Además de ayudarte a controlar enfermedades respiratorias, aliviar dolores de estómago, ser antioxidante, antiséptico, entre otras; este cítrico puede convertirse en tu mejor “acompañante” nocturno.
Pon una rodaja en un plato, coloca junto a tu cama y disfruta de estos efectos:
Te relajarás
Todos ansiamos irnos a la cama libres de estrés y preocupaciones. Oler limón te tranquiliza y reduce tus niveles de ansiedad.
No más piquetes
¡De mosco! Las rodajas los mantendrán alejados de ti. Para potenciar su poder repelente, agrégale un poco de clavos de olor. ¡No les verás ni el polvo!
De buen humor
Sin importar lo que hayas experimentado el día anterior, amanecerás feliz y con toda la pila para hacer tus actividades. Esto porque olerlo estimula la producción de serotonina, la llamada “hormona de la felicidad”.
Presión arterial bajo control
Si no quieres que se “dispare” o baje, el limón será tu mejor aliado para conseguirlo. ¿La razón? El aroma que expide evita la presión en tus arterias.
Concentración
Activa tu cerebro y favorece que te concentres sin importar qué tantos distractores haya a tu alrededor. Además, evita que se te olviden las cosas, pues mejora tu capacidad de memoria.
Ya lo sabes, antes de entregarte a los “brazos de Morfeo”, parte tu rodaja de limón y ¡dulces sueños!
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