Rose McGowan recibe residencia MEXICANA y asegura que no volverá a vivir en EU

Rose McGowan se mudó a Tulum en el 2020, por lo que ahora, después de un tiempo viviendo en México, las autoridades le dieron la residencia. La actriz mejor conocida por liderar el movimiento #MeToo, confesó en YouTube que no tiene intención de regresar a Estados Unidos.

Durante el programa ‘The Dab Roast’, la italiana confirmó que desde que llegó a México se puso en contacto con Relaciones Exteriores para ver todo lo que necesitaba para comenzar los trámites de su residencia temporal. Ahora con la residencia aprobada, la actriz pudo comentar que no tiene intenciones de volver a vivir a Estados Unidos.

Entre sus publicaciones en redes sociales, Rose se ve feliz, libre y asegura que es muy económico vivir en tierras aztecas, inclusive puso un ejemplo, ya que en una ocasión se rompió el brazo y dejó claro que de servicios médicos tendrían un costo de 10 mil dólares en la Unión Americana, mientras que en México solo fueron 250 dólares. 

Ahora, la italiana se dedica a exponer bellos momentos en México, siendo las hermosas playas de Tulum las principales protagonistas de los nuevos capítulos de su vida; mismos donde su perrito puede correr y disfrutar.

La actriz cuenta con 770 K de seguidores en Instagram de todo el mundo, mismos que puedes conocer y disfrutar más sobre la hermosa playa del sur de la República Mexicana. Por lo que además de disfrutar de nuestro país, es una gran embajadora para atraer turistas a las playas de Quintana Roo.

#MeToo

McGowan fue una de las primeras actrices que levantaron la voz contra Harvey Wenstein, quien fue acusado por abuso sexual. Ahora es un movimiento en el que miles de mujeres hacen sus declaraciones por sufrir abuso sexual. La última vez que la actriz habló del tema de Harvey fue para exponer que los abogados del productor la habían amenazado por levantar la voz.

Reconoció el pasado mes de junio, cuando ya se encontraba afincada en México, que por fin podía afirmar abiertamente que había encontrado la “paz” que tanto requería para poder seguir adelante con su vida sin estancarse en su sombrío y traumático pasado.

“Esa sensación de paz ha llegado finalmente. Esta persona ya no puede herirme, aunque ha destrozado tantas vidas... Gracias a Dios que el jurado ha podido analizar el caso sin verse cegado por toda esa mier** de culpabilizar a las mujeres”, explicaba el pasado verano para analizar los efectos que, para su bienestar emocional, se desprenden de esa pena de 23 años de prisión a la que fue condenado el antiguo rey midas de Hollywood por su comportamiento vejatorio y denigrante.