El gasto para la atención médica de la población sin seguridad social disminuirá en 1,400 pesos por persona y habrá recortes a 16 institutos de salud, de avalarse el plan de presupuesto para 2025.
Expansión.- En algunos hospitales federales han comenzado las advertencias: en los próximos tres meses enfrentarán escasez de medicamentos, insumos para la salud y hasta de alimentos. A través de comunicados internos, las directivas han explicado a sus trabajadores que las carencias son resultado de ajustes presupuestarios impuestos por el gobierno federal.
Lo más preocupante es que los recortes no acabarán cuando 2024 llegue a su fin. De aprobarse el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2025, los 16 hospitales federales e institutos nacionales de salud tendrán otra disminución en su gasto. Se trata del mayor recorte desde la pandemia de covid-19.
Estos hospitales atienden a las personas sin seguridad social, con mayores carencias y pobreza, por lo que el recorte que se propone afectará a la población más vulnerable.
“Lo preocupante es que es en la población que menos recursos tiene, porque es para la población sin seguridad social”, explica Judith Méndez, especialista en Finanzas y Salud del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
De 2020 a 2024, casi todas estas unidades médicas tuvieron leves incrementos en su gasto, por lo menos de manera nominal y en el presupuesto aprobado. En el transcurso del año, el gobierno puede hacer recortes.
Institutos y hospitales con más recortes
El Instituto Nacional de Neurología y el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) tendrían los mayores recortes reales. Se plantea disminuir en 19% el presupuesto del primero y en 14.7% el del segundo.
Después le siguen el Hospital General de México, con una baja de 12.34%, el Instituto Nacional de Nutrición, con 12.31%, y el Hospital General “Manuel Gea González”, que enfrentará un recorte de 12.16%.
Recientemente, en Nutrición circuló un comunicado interno con recomendaciones a su personal para afrontar las carencias por falta de recursos.
“Como consecuencia de los ajustes presupuestarios por los que atraviesa el sistema de salud, se espera que la farmacia ambulatoria tendrá desabasto de algunos medicamentos por los próximos tres meses”, se lee en la circular fechada el 13 de noviembre de este año, días antes de conocerse el proyecto de presupuesto 2025.
El documento instruye al personal médico a no prescribir fármacos para más de dos meses, con el fin de que el desabasto no se profundice y para cubrir a los pacientes hospitalizados.
Protesta por alimentos
En otros hospitales también se han dado advertencias y hasta protestas. El 2 de diciembre, trabajadores del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” se manifestaron por la falta de alimentos.
De acuerdo con la Sección 84 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), el pasado lunes no llegaron al hospital 2,200 raciones de alimentos, que se utilizan para los desayunos y comidas de todo el personal –médico, operativo y administrativo– y de los pacientes hospitalizados.
Así que decidieron protestar en demanda de una solución. Desde octubre de 2024, el sindicato ya había interpuesto una queja por la disminución de las raciones de comida.
“Los menús constaban de sopa y arroz y actualmente se sirve solo uno de ellos, llegando al grado tal de haber una carencia total de frijoles, tortillas, bolillo y pan de dulce”, se lee en el oficio de queja presentado por el líder sindical Óscar Ruiz.
A pesar de estas carencias, se prevé que en 2025 el Hospital Infantil de México reciba 11.19% menos dinero. En la misma situación se encuentra el Instituto Nacional de Cardiología para el que se estima una reducción de 11.97%.
En Cardiología también se difundió un comunicado de su director. El 27 de noviembre advirtió a los trabajadores que el instituto enfrentaba una situación crítica para obtener dispositivos médicos, alimentos y financiamiento para concluir una obra hospitalaria.
“Durante el año 2024, la Administración Pública Federal ha efectuado reducciones al presupuesto y múltiples restricciones a la gestión de contrataciones. Esto ha afectado la adquisición de los insumos necesarios para el buen funcionamiento del instituto”, se lee en el documento.
Quitan presupuesto a hospitales de alta especialidad
A los Hospitales Regionales de Alta Especialidad que fueron transferidos a IMSS-Bienestar ya no se les considera dentro del presupuesto de la Secretaría de Salud.
Se espera que su gasto provenga del organismo público, pero ya no es posible identificar los recursos destinados a cada hospital.
Este paquete se anunció como uno que atendía las desigualdades y, al menos en salud, no lo vemos”,
Sin recursos suficientes para funcionar, los hospitales no podrán cubrir a toda la población sin seguridad social y esto contribuye a que las familias tengan que pagar por atención médica de sus propios bolsillos.
“Cuando estamos hablando de enfermedades crónicas, el gasto puede llegar a ser catastrófico para el hogar o empobrecedor, y eso es lo que nos preocupa más”, explica la experta.
Los afectados: la población sin seguridad social
En general, todo el sector salud enfrenta recortes en 2025. Para ese año se considera un gasto total de 918,400 millones de pesos, lo que representaría un recorte de 11% respecto a 2024.
Esta inversión pública equivale a 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), una proporción menor a la del año pasado, que fue de 2.9%.
Con esto crece la brecha presupuestaria para alcanzar la cobertura universal de salud, prometida por la presidenta Claudia Sheinbaum. Se estima que se necesita un gasto de 6% del PIB para concretar esa meta, pero en 2025 se darían pasos atrás, porque se requerirá una inversión adicional de 3.5% del PIB. El año pasado se necesitaba 3%.
Además, el gasto por persona para la población sin seguridad social disminuiría 1,400 pesos, una caída del 24.9% frente a los 5,625 pesos aprobados en 2024.
Aunque IMSS-Bienestar por sí solo sí tendrá un incremento presupuestal, el resto de rubros para la población sin seguridad social registra recortes que el incremento a IMSS-Bienestar no compensa.
En contraste, el gasto por persona del IMSS e ISSSTE aumentaría 12.4% y 16.8%, en términos reales, respectivamente. Esto significa que subiría de 8,573 pesos a 9,635 pesos para los afiliados al IMSS, y de 9,873 a 11,531 pesos para los del ISSSTE.
Medicamentos y salud mental
Para medicamentos se estima un presupuesto de 132,222 millones de pesos en 2025, lo cual representaría un recorte aproximado de 3.7% respecto a lo aprobado en 2024.
La tendencia de recortar recursos o mantener un sector salud sin presupuesto suficiente podría traer consecuencias también en el largo plazo, debido al envejecimiento poblacional y al aumento de enfermedades crónicas.
“Cada vez seremos más adultos mayores y esto lleva retos para el sistema fiscal y el sistema de salud”,
Mientras que en salud mental se prevé un presupuesto de 3,460 millones de pesos, esto representaría un recorte de 521.7 millones de pesos, 13.1% menos.
Esta reducción sería resultado de los recortes que se proponen a los Centros de Integración Juvenil, la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, y al Instituto Nacional de Psiquiatría.