Rector Zermeño Guerra resalta necesidad de reeducar, para erradicar violencia contra las mujeres
Edición MG
San Luis Potosí. En entrevista, el doctor Alejandro Zermeño Guerra, rector de la universidad Autónoma de San Luis Potosí, admite que “nada garantiza que no vaya a haber violencia, ni siquiera en tu casa”; sin embargo, resalta que con el nuevo protocolo universitario de atención a casos de acoso, se evitará la revictimización en los casos de acoso u hostigamiento sexual, y la comunidad estudiantil podrá encontrar condiciones mejores para erradicar la violencia.
Desde diciembre del 2020, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, aprobó el nuevo protocolo universitario para la prevención, atención, sanción y erradicación del hostigamiento, el acoso sexual y la violencia de género, un documento que presenta varios cambios sustanciales con respecto al protocolo anterior, entre ellos incluye que a partir de ahora, la Defensoría de los Derechos Universitarios será competente para intervenir de oficio en actos u omisiones en situaciones de acoso, hostigamiento sexual o violencia de género, cometidas por cualquier integrante de la comunidad universitaria; de hecho, el nuevo documento está planteando medidas para la prevención de violencia contra las mujeres universitarias, en varios niveles.
Por ejemplo, una de esas medidas, es la intervención grupal con hombres universitarios denunciados (se entiende que aquí pueden estar incluidos alumnos, profesores, catedráticos, directivos, personal administrativo, sobre quienes pesen este tipo de acusaciones); la finalidad de esta estrategia es identificar las distintas modalidades de lo que se conoce como los machismos cotidianos.
Al respecto, el rector Alejandro Zermeño Guerra declaró: “Se está tratando de sensibilizar, hasta incluso a los mismo alumnos, compañeros, sobre el trato digno a las personas”
EMG: ¿Ven resistencia?
AZG: “Yo creo que no, más bien, son costumbres que la sociedad mexicana y muchas sociedades, han tenido por siglos; es un cambio, yo creo que tenemos que reeducarnos todos, no importa tu edad, no importa tu generación, no importa tu sexo, tu género, y empezar con una cosa que se llama: respeto”.
El nuevo protocolo, plantea que las intervenciones que realice la Defensoría de los derechos universitario, deberán apegarse a los principios de credibilidad hacia los dichos de la víctima, así como su propia declaración como prueba en casos de acoso y hostigamiento, cuya naturaleza, puede producirse en entornos sin testigos,
Se sigue tomando en cuenta la presunción de inocencia, la no revictimización, la protección de la identidad de las personas denunciantes, su máxima protección y la no crimininalización, lo que implica que de ninguna manera se haga responsable a la víctima por la violencia ejercida en su contra, como ha sido un común denominador en los casos hechos públicos en nuestro país.
Una de las deficiencias más señaladas en la anterior versión de este protocolo, era justamente la revictimización, pues las estudiantes que se atrevían a señalar estos actos de violencia, se veían obligadas a contar sus vivencias en diversas ocasiones, y en no pocas frente a personal administrativo con nula sensibilización en casos de violación a la integridad de las mujeres
En ese sentido, el nuevo protocolo plantea la creación de diversas instancias que comenzarán a funcionar como la defensoría adjunta de quejas y denuncias, así como la Unidad de Atención temprana de la defensoría, que tendrán representantes por facultades, así lo explicó Zermeño Guerra:
“Ya en lugar de que te llevan a un lado, después te pasan a otro, va ser directamente la atención, una oficina de atención exclusiva para eso, con un grupo de abogados, psicólogos atendiendo las situaciones; de inmediato y directamente”
EMG: ¿Va haber un grupo en cada Facultad?
AZG: Hay un responsable en cada facultad de atender los casos, y canalizarlos a la Comisión”
En el pasado, la omisión de parte de las autoridades universitarias en casos de de catedráticos señalados por estudiantes, fue el bloqueo para la intervención de las autoridades judiciales, en casos que constituyeron delitos, el rector Alejandro Zermeño asegura que en el nuevo documento están delineados los lineamientos para determinar la gravedad de la violencia, y que, en los casos que sean considerados delitos, la universidad incluso acompañará a las víctimas en posibles procesos ante la fiscalía
En el contexto de una demanda espacios mucho más sanos, lejos de la violencia, como en el caso de la secundaria Graciano Sánchez, donde alumnas y ex alumnas, denunciaron los abusos de poder ejercidos desde el profesorado; le preguntamos al rector, directamente si con el nuevo protocolo universitario, las y los estudiantes, pero sobre todo ellas, las estudiantes, podrían tener garantizado un ambiente con cero violencia, y respondió:
“Nadie puede garantizar violencia cero, ni en tu casa puedes garantizar violencia cero; definitivamente lo que puedo decir, es que los universitarios cuando se integren a las actividades presenciales de la universidad, van a encontrar condiciones para disminuir los riesgos de posibilidades de violencia”.