Sin estar en la boleta, AMLO es la figura a vencer en 2024

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Analistas explican que la pelea por la continuidad o cuarta alternancia en el país no solo involucra a Claudia Sheinbaum y a Xóchitl Gálvez, también incluye a la figura del presidente López Obrador.

Expansión.- La batalla por la Presidencia de la República en el 2024 y por la continuidad o cuarta alternancia no será entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. La contienda electoral más grande de la historia tiene un jugador más: el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Si bien el titular del Ejecutivo federal ya entregó la conducción del movimiento político a Sheinbaum Pardo para dedicarse a gobernar durante los casi 13 meses que le restan a su gobierno, él será un elemento clave en el proceso de 2024 a pesar de que no estará en la boleta electoral.

Los politólogos resaltan estos aspectos en su análisis: se trata de un mandatario con 60% de aprobación ciudadana, el político más votado en la historia reciente, un personaje que a diario hace campaña a favor de su proyecto y con una política social traducida en más de 25 millones de beneficiarios de programas sociales.

Miguel Tovar, analista político y socio de Alterpraxis lo dice sin rodeos: “Sin estar en la boleta, el candidato a vencer es el presidente López Obrador”.

A 264 días de la jornada del 2 de junio, ya hay dos mujeres perfiladas por la continuidad o alternancia: por Morena será Claudia Sheinbaum y por PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez. Y en este duelo, los analistas consultados sostienen que el presidente no dejará sola a su candidata y utilizará todo su poder.

“Se asemeja mucho a este evento político histórico que fue el Maximato en la medida en la que el presidente sigue teniendo un poder muy importante y una capacidad de influencia importantísima en todos los niveles del partido y en la gran mayoría de los espacios del gobierno federal. El margen de maniobra que tiene el presidente López Obrador es muchísimo, es uno de los presidentes con mayor poder en los últimos 30 años”, resalta Tovar.

A los 56 meses de gobierno, López Obrador goza de un respaldo ciudadano de más del 65%, de acuerdo con la encuesta de encuestas de Oraculus. Esta aprobación es similar a la de Ernesto Zedillo (65%), es mucho mayor a la de Enrique Peña Nieto (23%), Felipe Calderón (58%), y Vicente Fox (56%).

“La base social lopezobradorista es muy amplia, es una base social cautiva, digamos, por los programas sociales, por los apoyos a las personas adultas, a jóvenes, etcétera. Será muy difícil competir contra todo eso”, explica Rafael Morales, analista político y director de Gurú Electoral.

Efrén Arellano, catedrático de la UNAM, sostiene que el gran beneficiario de la política social implementada en este gobierno sea el propio presidente.“El manejo comunicacional de estas acciones ha llevado a que el presidente sea el beneficiario directo. En comunicación decimos: es tan importante hacer las cosas como anunciar las cosas”, sostiene.

Aunque pasó de opositor a ser jefe de Estado, especialistas afirman que el presidente no ha dejado de hacer campaña, por lo que ahora que existe una posibilidad de que su proyecto esté en riesgo, sin dudarlo, será el jefe de campaña de Sheinbaum.

“Un hombre tan político como él, tan controvertido, con el privilegio por el megáfono y por estar comentando de manera recurrente, le puede ser incómodo a la propia candidata de Morena. López Obrador no se va a callar, va a ser muy activo, va a ser la campaña extendida de López Obrador. Por eso, cualquier candidato de oposición, debería de apuntar la mayor cantidad de baterías hacia el presidente”, dice Tovar.

La batalla de Xóchitl

 

Apoyada por el PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez tiene enfrente a dos adversarios a vencer: la candidata de Morena y al presidente López Obrador.

Si bien su perfil de independiente, fresca, o espontánea le funcionó para dejar en el camino a más de 30 aspirantes, para contender por la Presidencia de la República deberá buscar ser vista como una candidata con propuesta y no sólo como opositora a López Obrador, ello para construir una propuesta competitiva y atractiva para los ciudadanos.

“Le hace falta todavía solidificar su discurso, la candidata independiente, fresca, espontánea, que enfrenta al presidente significó una gran sorpresa y surgió una opositora con muchas posibilidades, pero tiene que modificar su discurso y mostrar liderazgo. Hay que pasar de esta imagen de opositora, de valiente a una imagen de liderazgo. Ya pasó esta etapa donde le ganó a sus compañeros partidistas y no partidistas, pero hasta ahí le sirvió, ahora tiene que cambiar la estrategia para ganarle al presidente”, sostiene Arrellano.

Para Rafael Morales, la senadora y el Frente Amplio por México deberán construir un movimiento nacional con propuestas, pues no basta con pelearse con el presidente, con decir que “va a expulsar a algún tirano de Palacio Nacional”, o con decir que el presidente se ha equivocado.

“Eso no es una propuesta de gobierno. Si el Frente con su candidata quieren ser una opción competitiva y presentarse como adversarios que pongan a temblar al sistema necesitan decirle a su base social y a la sociedad dónde tiene que estar México para los próximos seis años”, afirma el experto.

Para los expertos, Gálvez y el frente deberán sortear un reto más: la falta de estructura. El México de 2024 está muy lejos de ser el de 2018 cuando el PRI, PAN y PRD eran gobierno en prácticamente todo el país, ahora en 22 entidades hay una estructura morenista.

“Xóchitl Gálvez va a tener que enfrentarse con la maquinaria de las elecciones presidenciales además de 22 gobernadores morenistas que le van a hacer frente, al tú por tú en las calles, en todas las secciones electorales del país. Quienes conforman el Frente ya no tienen capacidad para la movilización electoral, desde hace cinco años vienen perdiendo todas las gubernaturas, todas las grandes, así que si quieren tener una candidatura competitiva necesitan tener una estructura nacional que les ayude a competir contra toda la estructura oficialista”, agrega Morales.

Bajo el argumento de que ejerce su derecho a la libertad de expresión, el presidente López Obrador no dudará en comentar-atacar a Gálvez Ruiz desde la mañanera, por lo que éste también será un reto para la senadora.

¿Y Claudia Sheinbaum?

Desde el día que fue electa como coordinadora nacional de los Comités de Defensa de la Transformación, Claudia Sheinbaum carga consigo la responsabilidad de lograr la reelección del proyecto en la Presidencia de la República.

La jefa de Gobierno con licencia recibió de manos del presidente de la República el bastón de mando la noche del jueves en un restaurante de la Ciudad de México, y con ello aceptó conducir políticamente al movimiento que encabeza López Obrador.

Si bien tiene las encuestas y las preferencias de su lado, el reto no es nada sencillo, pues el presidente López Obrador también será un factor en su candidatura, pues no la dejará crecer y desarrollar su propio sello.

El presidente Andrés Manuel López Obrador es el principal activo, pero también la principal desventaja para cualquier candidato de Morena a la Presidencia”    – Miguel Tovar, analista.

Una desventaja para Sheinbaum es que puede ser vista como la “copia” de López Obrador, lo que no es bien visto.

“El presidente ya tiene su propia copia, y esta copia se llama Claudia Sheinbaum, es una persona que ha tratado de decirle al público que es la heredera, una especie de vicaria, que no solamente promete mantener esto sin ningún cambio en el guión, sino que incluso promete ser casi o más parecida que el propio presidente, hablar como él, pensar como él”, plantea Rafael Morales.

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