Sopitas.- Aplicando el “todavía sirve, todavía sirve”, así anda la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que, “sorpresivamente”, se descubrió un pequeño error que tiene la reforma judicial… ésa que (según) se analizó por meses y que lleva decretada casi un mes.
“Sólo es que un caso donde los tiempos no concuerdan”
Ese error “no invalida”, aseguró Claudia Sheinbaum. Y, para asegurarlo “con los pelos de la burra en la mano”, señaló que consultó el asunto con el ministro Arturo Zaldívar, además de con la consejera jurídica de Presidencia y con legisladores de Morena. Entonces, no hay problema. “La reforma es válida”.
“Entiendo que es solamente un caso donde los tiempos no concuerdan en una y otra situación, no se revisó previamente cuando se envió y hay que corregir esa parte”, explicó la presidenta.
Se le hará una reforma a la reforma judicial
Según reconoció el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal, sí hay un err… una “contradicción” en los artículos 94 y 97 constitucionales, relativos a la elección de ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La contradicción, indica Proceso, se debe a que a uno sí se le metió mano, pero el otro quedó como estaba. De tal manera que el artículo 94 dice que la presidencia de la SCJN se renovará cada dos años, mientras que el 97 dicta que será cada cuatro.
A la pregunta obligada (y hecha para evidenciar la mensada de los legisladores) “¿con cuál de los dos artículos se elegirá al presidente de la SCJN?”, Ricardo Monreal señaló que eso será resuelto pronto. ¿Cómo? Pues con otra reforma.
¿Una reforma de la reforma? Así mero: La reforma judicial ya está en la Constitución… “Por eso, con una reforma a la Constitución. Aclarando eso se va hacer”, aseguró Ricardo Monreal. “se está en estudio ahorita”.
De acuerdo con Expansión, el error en la reforma judicial está desde que se aprobó en la Camarada Diputados y Senadores… y, luego, nadie lo notó en los congresos estatales. Muchos dirán que fue cosa de los de Morena, pero la verdad es que ninguno de cientos de los legisladores (opositores incluidos) se dio cuenta.
