La Junta de Investigación Marina de la Guardia Costera inició una audiencia sobre la implosión en la que murieron cinco personas que iban a bordo del sumergible Titán para ver los restos del Titanic.
ABC.- Los últimos mensajes enviados desde el sumergible Titán antes de implosionar en 2023 durante una expedición a los restos del Titanic en las profundidades del océano Atlántico, fueron revelados ayer por la Guardia Costera de Estados Unidos.
La Junta de Investigación Marina de la Guardia Costera inició este lunes una audiencia de dos semanas sobre el accidente ocurrido el 18 de junio de 2023 en el que murieron las cinco personas que iban a bordo del sumergible propiedad de la empresa OceanGate.
Mientras se sumergía para llegar al Titanic, que se encuentra a unos 3 mil 800 metros de profundidad, el Titán envió una serie de mensajes de texto a un buque de apoyo en la superficie llamado Polar Prince.
¿Cuáles fueron los últimos mensajes?
A los 2 mil 274 metros bajo el nivel del mar, el sumergible envió uno de sus últimos mensajes: “Todo bien por aquí”, según una animación elaborada por la Guardia Costera para recrear el accidente. El último mensaje que salió del Titán fue “arrojar el peso”.
A los 3 mil 346 metros se perdieron las comunicaciones con el sumergible, cuyos restos fueron encontrados cuatro días después en el fondo del océano y se determinó que los cinco miembros de la tripulación, incluido el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush, murieron en la implosión de la nave.
El primero en testificar en la audiencia, celebrada en Carolina del Sur, fue el exdirector de ingeniería de OceanGate Tony Nissen, quien fue despedido de la compañía en 2019.
Nissen dijo haber recibido presiones por parte de Rush para acelerar los cronogramas y meter el Titán al agua, y reveló que hace años se negó a pilotar el sumergible porque desconfiaba del personal de operaciones.
Detalles de la implosión
Familiares de Paul-Henri Nargeolet, quien murió en la implosión del sumergible Titán en junio de 2023 exigen una compensación de más de 50 millones de dólares.
De acuerdo a medios de Estados Unidos, en la demanda presentada se informa que los tripulantes experimentaron “terror y angustia mental” antes del desastre.
El Titán “dejó caer pesas” cerca de 90 minutos tras su inmersión, lo que indica que el equipo había abortado o intentado abortar la inmersión, según la demanda.
“Si bien es posible que nunca se determine la causa exacta del fallo, los expertos coinciden en que la tripulación se habría dado cuenta exactamente de lo que estaba sucediendo.
“El sentido común dicta que la tripulación era muy consciente de que iban a morir, antes de hacerlo”, agregó.
La demanda refiere que la tripulación perdió total comunicación a medida que avanzaban.