Sam Bankman-Fried de FTX es declarado culpable de fraude

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El fundador de la bolsa de criptomonedas FTX, otrora la niña de oro del mundo cripto, ha sido declarado culpable de los siete cargos de fraude y conspiración.

Sam Bankman-Fried ha sido declarado culpable de fraude y conspiración por un jurado en un tribunal de Nueva York. El fundador de la bolsa de criptomonedas en quiebra, FTX, fue declarado culpable de los siete cargos por los que fue juzgado. La sentencia está pendiente.

Un caso extenso, y a veces técnico, se decidió finalmente en cuestión de horas, con el jurado confirmando que estaba listo para emitir su veredicto a las 7:33 pm, hora del este de Estados Unidos.

Un golpe en el corazón

Bankman-Fried se levantó para escuchar el veredicto del jurado y, una vez declarado culpable de todos los cargos, volvió a sentarse sin dar muestras de emoción. Sus padres, que asistieron al tribunal todos los días y habían mantenido firmemente la inocencia de su hijo desde que fue acusado, parecían consternados.

Cuando Bankman-Fried fue escoltado a la salida, miró a sus padres y los reconoció con un pequeño gesto de resignación. Su madre se golpeó el corazón con la mano una vez, produciendo un ruido ensordecido que pudo oírse en la sala vacía mientras Bankman-Fried era conducido fuera. Bankman-Fried se enfrenta a 115 años de prisión.

El gobierno estadounidense había acusado a Bankman-Fried de supervisar un fraude multimillonario, por el que el dinero perteneciente a los clientes de FTX fue a parar a una empresa hermana, Alameda Research, y se utilizó para financiar operaciones de alto riesgo, pagos de deudas, préstamos personales, donaciones políticas y una vida de lujo en las Bahamas. La bolsa quebró en noviembre de 2022 tras no poder hacer frente a las retiradas de fondos de los clientes.

Fraude sin mala intención, dicen

La defensa intentó argumentar que Bankman-Fried había actuado como lo haría cualquier empresario racional, en medio de unas condiciones de mercado difíciles, y que nunca tuvo intención de estafar a nadie. Bankman-Fried incluso subió al estrado, en contra de la sabiduría jurídica convencional, para apelar directamente a la simpatía del jurado. Pero ante el testimonio de miembros del círculo íntimo de Bankman-Fried, que hablaron de su propia culpabilidad, así como de clientes e inversores que perdieron dinero en la caída de FTX, el jurado falló en contra del acusado.

El testimonio de Caroline Ellison, CEO de Alameda Research y exnovia de Bankman-Fried, “sobresalió”, según Jordan Estes, ex fiscal de EE UU y socio del bufete de abogados Kramer Levin. Ellison describió a Bankman-Fried como imprudente, enérgico y calculador; describió al jurado sus diversos engaños, la cuidadosa preparación de su imagen pública y su brújula moral mal calibrada. Ellison lloró en el estrado cuando recordó su “estado de pavor”, el sentimiento de culpa por los fondos robados y la sensación de alivio cuando FTX empezó a desmoronarse.

Una victoria emblemática

El Departamento de Justicia de EE UU, según Estes, considerará la condena de Bankman-Fried una “victoria emblemática”, como su primera condena criptográfica de alto perfil. La criptomoneda se ha utilizado durante más de una década para ocultar el pago de productos ilícitos, permitir ciberataques con base en la extorsión y blanquear el producto de actividades delictivas. En 2021 , el Departamento de Justicia anunció la creación de un equipo especializado en criptomonedas para “hacer frente a investigaciones y enjuiciamientos complejos de usos delictivos indebidos de las criptomonedas”. Pero hasta ahora, la agencia había conseguido pocas condenas históricas.

Aunque se le acusó de fraude a la antigua usanza, Bankman-Fried pertenecía a la realeza de las criptomonedas, lo que confiere a su condena una importancia simbólica, asegura Estes. Según Estes, el Departamento de Justicia ha enviado “un mensaje a la industria de las criptomonedas de que no se tolerará el fraude ni los chanchullos” y, al parecer, se está investigando a otro miembro de la élite de las criptomonedas, Changpeng Zhao, CEO de Binance, la mayor bolsa de criptomonedas del mundo.

En los círculos criptográficos, el juicio de Bankman-Fried se consideró una “vergüenza galáctica”, un espectáculo secundario cuyo resultado tendría poco efecto sobre las perspectivas o la trayectoria de las criptoempresas restantes, pero arrojó una nube oscura sobre la industria y atrajo un torrente de prensa poco halagadora.

Su conclusión marca una oportunidad para que el sector de las criptomonedas empiece de nuevo. Bankman-Fried y FTX pueden ser la historia del día, destaca Kurt Wuckert Jr, experto en bitcoin de la empresa de medios CoinGeek, pero pronto se convertirán en artefactos de la historia de las criptomonedas, como el cierre del mercado clandestino Silk Road o la quiebra de la bolsa Mt. Gox. FTX se convertirá en otro “punto de referencia”, indica.

Volverá a ocurrir

Lo que ha pasado no impide que se produzca otro fraude similar en el futuro, alerta Wuckert Jr., sobre todo mientras siga existiendo una falta de claridad regulatoria con respecto a las criptomonedas en jurisdicciones como la estadounidense. La condena de Bankman-Fried no significa que “las criptomonedas estén limpias”, señala Kyla Curley, investigadora forense especializada en criptomonedas y socia de la empresa de asesoramiento sobre cumplimiento, StoneTurn. Hasta que las criptoempresas no se rijan por un conjunto de normas claras y específicas del sector, el mensaje sigue siendo “cuidado con el comprador”, advierte.

El beneficio tangible más inmediato de la condena puede ser su efecto catártico para los clientes de FTX, aunque no influirá en la cantidad de dinero que se devuelva al final del proceso de quiebra. “Se trata más de justicia, de sentimiento y emoción”, refiere Mike van Rossum, fundador de la empresa de comercio, Folkvang, acreedor y accionista de FTX. “Necesitamos un mundo en el que haya responsabilidad por las cosas malas que uno hace. En el caso de Sam, se hicieron cosas malas”.

Se enfrenta a más de 100 años (y otro juicio)

Ahora que el jurado ha emitido su veredicto, el juez Lewis Kaplan decidirá la pena adecuada para Bankman-Fried. El máximo para los siete cargos por los que ha sido condenado es superior a 100 años. Pero en la práctica, dice Estes, es probable que la sentencia quede muy por debajo de esa marca. Se espera que Kaplan tome una decisión en los próximos meses.

Mientras tanto, Bankman-Fried debe prepararse para un segundo juicio. En marzo de 2024 será juzgado por otros cinco cargos, presentados por el Departamento de Justicia en los meses posteriores a su detención inicial, entre ellos conspiración para cometer fraude bancario, conspiración para cometer actos de soborno y fraude de valores.

El problema para Bankman-Fried, de cuerdo con Estes, fue siempre que tenía que vencer todos y cada uno de los 12 cargos que se le imputaban para salir libre. Esto se hizo más difícil cuando su juicio se dividió en dos, dejándole con dos jurados a los que ganarse. Aunque la carga de la prueba recae en el gobierno de EE UU, Bankman-Fried se enfrentaba a una “ardua batalla”, apunta Estes, porque solo necesitaba ser condenado por “un cargo en cualquiera de los juicios” para que el juez pudiera “sentenciarlo a prisión”.

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