeza, las extremidades lánguidas e incluso irritación en los ojos.

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La base de todo esto se encuentra, entre otros puntos, en los ritmos circadianos. Estos ritmos constituyen el reloj biológico humano que regula las funciones fisiológicas del organismo para que sigan un ciclo regular que se repite cada 24 horas y que coincide con los estados de sueño y vigilia.

Cuando es de día, los ritmos circadianos envían información a las células para que éstas sepan que es el momento en el que hay que estar despierto. Por lo tanto, si el cuerpo se ha acostumbrado -por poner un ejemplo- a levantarse a las ocho de la mañana y nosotros seguimos durmiendo pasada esa hora, nuestro cuerpo comienza a experimentar una sensación de fatiga que percibiremos una vez despiertos.

Estar más cansado después de haber dormido varias horas puede ser el resultado de despertar en una etapa del sueño equivocado”

Michael BreusPsicólogo clínico y diplomático de la Junta Americana del Sueño

Esta no es la única explicación. Según Michael Breus, psicólogo clínico y diplomático de la Junta Americana del Sueño, estar más cansado a pesar de haber dormido varias horas es el resultado de despertar en una etapa del sueño equivocado. Para entenderlo mejor debemos saber que la persona pasa por cinco ciclos de sueño cada noche y cada uno de esos ciclos dura 90 minutos.

Lo más sencillo es despertarse en las dos primeras etapas, luego viene la fase REM y se finaliza con dos últimas etapas en las que dejar de dormir es más complicado. Según Breus, “cuando el sueño se extiende más horas, estos ciclos se alargan y despertarse en mitad de uno de ellos es la explicación” de esa ‘resaca del sueño’.

Si el cerebro no va corto de sueño, se despierta espontáneamente cuando ha terminado de reparar y restaurar todo lo que se ha gastado durante el día”

Eduard EstivilEspecialista Europeo en Medicina del Sueño

A pesar de esta información, los científicos no exponen un estudio que pruebe lo que la teoría defiende. Esta es la razón por la cual el Doctor Eduard Estivill, neurofisiólogo, Especialista Europeo en Medicina del Sueño y Director de la Unidad del Sueño del Hospital General de Cataluña, aclara a LaVanguardia.com que “si el cerebro no va corto de sueño, se despierta espontáneamente, ya que se deja de dormir cuando este órgano ha terminado de reparar y restaurar todo lo que se ha gastado durante el día”.

Aún así, Estivill coincide en una parte con Breus: “Puede suceder que algún día durmamos ‘más de la cuenta’ y es probable que nos despertemos desde una fase de sueño profundo. Si es así, la sensación que tendremos será de ‘cabeza espesa’ y de que no nos ha sentado bien dormir tanto”.

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En este aspecto Estivill destaca que “las horas de sueño están relacionadas con la edad de cada persona” y apunta: “Un niño de 5 años, que se mueve mucho y aprende mucho, necesita que su sueño, funcione como mínimo 11 horas. El adolescente necesita 9 horas, el 90% de los adultos necesita 8 y a partir de los 65-70 años, con 6-7 horas puede ser suficiente, eso sí, durmiendo una o dos siestas de 20 minutos”.

Dentro del tiempo de sueño, la comida no está directamente relacionada. Esto quiere decir que la alimentación que uno tenga no afecta al tiempo (mucho o poco) en que se duerme. Pero sí existen alimentos que favorecen el sueño. Según Estivill “todos los que contienen Triptofano (carne, huevos, especialmente la yema; lácteos y frutas como el plátano, la piña o la ciruela), que después se convierten en melatonina (hormona que regula el reloj biológico), serán adecuados”.

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