Después de dos años de no realizarse debido la contingencia sanitaria por pandemia de Covid-19, la magna Procesión del Silencio regresa a las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí en su edición número 69, este próximo viernes 15 de abril a las 20:00 horas, uno de los eventos cívico-religiosos más destacados de Latinoamérica y declarado Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado.
Este 2022, la Procesión Silente contará con la participación de alrededor de dos mil personas, 29 cofradías, en la que demás se incluirá, por primera vez, la cofradía de Nuestro Señor de El Saucito, que tuvo que esperar dos años para ser parte del evento debido a la pandemia.
A fin de evitar aglomeraciones, la Secretaría de Cultura informó que se contará con transmisión en vivo a través de pantallas gigantes que serán colocadas en la Plaza de Los Fundadores y en la Alameda Juan Sarabia, así mismo en televisión local, vía streaming y redes sociales. Otra de las medidas a implementar, subrayó, es que como requisito cada una de las y los participantes de la Procesión debe contar con el esquema completo de vacunación.
La titular de la Secult comentó que “lo más importante es la seguridad y la salud de las y los potosinos, tanto de quienes forman parte de la Procesión, como de los espectadores y los visitantes. Por eso, desde hace semanas trabajamos con varias instancias que nos ayudarán a que este evento se lleve a cabo con tranquilidad y sin riesgos”.
Para ello, la Secult se ha coordinado con algunas dependencias gubernamentales como los Servicios de Salud, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y Protección Civil Estatal; de igual manera con instancias municipales como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, dirección de Comercio, Unidad de Gestión del Centro Histórico e Imagen Urbana. “La Procesión del Silencio es de todas y todos los potosinos, no es exclusivo de Gobierno del Estado, ni de la Secretaría de Cultura, ni de Tradiciones Potosinas, es de la gente, de la ciudadanía”, externó.
De esta manera, el Gobierno del Estado trabaja en la conservación de las tradiciones y la cultura, lo cual es necesario para la formación, educación y promoción de valores en la infancia y la juventud que les impidan perderse en las adicciones o la violencia.