Surgen nuevas versiones sobre la muerte de Juan Ramon Sáenz

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El Heraldo.-

Juan Ramón Sáenz, uno de los locutores más destacados en la radio mexicana, es recordado por su popular programa “La mano peluda”, en el cual abordaba relatos paranormales con un estilo único y envolvente. Sin embargo, la historia que realmente capturó el misterio y la atención de su audiencia fue la de su propia muerte, ocurrida en circunstancias que aún hoy generan intriga y especulación. Sáenz falleció el 8 de junio de 2011 a causa de una infección bacteriana que, según informes médicos, le provocó un paro respiratorio. Pero, para sus seguidores, su trágico final parece tener una conexión mucho más oscura y escalofriante.

La muerte de Sáenz está ligada al controvertido “caso Josué”, un personaje que contactó al locutor en una llamada perturbadora, asegurando estar bajo una serie de ataques espirituales y haberse involucrado en pactos oscuros. Esa llamada se tornó en uno de los relatos más recordados y aterradores de la radio mexicana. Tras años de especulación y rumores, Josué Velázquez volvió a dar su versión de los hechos, aportando nuevos detalles que han reavivado las sospechas sobre una posible conexión sobrenatural con el fallecimiento de Sáenz.

El “caso Josué”: un encuentro con lo inexplicable

El primer contacto entre Juan Ramón Sáenz y Josué Velázquez ocurrió en “La mano peluda”, cuando Josué relató sus experiencias con entidades demoníacas, sacrificios humanos y su desesperación por librarse de una opresiva maldición. Esta llamada provocó escalofríos tanto en Sáenz como en la audiencia, pero también marcó el inicio de una serie de eventos inusuales y trágicos. Años después de aquella conversación, Sáenz y Josué volvieron a coincidir en un programa televisivo, en el que el equipo de producción presenció fenómenos extraños que aumentaron el aura de misterio alrededor del caso.

Durante la filmación en el Lago de Texcoco, varios miembros del equipo de Extranormal experimentaron accidentes y complicaciones de salud. Uno de los camarógrafos tuvo que ser operado de emergencia y un reportero sufrió un accidente grave, mientras que el propio Juan Ramón comenzó a mostrar signos de ansiedad y molestias físicas. Este ambiente de tensión incrementó las sospechas entre el equipo y el propio Sáenz, quien en varias ocasiones manifestó incomodidad durante la grabación.

Las actitudes de Josué durante esa colaboración fueron notadas por el equipo, especialmente el trato diferenciado hacia Sáenz, a quien saludó con un apretón de manos distinto al que dio a los demás. Portando un misterioso anillo, Josué realizó gestos que algunos interpretaron como simbólicos o incluso ritualísticos. Según ha relatado Josué, en aquella llamada que selló su conexión con Sáenz, había confesado sus actos de magia y pactos oscuros, que incluían el sacrificio de un familiar. En sus palabras, ese acto le había otorgado poderes sobrenaturales, pero también le había atraído enemigos del más allá.

Josué afirmó que, al llevarse a cabo la grabación en un espacio abierto y cerca del agua, se formaron remolinos y densas columnas de vapor, lo que interpretó como una apertura de un portal espiritual. Esta manifestación, para algunos, podría haber sido una señal de que energías malignas estaban en juego, y según Josué, la salud de Sáenz comenzó a deteriorarse justo después de esta experiencia.

La muerte de Juan Ramón Saenz, ¿una maldición o coincidencia?

Poco después de esta grabación, Sáenz fue hospitalizado por problemas intestinales que se agravaron hasta provocar su deceso. La causa oficial fue una infección bacteriana que le afectó gravemente, pero las coincidencias y las declaraciones de Josué han llevado a muchos a cuestionar si algo más ocurrió. Según el propio Josué, Sáenz estaba en medio de una fuerte carga espiritual y planeaba realizar una ceremonia para liberarse de posibles trabajos de brujería. No obstante, el ritual nunca se concretó, y algunos especulan que esto pudo haber dejado al locutor vulnerable ante fuerzas oscuras.

Josué ha confesado que lamenta el fallecimiento de Sáenz, pero asegura que su muerte fue la culminación de una serie de energías adversas y el resultado de malas decisiones espirituales. También expresó su agradecimiento hacia Sáenz, quien lo visitó en el hospital cuando enfrentaba sus propios ataques espirituales. A pesar de los rumores y la controversia, Josué sostiene que no se arrepiente de su pacto con el demonio ni de las consecuencias de este, aunque sí afirma sentir tristeza por el desenlace de la vida del locutor.

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