
Sopitas.- En cada temporada de lluvias, seguro los chilangos y las chilangas le preguntan a Tláloc, ¿por qué se inunda tanto CDMX? Acá en Sopitas.com buscamos las respuestas que, ojo, están relacionadas con un montón de factores como el geográfico, de infraestructura y hasta cuestiones civiles como no tirar basura en la calle.
También encontramos algunas alternativas para evitar que en cada temporada de lluvias CDMX se inunde… aunque, la sorpresa no es otra que volver a los principios de los primeros habitantes de esta gran ciudad, entre otros mecanismos.

¿Por qué se inunda CDMX?
Érase una vez los años de 1629 a 1635 cuando una serie de inundaciones colapsaron a Ciudad de México —la antigua Tenochtitlán—, dejando un saldo de 30 mil personas fallecidas y la idea de cambiar la capital de la Nueva España a otro sitio.

Eso no sucedió. Lo que sí pasó es que comenzó una serie de planes, que avanzó lento peeeeero muy lento, para construir una red de drenaje o desagüe de aguas para evitar que Ciudad de México se inundara.
Lluvias cada vez más extremas
Sin embargo, en pleno siglo XXI, CDMX enfrenta nuevos retos y contextos, como la caída de lluvias intensas —en climas cada vez más extremos— como la del 2 de junio de 2025, cuando en pocas horas cayeron más de 10 millones de metros cúbicos de agua. Para darnos una idea, casi casi lo necesario para llenar la presa Madin.

Geografía
“En Ciudad de México tenemos una serie de circunstancias que nos predisponen de una manera muy marcada a estas inundaciones.
Ciudad de México está construida en una cuenca cerrada, es como un plato hondo y toda la lluvia que cae allí, naturalmente, quiere acumularse en el Centro, por eso antes teníamos grandes lagos”, explicó Enrique Lomnitz, cofundador de Isla Urbana, en MVS Noticias con Ana Francisca Vega.
Acá tenemos el factor geográfico que influye en esto de las inundaciones en CDMX y que representó serios retos incluso para la civilización mexica.

En 1449, Tenochtitlán sufrió las consecuencias de su primera gran inundación y para que no se repitiera, Nezahualcóyotl propuso y construyó un albarradón o gran dique de Atzacualco a Iztapalapa en el sur.
De acuerdo con Jorge Gurría Lacroix en ‘El desagüe en el valle de México durante la época novohispana’ se trató de una “grandiosa” obra de ingeniería hidráulica para regular la entrada y salida de las aguas, además del paso de las caonas.
Gracias a esta construcción, se logró la división de la laguna en dos partes: Texcoco —de agua salada— y la Laguna de México de agua dulce; en esta desaguaban los lagos de Chalco y Xochimilco alimentados a su vez por manantiales de agua dulce y cristalina, ¿se imaginan?

El albarradón de Nezahualcóyotl y otros diques ayudaron a evitar las inundaciones en Tenochtitlán, así como las zonas lacustres que absorbían el exceso o los picos de agua de lluvias.
Sin embargo, una vez que llegó la Corona española a Tenochtitlán este sistema desapareció con los esfuerzos para secar los lagos y siglos después entubando los ríos para evitar las inundaciones, cosa que no se ha conseguido del todo.
El hundimiento de Ciudad de México
“Lo que hemos hecho a lo largo de las generaciones es construir túneles emisores y demás infraestructura para tratar de desalojar el agua cuando cae lo más rápido pero tenemos dos problemas”.
El cofundador de Isla Urbana Enrique Lomnitz explicó que uno de los problemas es la “increíble” cantidad de agua que cae en corto tiempo y el otro es que como CDMX está construida en un lecho blando —de lo que fue un gran lago—, se está hundiendo.

Y que, de hecho, hay partes del Oriente de la Ciudad de México que se hunden alrededor de 50 cm por año.
La basura
La basura, aceites y desperdicios que tira la gente en la calle también es otra causa de las inundaciones en CDMX.
En 2014, el entonces gobierno del Distrito Federal —CDMX— identificó que la basura era la causa del 50% de las inundaciones.

“El 50% de las inundaciones son originadas por el taponamiento de las coladeras”, indicó.
Alternativas: ¿qué podemos hacer?
La primera y la más fácil es no tirar basura en la calle para evitar el taponamiento de las coladeras y los encharcamientos e inundaciones en tu colonia.

Un plan de arquitectura urbana integral
Otra de las alternativas, esta sí ya más elaborada, es el desarrollo de planes de construcción integrales.
Es decir, que cuando se vaya a construir una casa o edificios, se evalúen elementos que van desde la ubicación del terreno hasta qué materiales se usarán.
Víctor Arvizu, coordinador de la Especialidad en Energía en la Edificación Sustentable de la Ibero, explicó en una de las publicaciones de esta universidad que debería prohibirse la construcción en zonas de riesgo, tomando en cuenta los factores humanos y sociales a la hora de emprender un proyecto.
Otros elementos son usar materiales resistentes al agua, recurrir a construcciones elevadas y aprovechar el agua de las lluvias con la construcción de pendientes de terrazas cubiertas que en vez de conducir el agua a la alcantarilla, la lleve a una cisterna donde se pueda almacenar.
El asfalto también cuenta
El uso de pavimentos permeables en las calles es otra opción para evitar encharcamientos e inundaciones, ya que permiten el paso de agua hacia abajo, en lugar de acumularla en su superficie.

De acuerdo con Víctor Arvizu, estos pavimentos permeables y las trampas de agua permitirían dirigir el agua de las lluvias a camellones y parques.
El restablecimiento de zonas lacustres en la ciudad
“En vez de entubar y sacar el agua de la cuenca, podemos pensar en cómo ampliar infraestructuras o zonas más lacustres… podríamos aumentar muchísimo la capacidad de retener agua en lagos y humedales, es el tipo de cosas que se están haciendo en China”.
O sea, representar la infraestructura. Enrique Lomnitz ejemplificó con el caso de China, donde están repensando su sistema en los modelos de “ciudades esponja”.

Algo así como las zonas lacustres en Xochimilco diseñadas para absorber los picos de agua cuando llueve.
¿Podemos regresar los ríos como pasó en Corea del Sur?
“Se puede desentubar aunque se requiere de voluntad política y recursos y ganas de hacerlo, podríamos vivir en una ciudad cruzada por ríos limpios en vez de los drenajes”, explicó Lomitz.
Tomemos el ejemplo de lo que sucedió con el río Cheonggyecheon en Seúl. Este río de 5.8 km fue invadido en los años 50 del siglo XX, altamente contaminado y a finales de esa década lo taparon con hormigón.

20 años después construyeron sobre este una autopista hasta que entrados los 2000, el gobierno de Seúl decidió quitar la autopista y restaurar el río para mejorar el medio ambiente, la movilidad y el espacio público.
Este proyecto inició en 2003 y terminó hasta 2005. Costó alrededor de 367 millones de dólares pero sus beneficios se estiman, hoy en día, por unos 3, 500 millones.
¿Ustedes qué opinan de estas alternativas para evitar las inundaciones en CDMX?