¿Qué ocurrió en las sorpresivas elecciones legislativas en Francia y qué pasará ahora?

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CNN.- El domingo por la noche, todo era alegría: los votantes franceses habían mantenido, una vez más, a la extrema derecha fuera del poder. Este lunes por la mañana, en cambio, todo es incertidumbre: un Parlamento dividido, alianzas inestables y la amenaza de años turbulentos por delante.

El presidente Emmanuel Macron convocó las elecciones legislativas anticiádas para “clarificar” la situación política. Pero tras los sorprendentes resultados de la segunda vuelta, las aguas están más turbias de lo que han estado en décadas.

Aunque el aumento del apoyo a la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) frustró al partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, la política francesa está ahora más desordenada que antes de la votación.

Entonces, ¿qué aprendimos anoche y quién podría ser el próximo primer ministro de Francia? ¿Ha “valido la pena” la apuesta de Macron?

Una victoria sorprendente, pero no decisiva

Tras liderar la primera vuelta electoral el pasado domingo, el RN estaba más cerca que nunca del poder y a punto de formar el primer gobierno de extrema derecha de Francia desde el régimen colaboracionista de Vichy de la Segunda Guerra Mundial.

La coalición de izquierdas vence a la extrema derecha en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias en Francia

El Nuevo Frente Popular aseguró la mayoría de los escaños, pero quedó muy por debajo del umbral de 289 escaños para una Çmayoría absoluta. La alianza centrista Ensemble del presidente Macron quedó en segundo lugar, por delante del partido de extrema derecha Agrupación Nacional de Marine Le Pen y sus aliados.

Pero tras una semana de regateos políticos, en la que más de 200 candidatos de izquierda y centro se retiraron de la segunda vuelta para evitar la división del voto, el NFP –un grupo de varios partidos, desde la extrema izquierda hasta los más moderados– se alzó con el mayor número de escaños en la decisiva segunda vuelta.

El NFP obtuvo 182 escaños en la Asamblea Nacional, lo que le convierte en el grupo más numeroso del Parlamento de 577 escaños. La alianza centrista Ensemble de Macron, que quedó en un lejano tercer puesto en la primera vuelta, se recuperó con fuerza y obtuvo 163 escaños. Y el RN y sus aliados, pese a liderar la primera vuelta, obtuvieron 143 escaños.

¿Significa esto que el NFP ha “ganado” las elecciones? No del todo. Aunque la coalición tiene el mayor número de escaños, se ha quedado muy lejos de los 289 necesarios para la mayoría absoluta, lo que significa que Francia tiene ahora un Parlamento dividido. Si ha habido una victoria, ha sido la del “cordón sanitario”, el principio según el cual los partidos mayoritarios deben unirse para impedir que la extrema derecha llegue al poder.

Extrema derecha se mantiene a raya en Francia, pero más poderosa que nunca

Iba a ser una coronación. Multitudes de simpatizantes se habían agolpado el domingo en la sede del partido RN en París y en otros puntos del país, para presenciar el momento que muchos consideraban que se había estado gestando durante décadas: la confirmación de que su partido, con su política antiinmigración, había obtenido el mayor número de escaños en el Parlamento francés.

francia

Pero no fue así. El ambiente de fervor se agrió cuando los simpatizantes vieron que el RN había caído al tercer puesto. Jordan Bardella, el líder de 28 años elegido por Le Pen para refrescar la imagen del partido y purgarlo de sus raíces racistas y antisemitas, se mostró indispuesto. Arremetió contra los “peligrosos pactos electorales” entre el NFP y Ensemble, que han “privado a los franceses” de un gobierno dirigido por RN.

“Al decidir paralizar deliberadamente nuestras instituciones, Emmanuel Macron ha empujado ahora al país hacia la incertidumbre y la inestabilidad”, dijo Bardella, descalificando al NFP como una “alianza del deshonor”.

Aun así, no hay que subestimar el éxito de RN. En las elecciones de 2017, cuando Macron llegó al poder, el RN obtuvo solo ocho escaños. En 2022, subió a 89 escaños. En la votación del domingo, obtuvo 125 (143 junto a sus partidos aliados), lo que le convierte en el mayor partido individual. Esa unidad significa que probablemente seguirá siendo una fuerza potente en el próximo parlamento, mientras que la solidez de la coalición de izquierdas sigue sin ponerse a prueba.

