MILENIO.-
La mitad de las entidades del país representan un “riesgo alto de seguridad” para las inversiones, de acuerdo con la consultora internacional Control Risks. En su proyección 2022 señaló que Baja California, Chihuahua, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Veracruz y Zacatecas tienen una “fragilidad endémica” que alerta a las empresas globales para invertir en ellos.
Entre los indicadores clave de esta debilidad están: la pobreza extrema, inseguridad alimentaria, violencia, conflictos armados, inestabilidad política, el desplazamiento de la población y el desempleo juvenil. Esta misma situación se presenta en países con conflictos bélicos y sociales como Myanmar, Pakistán, Tayikistán, Kirguistán, Yemen, Irak, Etiopía, Tanzania, Sudán, Egipto, Congo, entre otros, que comparten la categoría “riesgo alto de seguridad”.
De América Latina se tiene un nivel similar que Venezuela, Honduras, Haití, El Salvador y regiones de Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú. México está apenas por debajo del “riesgo de seguridad extrema” que representan Somalia, Siria, Yemen, Libia, Mali, Ruanda, la República Centroafricana y Afganistán. Esta última ciudad del Medio Oriente estuvo gran parte de 2021 con la clasificación “riesgo alto de seguridad”, pero la toma de Kabul por parte de los grupos talibanes, en agosto, elevó su rango.
Control Risks evalúa las amenazas a los activos financieros, físicos y humanos de una empresa, así como la voluntad y capacidad de las fuerzas de seguridad pública para proteger los activos y el personal de la empresa. Los factores incluyen conflictos militares, insurgencias, ataques terroristas, huelgas y disturbios, vandalismo, secuestro y delitos violentos y adquisitivos.
El riesgo de seguridad puede variar para las empresas y los proyectos de inversión debido a factores como el sector industrial, la nacionalidad del inversor y la ubicación geográfica. Además, establece que las empresas que operan en jurisdicciones de alto riesgo “deben planificar tiempos de respuesta significativamente más largos a las crisis humanitarias, económicas y de seguridad. Los vacíos de seguridad se multiplicarán y rápidamente”.
Crisis en Quintana Roo Para Alejandra Soto, directora de Control Risks México, es “sorprendente” que gran parte del país represente un riesgo alto de seguridad. Indicó que el problema que se enfrenta derivado de la violencia del crimen organizado se arrastra desde hace varios sexenios y tiene que ver no sólo con el gobierno federal, también incluye a los ejecutivos estatales y municipales. “El nivel alto de riesgo significa que en esos estados el entorno de seguridad, o el contexto social representan grandes desafíos que son serios y persistentes para las empresas y que las actividades comerciales de rutina requieren mayores cadenas de seguridad.
“Es muy complicado hacer una generalización del por qué en estos estados están en ese color, México es muy complejo, pero las actividades del crimen están presentes en cada entidad”, dijo. En ese sentido, puso el ejemplo de Sinaloa al que calificó de “relativa paz”, pero que en cualquier momento “el crimen organizado puede organizar eventos como el Culiacanazo”.