Sopitas.- Si han seguido las noticias en redes, la tele o el periódico seguro se han topado con la crisis de seguridad que vive Chilpancingo, Guerrero. Y, claro, la filtración de videos de la alcaldesa Norma Otilia Hernández con un líder de Los Ardillos.
¿Qué está pasando en Chilpancingo? ¿Por qué esta zona de Guerrero está en crisis? Y, ¿por qué es importante seguirle el paso a la filtración de estos videos?
¿La filtración de los videos de la alcaldesa de Chilpancingo con Los Ardillos?
Por acá aprovechamos este texto para contarles un poco de la compleja, enredada y crítica situación que vive Chilpancingo.
Y empezamos con la filtración de los videos de una reunión entre la alcaldesa Norma Otilia Hernández y Los Ardillos.
En julio de este 2023 se filtraron dos videos que muestran a la alcaldesa de Chilpancingo en la mesa con un par de individuos, identificados como integrantes de Los Ardillos —de hecho, uno de ellos es señalado como el líder.
Y apenas el 1° de agosto, se filtró otro video de esta reunión, después de jornadas violentas que pusieron en jaque a todo Chilpancingo —desde sus calles hasta el Congreso de Guerrero.
Con respecto al primer video filtrado, la alcaldesa salió en corto a explicar que se había tratado de una reunión “fortuita”, supuestamente en 2021.
Sin embargo, el contexto que rodea a la filtración de esta reunión ha sido demasiado complejo y violento. ¿La razón?
El conflicto entre el crimen organizado
Desde hace años la violencia ha estado latente en Chilpancingo. Se sabe que en esta zona de Guerrero hay al menos 4 bandas del crimen organizado que se disputan el control, no sólo del tráfico de drogas.
De acuerdo con El País, en Chilpancingo están presentes Los Ardillos, la Nueva Familia Michoacana, Los Tlacos y los Jaliacos —grupos que, va de nuevo, se enfrentan por el control del tráfico y venta de drogas y que han alcanzado a tocar otro tipo de negocios y a la política local.
Esta especie de guerra entre bandas ha salido a las calles de Chilpancingo, causando incertidumbre y el temor entre la población, así como asesinatos y hasta protestas por la liberación de sus líderes.
Un ejemplo de la violencia en Chilpancingo —relacionada con el crimen organizado— fue la llamada “guerra del pollo”.
¿Se acuerdan? En junio de 2022 hubo varios ataques contra distribuidores de pollo —en los mercados y hasta granjas— que provocaron un periodo de desabasto de este alimento en Chilpancingo.
Antes y después de la publicación de los videos
Previo a la publicación de los 3 videos de la alcaldesa de Chilpancingo con Los Ardillos, el 24 de junio, 7 cuerpos fueron abandonados en el barrio de San Mateo junto con una amenaza y fotos de la alcaldesa en su reunión con el líder de Los Ardillos.
Y la “petición” a la alcaldesa de una segunda reunión o un “segundo desayuno” con el narco. ¿Qué sucedió después?
Las cosas siguieron tensas. El 10 de julio, hubo una marcha de gente de los municipios de Quechultenango, Mochitlán y Chilpancingo en la México-Acapulco y la Autopista del Sol.
Ese mismo día este grupo de personas tomó Chilpancingo y se enfrentó a elementos de la Guardia Nacional y la Policía estatal para exigir la liberación de dos líderes transportistas, relacionados con… Los Ardillos.
Sí… al parecer estas personas fueron movilizadas por Los Ardillos para hacer presión en la liberación de estos líderes transportistas.
(Acá es importante regresar a la info que les compartimos más arriba, sobre cómo los grupos del crimen organizado han permeado otro tipo de negocios, como el transporte, por ejemplo).
Y en medio de las filtraciones, así ha avanzado la violencia en los últimos meses de 2023 en Chilpancingo. Sin que la alcaldesa hable de pedir licencia o renunciar al cargo.
¿Quiénes son Los Ardillos?
“Diálogo no es pacto”, dijo la alcaldesa de Chilpancingo sobre su reunión con Los Ardillos.
Y ya que llegamos a esta parte del texto, les contamos quiénes son: se trata de un grupo del crimen organizado que surgió hace más de 20 años en Guerrero.
Se sabe que en sus inicios se dedicaba al secuestro o la extorsión para después pasar al tráfico de drogas y, actualmente, ha expandido sus actividades en los negocios locales.
Lo más importante es que este es uno de los grupos criminales con más poder y que controla la zona centro de Guerrero —con presencia en los municipios de Quechultenango, Chilapa, José Joaquín Herrera y, claro, Chilpancingo.
Los Ardillos fue fundado por Celso Ortega Rosas, La Ardilla. Un policía rural y ex guardia de seguridad que se dedicó a sembrar amapola en Quechultenango.
La Ardilla murió en 2011 y tiempo después sus hijos Jorge Iván y Celso Ortega —este último aparece en el video filtrado con la alcaldesa de Chilpancingo— se quedaron con el control del grupo.
¿Por qué son importantes las filtraciones?
De una u otra manera —si bien causan un montón de ruido—, seguirle el paso a las filtraciones ayuda a construir el contexto de la situación violenta que vive esta zona de Guerrero.
Sobre todo porque se trata de una reunión entre el poder político y el narco. Aunque es importante mencionar que este tipo de acercamientos fueron heredados por gobiernos anteriores.
Y para el ojo de expertos en seguridad se trata de una dinámica para “pactar” la paz, pero que en realidad pone en peligro a todo mundo: la población y hasta alcaldes y alcaldesas, como es el caso de Norma Otilia Hernández.