¿Permanecerá unida la izquierda?

Hace un mes, el NFP no existía. Ahora, es el mayor bloque del Parlamento francés y podría proporcionar a Francia su próximo primer ministro. Escogió su nombre en un intento de resucitar el Frente Popular original que impidió que la extrema derecha llegara al poder en 1936. Los resultados del domingo significan que lo ha vuelto a conseguir.

Pero, aunque ha logrado su propósito fundacional, no está claro si esta coalición amplia y potencialmente díscola se mantendrá. El apresurado bloque está formado por varios partidos: el partido de extrema izquierda La France insoumise (en español, Francia insumisa); los socialistas; los verdes ecologistas; la centroizquierdista Place Publique (Plaza pública) y otros.

Esta hidra multicéfala no habla con una sola voz. Cada partido celebró los resultados en sus propios actos de campaña, en lugar de hacerlo conjuntamente. Dos de sus figuras más destacadas –Jean-Luc Mélenchon, el líder populista de La France insoumise, y Raphael Glucksmann, el líder más moderado de Place Publique– apenas se hablan.

Los desacuerdos sobre las políticas económica y exterior podrían desbordarse, ya que los expansivos planes de gasto del NFP –que incluyen el aumento del salario mínimo, la limitación del precio de determinados alimentos y energía y la eliminación de las reformas de las pensiones de Macron– chocan con las restrictivas normas fiscales de la Unión Europea y la necesidad de Francia de frenar su abultado déficit.

Una noche mejor de lo esperado para Macron, que aún así sale

debilitado

Macron dijo una vez que sus pensamientos son “demasiado complejos” para los periodistas. Sin embargo, su decisión de convocar elecciones anticipadas –tres años antes de lo necesario y con su partido muy por detrás en las encuestas– desconcertó a los analistas políticos más agudos, cogió desprevenidos incluso a sus aliados más cercanos y dejó confundidos a muchos votantes franceses.

Convocó la votación minutos después de que su partido fuera derrotado por el RN en las elecciones al Parlamento Europeo del mes pasado. Aunque los resultados europeos no tienen por qué influir en la política nacional, Macron dijo que no podía ignorar el mensaje que le habían enviado los votantes y que quería aclarar la situación.

Pero los resultados del domingo sugieren que ha conseguido lo contrario. Éduoard Philippe, ex primer ministro de Francia y aliado de Macron, dijo que lo que “pretendía ser una aclaración ha conducido en cambio a una gran vaguedad.” Aunque el partido de Macron se recuperó de la primera vuelta, perdió unos 100 escaños respecto a las elecciones de 2022.

¿Hacia dónde se dirige Francia?

La primera decisión de Macron es nombrar un nuevo primer ministro. Ya ha retrasado este proceso al rechazar la dimisión de Gabriel Attal, pidiéndole que permanezca en el cargo por ahora.

Normalmente, el presidente francés nombra a un primer ministro del bloque más grande del Parlamento. Pero no está claro de qué partido del NFP saldrá. El partido de Mélenchon obtuvo el mayor número de escaños dentro del NFP, pero los aliados de Macron se han negado en repetidas ocasiones a trabajar con La France insoumise, diciendo que es tan extremista –y por tanto tan incapaz de gobernar– como el RN.

Para alcanzar la mayoría necesaria para aprobar leyes, es probable que el NFP tenga que aliarse con Ensemble, ya que dos coaliciones entran en una coalición aún mayor, a caballo entre vastos terrenos ideológicos. Encontrar un terreno común será una tarea difícil, por lo que es probable que se produzca un bloqueo. Sin una mayoría clara, un gobierno en minoría corre el riesgo de sufrir mociones de censura este mismo mes, lo que podría dar lugar a la sustitución de varios gobiernos.

Una salida podría ser un gobierno “tecnocrático”, que implicaría que Macron nombrara a ministros sin afiliación partidista para gestionar los asuntos cotidianos. Pero esto puede llegar a parecer antidemocrático y avivar aún más las llamas del populismo. Basta con mirar a Italia: tras el mandato de Mario Draghi, el tecnócrata por excelencia, el país eligió su gobierno más ultraderechista desde Benito Mussolini. Aunque Francia evitó por ahora un gobierno de extrema derecha, es probable que la amenaza de RN siga siendo fuerte.

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