Sopitas.- Uno con suerte se encuentra un billete de a 20 en la calle y este fulano de Australia no sólo se encontró una pepita de oro, sino un ejemplar con características que ni los más experimentados valuadores habían visto en su vida.
Cabe señalar que el afortunado parece que no es para nada un experto o alguien abocado al 100% a la búsqueda de oro. De hecho, según reporta The Guardian, nomás andaba viendo qué se encontraba con ayuda de un detector de metales… así de los más básicos. Pero con eso tuvo para que su vida se vea decorada por unos cuantos miles de dólares.
De acuerdo con el diario inglés, la pepita de oro (más bien roca) pesa 4.6 kilos y fue encontrada en el “triángulo dorado” de Victoria entre Bendigo, Ballarat y St Arnaud… donde se pensaba que ya nomás había pura nostalgia, porque eso de la fiebre del oro acabó hace más de 170 años en Australia.
Bueeeeeno, sí todavía por ahí hay mucho oro que hallar (incluso el Servicio Geológico de Victoria calcula que en la zona habría unos 75 millones de onzas de oro por descubrir)… peeero para eso debería ocuparse equipo profesional.
Lo del héroe de esta historia de Australia fue un verdadero golpe de suerte: quién sabe cómo, pero la pepita estaba sólo a 12 pulgadas de profundidad… de haber estado un poquito más adentro, se hubiera requerido de un equipo costoso para su localización.
Pues bien, ya con la pepita en mano, el sujeto fue a evaluarla a la tienda Lucky Strike Gold y, cual chamaco que llega con un pesito y pregunta en la tienda “¿para qué me alcanza?”, muy inocente pidió saber si podía darle unos 10 mil dólares. “No digas mam$%&das Mary Jane”, le dijo el valuador… y es que fácil calculó que podía alcanzar los 100 mil. “Pero eso es solo la mitad de la roca, la otra mitad está en casa”… y el resto es historia: 240 mil por toda la pepita.
“He estado valuando durante 43 años. Y no he visto un espécimen con esta cantidad de oro en mis 43 años de prospección”, señaló el especialista de Lucky Strike Gold de Australia.
Y pues sí… se espera que la difusión de esta noticia haga que la gente vaya a las montañas a ver qué se encuenstra. Así lo prevé Lynnie Hindle, presidenta de la Asociación de Mineros de Victoria, Australia: “Si se encuentra una gran pepita, siempre crea una nueva fiebre del oro”.
