La Jornada.- Los precios del petróleo anotaron este martes su precio más bajo en el año, en un mercado preocupado por un debilitamiento de la demanda.
La mezcla mexicana de exportación perdió 3.01 dólares (4.48 por ciento) respecto al cierre del lunes y concluyó en 64.15 dólares el barril, de acuerdo con el precio publicado por Petróleos Mexicanos (Pemex).
Desde que inició el mes de diciembre el crudo mexicano ha cotizado a la baja. Este martes ligó cuatro pérdidas seguidas, en las que acumuló un descenso de 8.62 dólares.
El comportamiento de la mezcla mexicana estuvo en línea con el de los referentes internacionales, que también prolongaron su tendencia a la baja, ya que la creciente preocupación por la demanda mundial contrarrestó cualquier efecto alcista del límite de precios impuesto el pasado viernes por la Unión Europea a las ventas de petróleo ruso.
El estadunidense West Texas Intermediate (WTI) para entrega en enero cedió 2.68 dólares a 74.25 dólares en Nueva York. En dos días esta semana, el petróleo WTI perdió más de 7 por ciento.
En tanto, barril de Brent del mar del Norte para entrega en febrero, perdió 3.33 dólares al quedar en 79.35 dólares, por debajo de los 80 dólares por primera vez desde enero.
“El efecto potencial de una nueva serie de alzas de tasas (por parte del banco central estadunidense) generó temor en el mercado, por sus posibles repercusiones sobre la economía mundial”, explicó Susannah Streeter, de Hargreaves Lansdown. Un ajuste de tasas más marcado podría debilitar la demanda de crudo y hacer caer los precios aún más.
Por su parte, la Administración de Información de Energía de Estados Unidos recortó el martes su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial de petróleo para 2023 en 160 mil barriles por día.
Se agrega a este panorama la incertidumbre sobre la situación sanitaria en China, el mayor importador mundial de crudo, con un lento levantamiento de restricciones anticovid.
El fortalecimiento del dólar también contribuyó a la tendencia bajista del mercado. Un billete verde más fuerte encarece el petróleo para los compradores que usan otras divisas, lo que reduce la demanda.