Rosamund Pike, la chica Bond que desafió una incómoda audición: “Me pidieron que me quitara el vestido y quedara en ropa interior”
Infobae.-
Rosamund Pike es una de las actrices británicas más versátiles y respetadas de su generación. Desde su consagración con el papel de Amy Dunne en Gone Girl, que le valió una nominación al Óscar, hasta interpretaciones premiadas como Marla Grayson en Descuida, yo te cuido, Pike edificó una carrera con personajes complejos, mujeres en conflicto y una entrega absoluta a cada proyecto.
“En la audición de Bond, me pidieron que me desabrochara y dejara caer el vestido que llevaba puesto, para quedar simplemente en ropa interior”, recordó Pike. “Y pensé: ‘Bueno, no. Haré eso si obtengo el papel. No voy a hacerlo ahora‘. No sé qué me poseyó”.
Pike consiguió el rol y debutó en el cine como la elegante y letal Miranda Frost, una campeona olímpica de esgrima y agente doble que traiciona a James Bond, interpretado por Pierce Brosnan.
A pesar del contraste de edades —Brosnan tenía 49 años y Pike apenas 23 cuando se estrenó la cinta—, la actriz guarda buenos recuerdos del rodaje.
En el pódcast del actor David Tennant, Rosemund develó una vergonzosa anécdota con su co-estrella mientras grababan una escena íntima.

“Filmamos un abrazo, y luego nos separamos, y veo la cinta adhesiva corporal y los cubrepezones cubiertos de pelos. Y pensé: ‘Oh, Dios mío, le estoy depilando el pecho a Pierce’”.
Resultó que no era el actor, sino una alfombra de piel sintética sobre la cama del set. “Literalmente pensé que estaba depilando al pobre hombre”, relató entre risas.
La perspectiva profesional de Rosemund Pike
Aunque su primer gran papel fue como una “chica Bond”, Pike ha sabido distanciarse de los estereotipos del cine de espionaje.
En la entrevista con Harpeer’s Bazaar, la actriz agradeció haber alimentado la suficiente confianza en sí misma para negociar cambios en sus personajes.

“Me tomaron para un almuerzo muy considerado con el director para decirme: ‘¿Eres consciente de esto?’”, contó. Aunque aceptó el reto, también impuso límites si la situación lo ameritaba.
“Después de que mi personaje mata a su esposo, debía aparecer con su cadáver y estar desnuda. Pero pedí una bata, y me la dieron. Usualmente he pasado mi carrera con más ropa de la que inicialmente estaba en el guion”, expresó.
“Siempre que me comprometo con algo, lo doy al 100%. Es una confesión terrible, porque no existe la perfección. Pero siempre perseguiré la excelencia. Quiero que la actuación fluya a través de mí. No sé por qué alguien se esforzaría menos”, declaró a Harper’s Bazaar.

Aunque su personaje no aparece trabajando como paramédica en pantalla, Pike se preparó pasando noches con el Servicio de Ambulancias de Londres. “Entrené con ellos, estuve en un turno nocturno. Tratando de encontrar la realidad de la experiencia”, explicó.
Además del cine, la actriz se prepara para su regreso al teatro con Inter Alia, una obra de Suzie Miller (Prima Facie), que se estrenará el 10 de julio en el National Theatre de Londres.
En ella, Pike encarnará a Jessica Parks, una jueza de la Corte de la Corona, en una puesta en escena que mezcla drama judicial y vida familiar. En las escenas del tribunal, estará completamente sola en escena.
“Tengo que crear esa sala para el público: el jurado, los testigos, los abogados… todo eso”, comentó. “Ya estoy soñando con eso”.